• Anteriormente, la donación de una
persona viva sólo podía hacerse entre familiares,
pero con las reformas a la Ley General de Salud, será
posible aún entre quienes no tengan parentesco, señaló
Ingrid Lilian Brena, del IIJ de la UNAM
• La “lista de espera” se eliminó para
dar paso a las bases de datos. Ahora se consideran los criterios
de urgencia y compatibilidad para la asignación
México se encuentra retrasado en materia de donación
de órganos. La falta de cultura en el tema es uno de los
problemas más graves a los que se enfrentan los trasplantes,
aseguró la integrante del Instituto de Investigaciones
Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Ingrid Lilian Brena Sesma.
La falta de transparencia es otro obstáculo, porque
el desconocimiento de información, como quién será
el destinatario de los órganos, cuándo se usarán
o si negociarán con ellos, es un asunto que causa temor
entre los posibles donantes.
En entrevista, la especialista señaló la
importancia de dar confianza y certeza; para ello, es importante
la realización de trámites, porque sólo así
se tendrá seguridad de que los trasplantes eviten el comercio
ilegal.
En situaciones como ésta, el derecho no sólo
contribuiría a fomentar la cultura de la donación
sino que garantizaría una normatividad en todo el proceso,
tanto para donantes como para los receptores de algún órgano,
además de que se llevaría a cabo de manera totalmente
legal y los pacientes contarían con información
oportuna, explicó la especialista.
Recordó que en 1984, se reformó la Ley
General de Salud para incluir un capítulo especial sobre
donación y trasplante de órganos, células
y tejidos, aunque con el paso del tiempo ha sido modificada en
diversas ocasiones.
Con los recientes cambios —en septiembre de este
año—, la “lista de espera” se eliminó
para dar paso a las bases de datos. Ahora para la asignación
se consideran los criterios de urgencia y compatibilidad.
En materia jurídica, la donación entre
vivos y la cadavérica tienen tratamientos diferentes. Los
miembros provenientes de una persona muerta pueden ser de utilidad
para otros, sin perjudicar a nadie; “eso hay que hacérselo
entender a la sociedad”, subrayó.
Anteriormente, la donación de una persona viva
sólo podía hacerse entre familiares, pero con las
reformas referidas, será posible aún entre quienes
no tengan parentesco, detalló.
Asimismo, en hospitales donde se extraen órganos
y se realizan trasplantes, se crearon comités internos
para evitar el tráfico, y constituyen la autoridad que
decide la distribución y asignación.
Finalmente, aclaró que los médicos que
practican la extracción no pueden ser los mismos que hacen
el trasplante, por cuestiones de seguridad.
Cifras del Cenatra
Según cifras del Centro Nacional de Transplantes
(Cenatra), hasta octubre de este año, se han realizado
100 trasplantes de córnea, 140 de riñón,
y tres de hígado; en tanto que en 2008, se llevaron a cabo
dos mil 386 donaciones de córnea, dos mil 244 riñones,
96 de hígado, ocho de corazón y uno de páncreas.
Un trasplante consiste en transferir un órgano
o tejido de un individuo a otro para reemplazar su función.
De acuerdo con la relación genética entre el donador
y el receptor, pueden ser de diferente tipo.
Los autotrasplantes o autoinjertos, que utilizan un tejido
del propio individuo, es decir, el donador y receptor son la misma
persona. Los isotrasplantes, cuando donador y receptor son genéticamente
idénticos, como ocurre entre gemelos univitelinos.
Los homotrasplantes o alotrasplantes, corresponden a
un donador y receptor que pertenecen a la misma especie, pero
que genéticamente son diferentes, y los heterotrasplantes
o xenotrasplantes, entre sujetos de diferentes especies.
La persona que recibe los beneficios de un órgano
se denomina receptor, y quien cede el órgano o tejido,
donante (cuando ha perdido la vida) o donador (cuando lo hace
en vida).
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