• Los niveles registrados en
la Tierra se han dado en otros periodos geológicos, expuso
Ligia Pérez Cruz, especialista del Instituto de Geofísica
de la UNAM
• A través de la observación de las concentraciones
se ha determinado cuáles periodos han tenido un clima más
cálido o han sido más fríos
Al aumentar las concentraciones de dióxido
de carbono (CO2), sea por actividad volcánica
o quema de combustibles fósiles, la temperatura del planeta
se incrementa. Por ello, se conoce que la temperatura registrada actualmente
en la Tierra era semejante a la del Cretácico y quizá
a la de otros periodos, expuso Ligia Pérez Cruz, del Instituto
de Geofísica (IGf) de la UNAM.
La especialista aclaró que la medición
de esas concentraciones ha podido determinar cuáles periodos
geológicos han tenido un clima más cálido o más
frío. Además, expuso que el CO2
es secuestrado por el océano, lo que provoca un efecto termorregulador.
Al impartir la ponencia Las mil y una
láminas: archivo de la historia del clima, detalló
“que enfrentamos una situación en la que hay tanto dióxido
de carbono que provoca el incremento en la producción de ácido
carbónico, lo que impacta en el desajuste del pH de las aguas
y, en consecuencia, afecta a los organismos marinos, principalmente
los corales.
“En la actualidad, si queremos un registro
del clima, se utilizan diversas herramientas tecnológicas,
como las estaciones meteorológicas o instrumentos electrónicos”.
Las estaciones tienen integradas una serie
de aparatos que miden la intensidad de la lluvia, dirección
del viento, intensidad, temperatura del aire, humedad relativa y radiación
solar absoluta y neta, parámetros que determinan el tiempo
y el clima en todo el mundo, explicó.
“Se tiene conocimiento y registros
de los cambios de temperatura desde1850, año en que se contó
con los instrumentos para estas mediciones, pero se sabe del clima
del pasado debido a la paleoclimatología”.
Los especialista dijo que ella y sus colegas
estudian registros que permiten entender cómo ha evolucionado
y cambiado el clima. La paleoclimatología reconstruye cómo
era el ambiente “y en esto trabajamos oceanógrafos, paleoceanógrafos
y paleoclimatólogos”.
Los registros naturales depositados en la
Tierra se dividen por su resolución temporal y por la información
proporcionan. Están los episódicos, que se ubican en
glaciares o el suelo, y los continuos, que se localizan desde en las
cuencas marinas y hielos, hasta en los árboles, comentó
en el auditorio Tlayolotl del IGf.
Estos registros se estudian con métodos
geoquímicos y biológicos para obtener información
de la atmósfera y la concentración de gases efecto invernadero
en determinado periodo.
Los más estudiados en esta área
son los núcleos de hielo, muestras que se toman mediante perforaciones
o tubos cilíndricos de agua congelada para ser analizados a
detalle. Si presentan una lámina clara y otra oscura, corresponde
al tiempo de formación de un año. “La resolución
que obtendremos tras analizarlas será anual”.
Al respecto, informó que un grupo
de especialista del IGf trabaja en el Golfo de California y analiza
registros de sedimentos laminados que posibiliten los estudios paleoclimáticos.
“Vemos los registros o archivos naturales
de alta resolución, es decir, sedimentos laminados que nos
ayuden a entender el tiempo y clima”, concluyó.
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