• Ayudaría a investigar
el funcionamiento de ese órgano y de enfermedades como autismo
y Alzheimer, dijo Ricardo Miledi, del Instituto de Neurobiología
• Con tejido de congelado se incrementaría el estudio
de la comunicación entre neuronas y las rutas que siguen
para regenerar el sistema nervioso, añadió el doctor
honoris causa por la UNAM
Con acceso a cerebros humanos donados tras
la muerte, se podría indagar a nivel experimental la comunicación
entre las neuronas y las fallas o modificaciones que ocurren en diversas
enfermedades neurológicas.
Por ello, Ricardo Miledi y Dau, investigador
del Instituto de Neurobiología (INb) y doctor honoris causa por
la UNAM, propuso crear en esta casa de estudios un banco de cerebros,
para profundizar en los estudios sobre el funcionamiento de ese órgano.
En la Universidad de California en Irvine,
donde también es investigador, Miledi observa los mecanismos
básicos que causan el autismo y el Alzheimer. Con tejidos de
esos órganos, congelados durante 11 años en un banco en
Estados Unidos, el neurobiólogo mexicano ha logrado rehabilitar
algunas funciones de receptores cerebrales.
“Quiero que el trabajo que hacemos allá
se realice aquí, en la UNAM, pero sería necesario un banco
de cerebros”, puntualizó en entrevista.
Por sus destacados trabajos, como el descubrimiento
del papel del calcio para producir la liberación de un neurotransmisor
y otros descritos en más de 500 artículos, Miledi ha obtenido
los premios Príncipe de Asturias 1999 y Nacional de
Ciencias y Artes 2005, entre otros.
Para constituir ese banco se requiere fomentar
en México una cultura de donación, que debe incluir a
médicos y pacientes, y extenderse del cerebro a todos los órganos
humanos para múltiples investigaciones. Sirven para otra persona
viva que los necesita, y siempre son útiles para generar nuevo
conocimiento, consideró.
La idea del egresado de la Facultad de Medicina
de esta casa de estudios, es tener ese espacio en el Instituto de Neurobiología
-del que es fundador en el campus Juriquilla, Querétaro-
para que los estudiantes y los jóvenes investigadores trabajen
en él.
“Resucitan” receptores
Interesado en saber cómo se comunican
las células nerviosas de cerebros humanos con autismo y Alzheimer,
y cómo funcionan los receptores a neurotransmisores en presencia
de esas enfermedades, Miledi ha diseñado un método de
microtrasplantes, consistente en injertar tejido humano en un ovocito
de rana Xenopus laveis (rana sumo de Sudáfrica), su
modelo de estudio por varios años.
Del banco se obtiene tejido con esos padecimientos
y se hacen membranas que se injertan a un ovocito de rana; las membranas
se incorporan y llevan sectores que había en el cerebro humano.
“Lo fantástico es que todavía funcionan, aunque
la persona estuvo muerta dos o tres horas antes de la congelación.
Resucitamos receptores y neurotransmisores que actúan en el cerebro
con Alzheimer y autismo”, explicó.
En este proceso, aclaró el universitario,
no se utiliza al batracio completo, sólo la célula germinal
aislada. “No vamos más allá por cuestiones éticas,
pero sería muy importante saber qué les pasa a las ranas.
Ahora solamente usamos el ovocito, antes de que siquiera se divida en
dos células”, aclaró.
Pese a estar en otro “recipiente vivo”,
el receptor cerebral humano continúa su trabajo. “Así
vemos cómo se desempeña, porque no sabíamos cómo
funcionaban nuestros propios receptores”, concluyó.
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