• Este fenómeno de repercusiones internacionales
es más una idea que una ideología y sus alcances no
sólo son económicos, sino políticos y culturales,
expuso Marcos Manuel Suárez Ruiz, de la Facultad de Derecho
de la UNAM
La reciente crisis económica mundial
no afectó a la globalización, aunque demostró que
la economía necesita mejores controles y reglamentaciones para
moderar algunos de sus excesos, aseguró Marcos Manuel Suárez
Ruiz, de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM.
Al respecto, el académico añadió que este
proceso internacional es una realidad; ya no es una teoría o
moda y su fundamento es la liberación de normas que gobiernan
el movimiento de bienes capitales y personas; su dinámica y vigor
la mantienen en continua expansión.
Al impartir la ponencia Globalización y el futuro
de México, detalló que este fenómeno no es
sólo económico, sino político, social y cultural.
“Superadas las revoluciones industrial, científica, tecnológica
y de la información y comunicación, acaba de iniciar una
nueva, la de los valores morales tradicionales”.
Acompañado de Pedro Ojeda Paullada, director del Seminario
de Estudios Jurídicos-Económicos de la FD, dijo que las
condiciones actuales han estimulado la innovación, creatividad,
cooperación, solidaridad y conocimiento.
La globalización es una idea, y a ellas ¿cómo
se les detiene o combate? Ésta, apuntó, es un principio
de acción, una noción revolucionaria, un cambio radical
y permanente, y una integradora de más ideas, procesos y acciones
complejas, interdependientes y compensatorias.
“Es una idea, más no una ideología”,
explicó en el auditorio Benito Juárez de la FD,
para después subrayar que ésta acepta todas las corrientes
de pensamiento, porque es neutra. Al igual que el poder, depende de
quien la use o aproveche para expandir acciones y ampliar oportunidades.
“No es buena o mala, simplemente es”.
“La globalización es un supersistema, un conjunto
de oportunidades para quienes las sepan o quieran usar para reproducir
y tomar acciones de todo tipo”.
Sin embargo, aclaró que en este escenario es importante
aplicar la fórmula triple AAA (abierta, alerta y activa); “en
la era digital y del conocimiento, suele ser más importante la
actitud que la aptitud”.
Economía globalizada
En la economía globalizada, los países menores
se anexarán progresivamente a un grupo. Ese conjunto será
un archipiélago. Ahí, dijo, se vale preguntar, ¿cuáles
serán las opciones para nuestra nación?
En este contexto, agregó, México y Canadá
gozan de una ventaja estratégica sobre los demás países:
tienen más de tres mil kilómetros de límite fronterizo
con la mayor potencia económica y militar del mundo: Estados
Unidos.
Además, apuntó, nuestro país cuenta con
otras condiciones favorables, como el bono demográfico, la experiencia
de las maquiladoras, la calidad de la mano de obra y la riqueza en materias
primas minerales y vegetales, así como la biodiversidad y ubicación
territorial, con 11 mil kilómetros de litorales abiertos a los
océanos Pacífico y Atlántico, así como el
potencial energético.
Para insertarnos con ventajas estratégicas y ser protagonistas
de la globalización se requieren no sólo reformas jurídicas
y políticas, sino culturales, agregó.
“Los mexicanos de hoy y mañana tendremos que decidir
no sólo qué queremos, sino lo que podemos ser. Si tenemos
la voluntad y constancia para enmendar y corregir, lo podremos lograr”.
Las futuras generaciones merecen nuestro esfuerzo y sacrificio
para alcanzar mejores niveles de bienestar social en un mundo de cooperación,
concluyó.
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