• Son transmisores de diferentes enfermedades parasitarias por
vía fecal; se estima que, diariamente, se recogen 182 toneladas
de sus heces, dijo Joaquín Aguilar Bobadilla, de la FMVZ de
la UNAM
Casi un millón 120 mil perros habitan
el área metropolitana de la Ciudad de México y su incremento
anual es de 128 mil (según estimaciones de la Secretaría
de Salud); su impacto en la salud pública es muy alto, afirmó
Joaquín Aguilar Bobadilla, jefe del Departamento de Medicina,
Cirugía y Zootecnia para Pequeñas Especies, de la Facultad
de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
De acuerdo con estadísticas de la dependencia
gubernamental, en la década de los 90 en la metrópoli
había uno de esos mamíferos por cada siete personas; de
ellos, la mayoría eran callejeros; las demarcaciones con mayor
población son Iztapalapa, Magdalena Contreras y Milpa Alta, señaló.
El universitario comentó que este problema
es generado por la propia sociedad porque, en términos generales,
existe una cultura pobre de la tenencia responsable de animales de compañía.
Se tiene la costumbre de dejar libres a los perros por horas o días
y, en ocasiones, se les abandona de manera definitiva.
Además, prosiguió, espacios como
esta urbe son propicios para su reproducción, pero también
existen altas probabilidades de adquirir afecciones o sufrir traumatismos
graves por atropellamiento o ataques de otros perros. En ese sentido,
consideró que se debe ser consciente de la transmisión
de enfermedades parasitarias intestinales por vía fecal-oral,
de perros a humanos, pues se estima que diariamente se recogen 182 toneladas
de sus heces.
En determinado momento, advirtió, esta
situación puede impactar -por contaminación ambiental
o de alimentos- en el incremento de enfermedades respiratorias o gastrointestinales.
Puestos ambulantes pueden estar en esa condición
y contaminarse, directa o indirectamente, a través de vectores
como cucarachas, moscas y ratas, y ser fuente de transmisión
de enfermedades parasitarias o bacterianas al hombre.
Asimismo, existen afecciones como la leptospirosis
(considerada una zoonosis), que puede ocasionar cuadros clínicos
en el perro, como insuficiencia renal o hepática, y algunos abren
la posibilidad de contraer hepatitis, anemias hemolíticas y algunos
pacientes solamente fiebre de manera intermitente.
La relación entre perros y humanos,
además de generar vínculos afectivos y emocionales, permite
que compartan la transmisión de enfermedades.
Por ello, indicó, es importante fomentar
una cultura de tenencia responsable de animales de compañía,
que debe considerar, entre otras cosas, un programa de medicina preventiva
que incluye vacunaciones, desparasitación, limpieza dental, así
como visitas periódicas al veterinario. “Debe haber un
cambio de hábitos, como no dejarlos salir sólo en compañía
de su propietario y recoger las heces de la vía pública”.
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