• Según datos de la Conagua, descarga
3.2 metros cúbicos de líquido residual por segundo,
destacó Alonso Aguilar Ibarra, del IIEc de la UNAM
• El desarrollo urbano en una cuenca es también
fuente importante de polución, por la liberación
de toxinas y nutrimentos
La agropecuaria es una de las actividades que más
agua utiliza, y también es uno de los sectores que más
degradan su calidad. Según datos de la Comisión
Nacional del Agua (Conagua) de 2002, descarga 3.2 metros cúbicos
por segundo de líquido residuales, señaló
el integrante del Instituto de Investigaciones Económicas
(IIEc) de la UNAM, Alonso Aguilar Ibarra.
Las aguas superficiales se contaminan por la tierra que
se arrastra hasta los ríos, y las del subsuelo por los
componentes que se filtran hacia los mantos freáticos,
en un proceso denominado lixiviación.
El Bajío y los estados del noroeste, explicó,
han registrado mayor contaminación, porque ahí se
realizan actividades agrícolas intensas.
En entrevista, acotó que las fuentes contaminantes
por hidrocarburos se ubican en franjas de extracción y
perforación petroleras, porque los transportes de combustibles,
gasoductos y oleoductos se encuentran, principalmente, en zonas
costeras y marítimas del país.
Pemex ha sido responsable de un número considerable
de fugas y derrames de hidrocarburos en el sureste mexicano, sobre
todo en Veracruz y Campeche. Este tipo de accidentes puede causar
polución aguda, que implica desde perturbaciones momentáneas
y locales, hasta graves impactos en el corto y mediano plazos.
“Los derrames no sólo contaminan el suelo
y el líquido, sino que merman la salud de los habitantes
y afectan su modo cotidiano de vida. Es el caso de quienes han
tenido que suspender sus actividades pesqueras por meses, sin
mencionar que la exposición frecuente de dispersiones puede
acabar con la productividad ecológica y económica
de un cuerpo de agua”, enfatizó.
El académico resaltó que el desarrollo
urbano en una cuenca es también una fuente importante de
contaminación, porque deteriora el recurso al liberar toxinas
y nutrimentos.
Además, la superficie asfaltada disminuye notablemente
la capacidad de filtración del líquido a los mantos
freáticos, pero aumenta el drenado de partículas
que se dirigen a los ríos, lo que ocasiona un aumento en
el riesgo de inundaciones.
Asimismo, los desechos domésticos también
aumentan la contaminación y la eutroficación —polución
por detergentes— porque incluso tratadas, las aguas residuales
urbanas contienen grandes cantidades de cloro, fósforo
y nitrógeno.
El precio de sanear el recurso para volverlo potable
es alto, y eso representa un monto extra para la sociedad. En
términos financieros, el agua tiene un costo económico
total que incluye no sólo un uso directo con precio claro,
sino que implica otros de tipo indirecto y pasivos, que no representan
mercados formales.
Ejemplo de ello son los servicios ecológicos y
valores culturales o religiosos, pero el hecho de que no se puedan
expresar en precios, no significa que no tengan valía,
puntualizó.
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