• Universitarios colaboraron con autoridades locales para determinar
las causas de grandes socavones registrados en 2007 y 2010
En 2007 y 2010, la ciudad de Guatemala sufrió
socavones de grandes dimensiones. Para explicarlos, un grupo de investigadores,
dirigidos por René Chávez Segura, del Instituto de Geofísica
(IGf) de la UNAM, colaboró con autoridades locales.
Los universitarios realizaron el estudio Detección
de zonas de riesgo (cavidades) a lo largo del colector del drenaje poniente
de la ciudad de Guatemala, para localizar oquedades subterráneas
entre la ubicación de cada desplome y analizarlas con métodos
científicos.
Fue un trabajo de exploración para evitar
pérdidas humanas y materiales en un futuro, precisó el
también jefe del Departamento de Geomagnetismo y Exploración
del IGf.
Con los resultados de la tomografía
eléctrica 2D, se determinó que varios puntos estaban saturados
debido al drenaje natural del subsuelo, el colapso de la red superficial
y la filtración de agua pluvial. Estas causas, junto con las
estructuras civiles que imponen condiciones sobre el drene del líquido
y las características geológicas, provocaron la formación
de las cavidades, informó Andrés Tejero, de la Facultad
de Ingeniería (FI).
El especialista explicó que la técnica
consiste en colocar una serie de electrodos sobre un perfil (varillas
de cobre de 80 centímetros de largo), separados de manera equidistante
con el propósito de “inyectar” una corriente eléctrica
al subsuelo con dos electrodos (llamados de emisión) y observar
la caída de potencial con otros dos (electrodos de recepción).
La serie de estas herramientas se combina y
aumenta la separación entre ellos, de tal manera que se obtiene
información relativa a la profundidad y el ángulo lateral,
lo que permite definir el parámetro anómalo de resistividad
aparente.
La determinación de las resistividades
verdaderas en el subsuelo se realiza mediante programas de inversión,
que muestran en color la distribución de los niveles en el subsuelo,
lo que permite la localización de estructuras de interés.
Los resultados finales
La zona de estudio se ubica en un graven (bloque
de tierra parcialmente hundido), entre las fallas geológicas
de Mixco y El Trébol. La composición del suelo es compleja,
producto de varias erupciones en el pasado.
En 2007, se registró el hundimiento
más grande en el barrio San Antonio, con 30 metros de diámetro,
y 65 de profundidad. Tres años después, en la colonia
Ciudad Nueva de la capital guatemalteca, se formó otro socavón,
con 22 metros de diámetro y 45 de profundidad.
Los universitarios detectaron que entre ambos
puntos el subsuelo está compuesto por piedra pómez y ceniza
volcánica; estos materiales absorben líquidos y se deslavan
fácilmente, detalló Chávez.
El investigador informó que detectaron,
a 30 metros de profundidad, una “anomalía”. A partir
de esta información, el gobierno municipal de Guatemala perforó
y encontraron una cavidad, con cuatro metros de altura y 12 de diámetro”,
señaló.
A partir de esos estudios, fue posible el hallazgo
de tramos compactos (totalmente sólidos), que requieren ser verificados
a través de la perforación de pozos. El más importante
colinda con un hospital adscrito al Instituto Guatemalteco de Seguridad
Social, abundó.
Al respecto, Esteban Hernández, investigador
del IGf, acotó que la responsabilidad del equipo fue señalar
las zonas de riesgos y las medidas de protección y prevención,
son competencia directa de las autoridades locales.
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