Sin educación, difícilmente los pueblos indígenas
lograremos nuestros sueños y aspiraciones. La formación
es fundamental, pero no sólo de estos pueblos, sino de la
sociedad en su conjunto, para cambiar actitudes de racismo y segregación,
afirmó la dirigente indígena, Mirna Kay Cunningham.
Al ofrecer la conferencia magistral “De las políticas
de reconocimiento a los retos de la reconstitución de los
pueblos indígenas y los desafíos de la implementación
de la Declaración de la ONU sobre los derechos de los pueblos
indígenas”, dijo que los procesos y las luchas
locales indígenas son importantes si se logran articular
con otros de carácter nacional e internacional.
De lo contrario, si luchamos fuertemente sólo en
el ámbito local no conseguiremos que nuestras demandas se
transformen en políticas públicas ni en normas internacionales
de derechos humanos, sostuvo en el auditorio “Alfonso Caso”,
con motivo de su investidura como doctora honoris causa por la UNAM.
“Hemos aprendido que las mujeres tenemos que meternos
en todo, y para ello, tenemos que prepararnos, aprender a utilizar
todos los mecanismos”, añadió la presidenta
del Centro para la Autonomía y Desarrollo de los Pueblos
Indígenas.
Los instrumentos de derechos humanos diseñados para
todas las personas, abundó, también nos sirven a los
pueblos indígenas. Tenemos que aprender a conocerlos y usarlos,
como las convenciones para la Eliminación de la Discriminación
Racial y de los Derechos del Niño y la Niña, además
de fortalecer nuestros propios mecanismos.
Ante académicos y estudiantes universitarios, Kay
Cunningham consideró que los indígenas no podemos
luchar y alcanzar conquistas solos. Necesitamos a todos los demás
sectores de la sociedad, trabajar fuertemente con ellos, porque
también padecen racismo y discriminación.
Uno de los desafíos para los próximos años
es el cambio climático. Es necesario que se reconozcan los
conocimientos de los pueblos originarios sobre el tema, sus formas
de manejo de los recursos y del ecosistema, porque al negociar medidas
de adaptación y mitigación, “nuestros puntos
de vista no son incluidos”.
A inicios de este siglo, en el mundo había entre
360 y 400 millones de indígenas; más de seis mil lenguas
son habladas por pueblos indígenas en 70 países. En
América, hay entre 40 y 50 millones de personas, de las que
al menos 25 millones son mujeres, y se hablan 850 lenguas.
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