• Es necesario garantizar los
derechos y otorgar oportunidades a quienes nunca los han tenido,
afirmó Natividad Gutiérrez Chong, del IIS de la UNAM
• En el aspecto estructural, las instituciones invierten menos
en programas sociales para pueblos originarios y poblaciones negras.
El presupuesto en educación para indígenas es seis
veces menor al del nivel nacional, dijo
• El 21 de marzo se celebra el Día Internacional para
la Eliminación de la Discriminación Racial
Es necesario establecer una política
pública multicultural, de corte afirmativo y acorde con la realidad
nacional, para garantizar derechos y otorgar oportunidades a quienes
nunca los han tenido, “solamente de esa forma se puede revertir
la discriminación”, afirmó Natividad Gutiérrez
Chong, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
En el aspecto estructural, las instituciones
invierten menos en programas sociales para pueblos originarios y poblaciones
negras en comparación con otros grupos étnicos. “Se
ha calculado que el presupuesto en educación para indígenas
es seis veces menor al del nivel nacional”, dijo.
Esa política, debe planearse con la
visión de superar las brechas de la desigualdad y sustentarse
en información acerca de las aportaciones de los indígenas,
por ejemplo, a la Ciudad de México, advirtió en el marco
del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación
Racial, que se celebra el 21 de marzo.
“Sería muy importante que tuvieran
los medios, que ahora no están a su alcance, para que nos digan
cómo quieren ser vistos. Ello contribuiría a desterrar
estereotipos”, aseguró.
Para lograr una sociedad más igualitaria,
indicó, es necesario sanar las heridas provocadas por diferencias
sociales y étnicas, que dividen a México. Un primer paso
sería la generación de conocimiento adecuado sobre el
tema.
Racismo en México
El racismo es un acto de ignorancia. Por no
saber como es el otro, prefiero ridiculizarlo y apartarlo, “es
una forma de ejercer violencia”, subrayó.
Desde la época colonial, recordó,
existen prácticas racistas en el país, que “no han
terminado, ni existen medidas objetivas para erradicarlas. Las personas
más discriminadas son los indígenas, los afro-descendientes
y la población asiática”, advirtió.
En materia legislativa, la Constitución
y leyes secundarias prohíben la segregación racial; sin
embargo, en política pública no hay ninguna medida concreta
para eliminarla.
“Por esta situación, la movilidad
social de los indígenas está detenida desde hace más
de 500 años”, acotó. Sólo tienen acceso a
trabajos mal remunerados y pesados “que nadie quiere”.
“Las diferencias sociales, económicas,
étnicas y regionales tienen que ver con prácticas racistas,
de exclusión, de diferenciación; veladas o abiertas”,
añadió.
Ámbitos de la discriminación
racial
El racismo, apuntó, puede hallarse en
distintos ámbitos. El primero, denominado popular, incluye las
expresiones despectivas respecto a las características físicas
de ciertos grupos étnicos.
La discriminación racial de élite
refiere a representaciones de ideales opuestos a la realidad. “El
físico de las mexicanas generalmente es ridiculizado, mientras
que las mujeres altas, blancas y de ojos azules son aceptadas como arquetipos
de belleza”.
No reconocer la existencia de ciertas poblaciones
es otra manera de exclusión, como sucede con los descendientes
de africanos en México. Sin la información adecuada, “no
pueden existir políticas públicas eficaces, con medidas
de tipo afirmativo o distributivo, de reconocimiento para contribuir
a la construcción de una sociedad más plural, multicultural,
con equidad y respeto”.
La investigación respecto a las dimensiones
de la segregación es muy incipiente; existen diagnósticos
acerca del tema, pero no pueden confluir en un documento que contribuya
a tomar decisiones en este ámbito. “La falta de información
certera, tanto en estadísticas como en estudios a profundidad,
es un impedimento importante”, concluyó.
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