En el inicio de la semana del centenario de la Universidad
Nacional, el artista Federico Silva dijo que para cambiar a México
y recuperar el espíritu de la Independencia, es necesario
jugar a imaginar que podemos cambiar los artículos constitucionales
que nos oprimen, que podemos echar a andar una nueva Revolución
y, sobre todo, una nueva moral.
Como preámbulo a la recepción del doctorado
honoris causa por parte de la UNAM, Daniel Manzano, director
de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), señaló
que Silva ha sido de los pocos que ha sabido conjuntar la labor
de creador con la de investigador, dándole una nueva dimensión
al quehacer artístico no sólo en la Universidad, sino
en todo México.
Al respecto, Laura González, del Instituto de Investigaciones
Estéticas, añadió que Silva, más allá
de ser un artista reconocido, es un hombre “cuyas ideas son
tan poderosas, que durante seis décadas, se han constituido
como un frente contra el estatismo del arte”.
En la conferencia Identidad y Memoria, Silva planteó
que frente al panorama nacional actual es necesario “dejar
atrás nuestros lastres y construir otra cosa”.
“Es que siempre es necesario ver al futuro”, expuso
Silva, quien criticó la doble realidad en que vivimos, una
que resulta cruda de observar, y otra, filtrada por la pantalla
de los televisores que, de tan edulcorada, hace difícil pensar
con claridad.
“Y la verdad, es que quisiera ser optimista, pero
la lista de los agravios crece”, estableció.
¿Y cómo no decir que nuestras circunstancias
son alarmantes?, preguntó Silva. “Lo que vemos es que
suprimen los artículos que evitan la venta del país,
o que el resultado de nuestra economía se traduce en hombres
que usan la esquina del crucero para vender tarjetas telefónicas,
dulces o que limpian parabrisas”.
Ahora, con los festejos del Bicentenario, se nos hace creer
que nuestra historia surgió hace 200 años; “en
realidad nació con el Quinto Sol, como señaló
Carlos Fuentes, pero desintegrar esa memoria es el propósito
de políticos disfrazados de patriotas”, asentó.
Por ello, propuso lanzar una cruzada de rescate que nos
permita que millones regresen a la cultura, a la que se sumen todos.
“Debemos jugar a imaginar que podemos construir millones de
escuelas, echar a andar una nueva revolución, cambiar los
artículos constitucionales que comprometen la soberanía
del país y recuperar el espíritu de la Independencia”,
añadió.
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