• Su manejo en las casas pone en peligro
la salud, indicó Irma Rosas
• La jefa del Departamento de Aerobiología del
Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, dijo que
la contaminación en interiores es uno de los mayores
riesgos para el ser humano
El fecalismo no es sólo un problema de contaminación
exterior, también sucede y de manera importante, en ambientes
pequeños como hogares o lugares de trabajo, señaló
la jefa del Departamento de Aerobiología del Centro de
Ciencias de la Atmósfera, Irma Rosas Pérez.
Explicó que el manejo del material fecal en las
casas, pone en peligro la salud de quienes están en contacto
directo con las heces fecales.
Cuando se habla de contaminación en interiores,
abundó, en gran medida se refiere al riesgo voluntario,
es decir, lo que sucede intramuros está supeditado, en
su mayoría, a la toma de decisiones personales y el cambio
al respecto, está en uno mismo.
Para Rosas Pérez, la contaminación en interiores
es uno de los mayores riesgos que de manera voluntaria, adquiere
el ser humano y que, de igual manera, se puede evitar.
“La costumbre de depositar el papel sucio con heces
fecales en un bote dentro del baño, guardarlo en bolsas
y entregarlo a los señores que recogen la basura, es fecalismo.
Esta práctica se promovió en la época en
que había fosas sépticas en México, sin embargo,
en las últimas décadas, a partir de la construcción
del sistema de drenaje, cambió la forma de procesar el
papel higiénico sucio”, subrayó.
En entrevista, dijo que una de las razones por las que
ya es posible depositar el papel en el sanitario es que los fabricantes
desarrollaron un papel suave, apto para procesarse en el inodoro.
Es una situación que la población mexicana
no sabe y piensa que al hacerlo afecta el sistema del drenaje.
En realidad, advirtió, el verdadero daño es mantenerlo
en botes.
Las bacterias de la familia Escherichia coli se desarrollan
en materia fecal y pueden ocasionar una infección si se
ingirieren a través del agua o los alimentos.
Esos microorganismos también liberan endotoxinas,
moléculas que se adhieren a las partículas suspendidas
en el aire que al ser inhaladas generan irritación nasal
y otros males respiratorios. Incluso se piensa que son posibles
causantes de asma y conjuntivitis en niños, indicó.
Así, la falta de control y tratamiento de material
fecal es uno de los mayores rezagos de México. Los cuerpos
de agua para riego y consumo humano también presentan restos
de excremento humano y de animales.
Finalmente, señaló que la Ley de Cultura
Cívica del Distrito Federal considera como infracciones
contra el entorno urbano de la ciudad, que los habitantes se abstengan
de recoger, de vías o lugares públicos, las heces
fecales de un animal de su propiedad o bajo su custodia. El castigo
es una multa de 11 a 20 días de salario o arresto de 13
a 24 horas
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