Boletín UNAM-DGCS-687
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 21 de noviembre de 2011

 


Patricia Clark

           

ANALIZAN UNIVERSITARIOS COSTOS DE FRACTURAS DE CADERA POR OSTEOPOROSIS

 

• Según un artículo sobre las proyecciones, publicado en enero de este año por Patricia Clark, de la FM de la UNAM, y sus colegas, para 2050 se espera que haya casi 156 mil fracturas de ese tipo en ambos sexos

El número de casos de osteoporosis en el país crecerá conforme aumente el promedio de edad de la población. Además de los problemas médicos y de salud pública, se incrementarán los costos de la atención.

“Con relación a las fracturas de cadera en pacientes adultos mayores, las instituciones públicas y privadas de salud en la nación destinaron, en 2006, más de mil millones de pesos (poco más de 97 millones de dólares) a su atención”, aseguró Patricia Clark, académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, y jefa de la Unidad de Epidemiología Clínica que esta casa de estudios tiene en el Hospital Infantil de México Federico Gómez.

La cifra equivale al gasto que el sector salud destinó ese año a la compra de insulina para los pacientes diabéticos de nuestro territorio.

En el artículo Costos directos de la osteoporosis y fractura de cadera: un análisis del sistema de salud mexicano, publicado en Osteoporosis International, revista de la Fundación Internacional de Osteoporosis, un grupo de epidemiólogos, coordinado por Clark, estableció que los altos costos tenderán a aumentar en la medida que crezca la esperanza de vida y, por ende, el número de adultos mayores.

“Si entre los 50 y 60 años hay riesgo de fractura, entre los 60 y 70 aumenta de manera significativa, y después de los 70, el de cadera y vértebras es latente”, advirtió la reumatóloga.

En el estudio se afirma que, en el año 2000, apenas dos por ciento de los hombres y 8.3 por ciento de las mujeres de entre 50 y 55 años de edad sufrieron una fractura de cadera. No obstante, a partir de los 60 años, el porcentaje de varones se eleva a 7.8 por ciento, y el de mujeres, a 12.3 por ciento.

Después de los 70, el ascenso se dispara, sobre todo entre ellas, que llegan a representar el 18.6 por ciento. La situación se agrava después de los 80 años, momento en que los hombres representan 21.4 por ciento, y las mujeres, 37.9 por ciento.

Expectativas poco optimistas

Las expectativas son poco optimistas. Según un artículo sobre las proyecciones, publicado por Clark y sus colegas en enero de este año, para 2050 se espera que haya casi 156 mil fracturas de ese tipo en ambos sexos (en 2005, hubo 29 mil 732). Así pues, indicaron los investigadores, será necesario estructurar nuevas fuentes de financiamiento.

“Nuestro análisis de 2006 evaluó, durante un año, una muestra de 218 pacientes con fractura de cadera en hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS, 118 casos), del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR, 61 casos) de la Secretaría de Salud, y privados (39 casos)”, informó la especialista.

Obtuvieron las cifras del IMSS y de la Secretaría de Salud y, por separado, ponderaron los precios en los hospitales privados bajos y medios, como el Trinidad, y de los altos, como el Inglés y Médica Sur, en el Distrito Federal.

Asimismo, revisaron los desembolsos aproximados en los rubros de cirugía, honorarios (enfermeras y anestesistas, entre otros), prótesis o fijaciones, estancia hospitalaria, análisis de laboratorio, transporte y alimentación, así como costos adyacentes y médicos directos.

Esa estimación por paciente arrojó las siguientes cantidades: 42 mil 31 pesos (tres mil 821 dólares) en el IMSS; 17 mil 490 pesos (mil 590 dólares) en la Secretaría de Salud; 67 mil 738 pesos (seis mil 158 dólares) en los hospitales privados bajos y medios, y 150 mil 491 pesos (13 mil 681 dólares) en los privados altos (en 2006, un dólar costaba, en promedio, 11 pesos).

La siguiente fase, consistió en calcular el costo total de los casos en ese año, con base en la prevalencia e incidencia anteriores.

El IMSS esperaba hacer alrededor de 12 mil cirugías de cadera, a un costo de 42 mil 31 pesos (tres mil 821 dólares) cada una, lo que sumaría unos 46 mil dólares, aproximadamente.

La Secretaría de Salud proyectaba practicar seis mil 200, de 17 mil 490 pesos (mil 590 dólares) cada una, lo que sumaría cerca de 10 mil dólares.

Los privados bajos y medios calcularon que atenderían a dos mil pacientes, aproximadamente de 67 mil 738 pesos (seis mil 158 dólares) cada uno, lo que representaría unos 12 mil 400 dólares.

Los privados altos calcularon que tendrían dos mil casos, a un costo de 150 mil 491 pesos (13 mil 681 dólares) cada uno, que sumarían unos 27 mil 500 dólares.

De ese modo, el número de cirugías de cadera se estimó en 22 mil 223, con un impacto aproximado de mil millones de pesos (97 millones de dólares).

Días-cama

También, se precisó que los días-cama en las instituciones públicas son más que en las privadas. En 2006, el promedio para una cirugía en el IMSS fue de 10.7 días, y en la Secretaría de Salud de 9.3, mientras que en las instituciones privadas fue de 5.2.

“La razón es que en los hospitales de medicina social hay cirugías de rango prioritario. Por ejemplo, los fines de semana los quirófanos del Hospital Magdalena de las Salinas son ocupados por pacientes accidentados o traumatizados violentos, que tienen prioridad sobre los que presentan fractura de cadera. Ello hace que en esos sitios se alargue el tiempo de hospitalización, mientras que, en los privados, los pacientes con fractura de cadera son operados casi de inmediato y permanecen menos días internados”, explicó Clark.

Otro punto analizado fue el desembolso por prótesis, que puede variar enormemente entre los hospitales públicos y los privados. En éstos no se practican fijaciones, únicamente reemplazos articulares, y se colocan prótesis completas.

Además, también se consideró el valor de los medicamentos, de la terapia intensiva y de la habitación regular.

Para cada caso se siguieron los distintos protocolos de cirugía; en el INR, los pacientes pasan una noche en terapia intensiva, lo que eleva el total. Sin embargo, esta práctica no se realiza en el IMSS, donde ocupan de inmediato un cuarto regular.

“En nuestro estudio no incluimos los pagos por la contratación de personal de enfermería privado, por la compra de aparatos especiales, ni por las adaptaciones arquitectónicas en casa”, concluyó.


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El número de casos de osteoporosis en el país crecerá conforme aumente el promedio de edad de la población. Además de los problemas médicos y de salud pública, se incrementarán los costos de la atención.