• El joven de 22 años recién concluyó la
licenciatura en Tecnología, impartida por el CFATA de Juriquilla,
Querétaro, y la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán
de la UNAM
• Se refieren muchas cosas para explicar qué hacen quienes
se inscriben a este plan de estudios, pero la palabra que mejor nos
describe es la de inventor, expuso el universitario
“Inventor es quien crea algo, tangible
o intangible, nunca antes hecho. Por ello, toda idea o proyecto que
me viene a la mente, aspiro a que tenga estas características
y, sobre todo, que beneficie a la sociedad”, compartió
Rodrigo Gutiérrez Landa, primer egresado de la licenciatura en
Tecnología de la UNAM.
El universitario, que obtuvo su título
gracias a su 9.6 de promedio, pronosticó que esta carrera será
una verdadera “fábrica de inventores”, algo de especial
importancia hoy en día, porque la gente ha comenzado a olvidar
lo relevante que es contar con personas capaces de aplicar su ingenio
para generar cosas nuevas.
“Probablemente esto se deba a que aquello
que demanda la sociedad ya ha sido creado y lo que se oferta son objetos
diseñados a partir de algo ya conocido. Sin embargo, el objetivo
que nos hemos marcado es muy diferente; nuestra misión es crear
elementos útiles y que no se parezcan a nada que se haya visto
antes”, explicó Rodrigo.
Para el integrante de la primera generación
de esta licenciatura
—impartida en el Centro de Física Aplicada y Tecnología
Avanzada (CFATA) de Juriquilla y la FES Cuautitlán— resulta
evidente que para la mayoría es difícil concebir que aún
se pueda crear algo nuevo, pero la realidad es que resta mucho por hacer
en este campo, y la historia da muchos ejemplos de que, al final, la
inventiva termina por desmentir a los incrédulos, comentó
el joven de 22 años.
Por ejemplo, en 1899, el obispo protestante
Milton Wright aseveró: “Pensar que algún día
el humano volará es una blasfemia, eso está reservado
para pájaros y ángeles. De hecho, el hombre ha inventado
ya todo lo que está a su alcance hacer, señal de que el
mundo llega a su fin”.
Sin embargo, sólo debieron pasar cuatro
años para que los hijos de ese pastor, Orville y Wilbur (mejor
conocidos como los hermanos Wright), realizaran el primer viaje en avión
del que se tenga memoria.
Y los libros están salpicados de episodios
similares y de personas incapaces de plantearse otros escenarios, pero
afortunadamente siempre hay individuos capaces de ver a futuro, sea
en épocas de los hermanos Wright o en el siglo XXI, expuso el
joven, quien añadió que “imaginar que podemos materializar
lo imposible es nuestro oficio, y para aterrizar eso y que no quede
sólo en la fantasía, debemos echar mano de prácticamente
todas las áreas del conocimiento, y eso es sumamente complicado”.
Incluso Thomas Alva Edison, quien a decir de
sus biógrafos inventaba algo nuevo cada 15 días, llegó
a señalar que quien se dedicara a lo mismo que él, debía
invertir, en cada jornada, “un uno por ciento de inspiración
y un 99 por ciento de transpiración”.
“¡Y vaya que articular diversas
áreas con este afán creativo hace transpirar, porque en
ocasiones los distintos saberes parecen tan variados y dispersos que
es muy difícil descifrar cómo se engarzan; pero afortunadamente
tanto la estructura de esta nueva carrera como su plan de estudios están
diseñados para apoyarnos y guiarnos en esta labor”.
Inventar una nueva carrera para inventar el
futuro
La licenciatura en Tecnología surgió
hace cuatro años, para responder a distintos retos académicos.
El plan de estudios, desarrollado por el CFATA y la FES-Cuautitlán,
fue aprobado el 3 de diciembre de 2007 y hoy, a cuatro años de
distancia, tiene ya a su primer egresado.
“De no haber estudiado esto, no sé
qué hubiera hecho. Antes de concluir el bachillerato ignoraba
a qué dedicarme, pero tenía la inquietud de estudiar todo.
La física y las matemáticas eran mis favoritas, pero la
biología, la química y las etimologías también
me gustaban. Sin embargo, al salir de Prepa 9, me enteré de esta
carrera, que me atrajo inmediatamente. Creo que me convenció
por ser multidisciplinaria, ya que prácticamente ves de todo”,
recordó Rodrigo.
Dejar el DF para vivir en Querétaro
y aventurarse en una materia casi desconocida para familiares y amigos
le resultó complicado, “y padecí mucho, pero en
retrospectiva todo valió la pena, y lo valdrá a futuro,
porque si hoy México es un país que importa tecnología,
dentro de poco, los egresados de esta carrera ayudaremos a revertir
la tendencia”.
Como el primer egresado de una disciplina nueva,
Rodrigo se enfrenta con frecuencia a las mismas preguntas, “¿y
esa carrera de Tecnología, qué?, ¿qué eres
y qué vas a hacer?”, y el joven siempre ofrece la misma
respuesta, “porque por más vueltas que le doy, y después
de todos mis intentos por explicar qué fui a hacer a Juriquilla,
siempre llego a la misma conclusión, ‘¿qué
es lo que soy y qué hago?’, soy inventor y me dedico a
producir inventos, no hay nada más que decir”.
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