• Es el primero en su tipo en el
mundo; aún está en fase de prueba
• Puede determinar automáticamente cuál es el
mejor modo de ventilación para un paciente
• También, puede ser controlado en forma remota a través
de una red de telecomunicaciones
Académicos de la UNAM diseñaron
un ventilador capaz de tomar decisiones autónomas para suministrar
aire a pacientes en terapia intensiva con problemas de respiración
debido a algún daño fisiológico, o sedados en quirófano
próximos a ser sometidos a una cirugía.
Saúl Santillán y Serafín
Castañeda, académicos del Centro de Diseño Mecánico
e Innovación Tecnológica (CDMIT) de la Facultad de Ingeniería
(FI), desarrollaron, con el patrocinio del Conacyt, este primer aparato
inteligente para uso médico, en el mundo.
En pacientes que no pueden respirar por sí
solos, se debe controlar la presión, el volumen, la temperatura
y, sobre todo, la concentración de oxígeno a suministrar,
para que tengan una adecuada ventilación.
“A diferencia de los convencionales,
que requieren que el médico o un técnico especializado
elija el modo, el nuestro lo selecciona automáticamente, y de
acuerdo a las condiciones fisiológicas del paciente, por presión,
volumen o flujo”, explicó Castañeda, profesor del
Departamento de Ingeniería Mecatrónica de la FI.
Una ventaja más es que puede ser controlado
y monitoreado en forma remota a través de una red de telecomunicaciones,
lo que no ofrece ningún otro aparato en el mercado mundial.
Como una computadora
Este dispositivo electromecánico emplea
algoritmos de control basados en inteligencia artificial e información
previamente introducida para seleccionar la mejor opción.
Tiene entradas para aire y oxígeno,
conectadas a un área donde éstos se mezclan, y un sistema
de control y una servoválvula, a través de la cual los
inyecta a una condición de presión y volumen controlados.
Cuenta, además, con sensores para la operación y con una
interfaz gráfica que sirve al médico para determinar su
comportamiento.
“En el prototipo montamos un display
para que parezca una computadora. En cuanto a los componentes, somos
muy genéricos porque damos inicio al proceso de protección
industrial”, acotó Santillán, jefe del Centro de
Alta Tecnología de la FI, campus Juriquilla, y experto
en computación evolutiva y diseño de producto.
Los universitarios buscaron integrar componentes
comerciales que permitieran abatir costos e interesar a alguna empresa
mexicana en la fabricación nacional de este aparato.
“En efecto, nuestro ventilador es competitivo,
y su costo de producción y venta puede ser inferior al de uno
convencional (entre 20 mil y 30 mil dólares)”, añadió.
Impacto favorable en el sector salud
En los hospitales públicos de México
hay un equipo por paciente y un técnico para muchos de ellos.
De este modo, si uno falla, puede pasar largo tiempo antes de que el
encargado se percate y lo ajuste para evitar que el paciente sufra un
trauma o muera.
A propósito, existen estadísticas
que muestran que personas con problemas pulmonares en ocasiones tienen
complicaciones –e incluso llegan a morir– por fallas en
la ventilación, combinadas con los efectos de la enfermedad.
“Sin duda, ayudará a disminuir
costos de atención hospitalaria al permitir al médico
y al técnico un control más flexible de varios pacientes
a la vez”, opinó Santillán.
Con esta tecnología, se podrán
monitorear hasta 10 ó 15 equipos conectados a una terminal remota,
así como detectar en tiempo real alguna anomalía y atender
con mayor rapidez y eficiencia.
Validación médica
En la actualidad, el sector salud tiene entre
ocho mil y 10 mil piezas para uso médico (el ISSSTE cuenta con
dos mil, aproximadamente). Sin embargo, por cada 10 trabajan cuatro
o cinco, porque están en mantenimiento o en proceso de obsolescencia
acelerada.
Para la validación del prototipo se
usó un pulmón artificial que se infla y desinfla de acuerdo
con la resistencia interna y específica que tiene el humano.
Con todo, se requieren aún ensayos. “Para sacarlo al mercado,
falta la validación médica, las pruebas con pacientes
y las simulaciones, los ajustes finos para su producción en serie,
el establecimiento de la cadena productiva y, previo a esto, el plan
de negocios y la proyección tecnológica”, indicó.
Los universitarios esperan hacer la transferencia
de esta tecnología a corto plazo, para que transite hacia la
aplicación práctica e impacte en la sociedad.
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