• Es el propio “avance” de la sociedad lo que hace
más complicados los problemas y la participación social,
indicó Graciela Casas, directora de la ENTS
Entre más problemas sociales se presentan,
mayor es la demanda de profesionales del trabajo social para intervenir
en su atención, lo que significa un reto, por la crisis de valores
y la falta de definiciones sobre acciones conjuntas organizadas, que
contribuyan a sus posibles soluciones, afirmó Graciela Casas
Torres, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de
la UNAM.
Al hablar en ocasión del Día
del Trabajador Social a conmemorarse este 21 de agosto, señaló
que es el propio “avance” de la sociedad lo que hace más
complicada la participación social, los problemas y la atención
a éstos, pues aunque existen dificultades que persisten por varias
décadas, su estudio y atención es cada vez más
complejo, porque los fenómenos adquieren nuevas características,
escenarios, actores y dimensiones que antes no existían.
En nuestro caso, abundó, es precisamente
la interacción directa con las personas y la atención
de sus necesidades, lo que hace más difícil nuestra labor.
Estamos ante una comunidad globalizada y eso genera cambios sustanciales;
entonces, lo que necesitan hacer los profesionales del área,
es fundamentar su actuación, tanto en un marco teórico
metodológico, como en la práctica directa con la población,
para intervenir eficaz y oportunamente, apuntó.
“Si bien es cierto que muchos espacios
que se abren como oportunidad laboral del trabajador social implican
acciones de tipo asistencial, hoy nuestra función está
más vinculada con una visión de justicia, equidad de género,
derechos humanos”, indicó.
Ahora se ofrece respuesta a problemas con estrategias
que van desde las intervenciones específicas, atención,
promoción y prevención, hasta la posibilidad de participar
en la construcción de políticas públicas, añadió
la académica universitaria.
Los trabajadores sociales, aseveró,
no desconocen las injusticias ni las desigualdades y, en este sentido,
tienen el desafío de crear opciones que deriven en respuestas,
pero que también incluyan la participación organizada
de familias y grupos, para que puedan llegar a ser gestores de su desarrollo
y de la atención de sus demandas.
Esta profesión, prosiguió, es
una de las más comprometidas socialmente. Por ello, “cada
día debemos estar mejor formados académicamente. Tenemos
mucho que aportar en cuestiones relacionadas con políticas de
salud, derechos humanos, procuración de justicia, estudios de
género, participación ciudadana, asistencia social o para
atender grupos específicos como personas de la tercera edad,
con alguna discapacidad, niños de la calle o migrantes”,
por citar algunos ejemplos.
Hoy, subrayó, esta tarea se vincula
con individuos de distintas realidades socioeconómicas, culturales
y políticas que pueden limitar o facilitar su promoción
social.
Sabemos que los asuntos no se resuelven con
buenas intenciones, se debe contar con una preparación sólida,
respaldada en conocimientos teóricos que ofrezcan propuestas
de intervención eficaces y oportunas, generadas por los expertos
en esta materia, enfatizó.
Es por eso que “en la ENTS trabajamos
en la modificación a nuestro plan de estudios, para formar cuadros
de profesionales cada vez mejor preparados para entender y atender la
cambiante realidad y las demandas sociales”, refirió.
Respecto a la conmemoración, consideró
que es ocasión para que el gremio discuta sobre su quehacer y
se vincule con otros especialistas que también tienen injerencia
en la solución a problemas sociales.
Asimismo, anunció que desde el martes,
y hasta el viernes próximos, se llevará a cabo el foro
“La intervención profesional del Trabajo Social en
la sociedad contemporánea. Significados y desafíos”;
será un espacio de intercambio de experiencias para la reflexión
sobre el posicionamiento de los expertos frente a los desafíos
de la globalización.
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