Un nuevo gen descubierto en personas de Asia y Reino Unido,
llamado NDM-1, provoca que una bacteria sea muy resistente a la
mayoría de los antibióticos, lo que lo convierte en
una amenaza para el desarrollo de “superbacterias” capaces
de enfermar a los seres humanos aunque se les trate con medicamentos
convencionales.
Sobre el hallazgo, publicado en la revista The Lancet
Infectious Diseases, José Luis Puente, jefe del Departamento
de Microbiología Molecular del Instituto de Biotecnología
(IBt) de la UNAM, explicó que las bacterias multi-resistentes
que portan el gen NDM-1 son también portadoras de secuencias
de ADN que les proporcionan resistencia para otro tipo de antibióticos,
y esto es lo que las convierte en una amenaza.
Pacientes en los que se ha aislado una bacteria con tal
resistencia recibieron algún tipo de tratamiento médico
en Asia del sur, pero la reciente aparición de casos en otros
países ha llamado la atención de las autoridades de
salud y generado alerta.
“La mayoría de las cepas bacterianas aisladas
de enfermos en las que se identificó el gen NDM-1, fueron
sensibles a otros antibióticos por lo que, en general, las
infecciones causadas por ellas han podido ser tratadas exitosamente”,
reconoció José Luis Puente.
Pero advirtió que el problema potencial es que la
tolerancia sea adquirida por otros microorganismos que poseen resistencia
a otros fármacos, o que sean causantes de enfermedades más
peligrosas.
El gen NDM-1
En agosto pasado, investigadores de la Universidad Cardiff
descubrieron el gen, al que llamaron Nueva Delhi metalo-beta-lactamasa-1
(NDM-1), en personas de Asia y Reino Unido.
“La relevancia del gen NDM-1 es que les permite producir
una enzima que por sí sola les da la capacidad de inactivar,
además de los antibióticos beta-lactámicos
más comunes, también los del grupo de los carbapenémicos,
que son más potentes y con un espectro más amplio,
los cuales se utilizan en casos de multi-resistencia y de infecciones
que no responden a otros tratamientos, sobre todo en el ambiente
hospitalario”, detalló.
Aunque fue recientemente identificado, la resistencia a
los carbapenémicos no es nueva, pues casos de bacterias tolerantes
a esos antibióticos han sido reportados en años anteriores.
“Lo preocupante de esa enzima es que tiene la capacidad
de inactivar un espectro muy amplio de antibióticos y, por
tanto, proporcionar multi-resistencia”, precisó Puente.
El NDM-1 está presente en un elemento genético
denominado plásmido, que puede movilizarse entre diferentes
bacterias y facilitar su adquisición por organismos que nunca
han estado expuestos a este tipo de antibióticos.
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