• El rector de la UNAM comentó que México y el
mundo dan muestras en sus sistemas de desarrollo humano, de agotamiento
e, incluso, de enfermedad
• Participó en la mesa Las humanidades: presente, pasado
y futuro
Ante la inquietud que se expresa en muchas
latitudes del planeta y del país por la indignación, el
hartazgo, la desesperanza y la falta de expectativas reales, valederas,
aceptables y éticas para los jóvenes, se requieren más
humanidades, ciencias sociales y mayor apoyo a la cultura, el arte y
a los valores de una sociedad, que de pronto parece que los ha perdido,
consideró el rector de la UNAM, José Narro Robles.
Hoy, no se puede imaginar un mundo sin poesía,
pintura, filosofía, música, teatro, danza e historia;
sin las regulaciones jurídicas; sin el estudio de la palabra,
de los fenómenos sociales, antropológicos, jurídicos
o económicos, subrayó al participar en la mesa Las
humanidades: presente, pasado y futuro, realizada con motivo del
25 aniversario de la construcción de la Ciudad de Investigación
en Humanidades.
En la Plaza de la Serpiente de Piedra, en el
campus CU de esta casa de estudios, comentó que el país
y el mundo tienen problemas serios, crónicos, ahora agudizados,
y dan muestras en sus sistemas de desarrollo humano, francamente de
agotamiento e incluso de enfermedad.
La Universidad, recalcó, tiene más
de 100 años de enseñar, desde la dimensión de lo
nacional, estos campos y áreas del saber, y casi 460 de hacerlo
desde aquella dimensión del México del Virreinato. Aquí,
no sólo nos hemos dedicado a transmitir conocimiento, sino también
a generarlo, producirlo e, incluso, a descubrir nuevos saberes; al mismo
tiempo, los universitarios –o un sector de ellos–, han sido
también creadores de nuevas expresiones estéticas.
Por su parte, Estela Morales Campos, coordinadora
de Humanidades, sostuvo que la indagación en la UNAM tiene que
afirmar una fortaleza cada vez mayor y producir un saber cada vez más
riguroso, aspectos articulados en el contexto nacional y dentro de la
dinámica del conocimiento universal.
A su vez, Héctor Fix-Zamudio, emérito
del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), recordó
que la Ciudad de la Investigación en Humanidades ha permitido
desarrollar actividades académicas en un entorno placentero y
agradable, en el que se han podido incrementar tanto las instalaciones,
como la incorporación de jóvenes.
En su oportunidad, Miguel León-Portilla,
emérito del Instituto de Investigaciones Históricas, criticó
a quienes piensan que el humanismo y los humanistas son cosa del pasado,
y que sostienen que lo importante es capacitarse para obtener un trabajo
que permita medrar, o bien en los negocios o hasta en la política.
La UNAM y otras universidades deberán continuar como baluarte
de las humanidades.
Para Mercedes de la Garza, Instituto de Investigaciones
Filológicas, en el futuro del hombre las humanidades y las ciencias,
recíprocamente nutridas y reconocidas, tienen que cumplir una
misión esencial para no caer en una era oscura y deshumanizada
de un planeta devastador.
Al referirse a la escultura Serpiente de Piedra,
su autor, el artista Federico Silva, doctor honoris causa por
la UNAM, sostuvo que lo que la serpiente no admitirá son los
ninis de Harvard, los de la mezquindad y el oportunismo, que
armados con dos o tres apellidos prestados, se arriman a los medios
para atacar a la Universidad. “Pero estamos a salvo, por algo
esta serpiente es de piedra”, concluyó.
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