Boletín
UNAM-DGCS-725
Ciudad Universitaria
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
Pies de fotos al
final del boletín
·
Señaló
Humberto Olvera Quezada, integrante del grupo de
·
La idea es
usar ese animal como bioindicador de aguas contaminadas, explicó
·
Muestra las
malformaciones que producen ciertos agentes químicos, agregó
Especialistas de
Precisó que si bien esta especie ya se ha usado en áreas como
Durante la conferencia El uso del pez cebra (Danio rerio) como Modelo
en Toxicología Acuática, en
Se coloca al organismo dentro de un medio que contiene algún tipo de
sustancia química; a la hora de someter el embrión (cuyo huevo es transparente,
lo que permite seguir su desarrollo), se observa en qué momento aparecen esas
deformaciones. Los resultados pueden extrapolarse a los seres humanos, detalló.
Entre las ventajas del modelo se encuentran la sensibilidad que ese
organismo muestra a dichos elementos, como metales pesados, clorofluorocarbonos
y derivados de petróleo, entre otros; la gama de estos contaminantes es amplia, aseveró.
También, consideró, es un prototipo práctico, porque resulta fácil
sostener y reproducir esos peces. Asimismo, es económico, pues no se requiere
de infraestructura y condiciones sofisticadas para su mantenimiento.
De los resultados obtenidos, Olvera Quezada mencionó que manejan ya
algunas partes del cuerpo de estos animales como marcadores, siendo las más sensibles la columna
vertebral, las aletas ventrales y dorsales sobre todo, y el corazón.
En
Adicionalmente, hay muchos casos, comentó, sobre todo de organismos
acuáticos, donde hay bioacumulación de agentes químicos, como por ejemplo, los
camarones, los ostiones y la jaiba. A éstos no les pasa nada, pero cuando una
persona los ingiere “es una pequeña cápsula de metales pesados que puede
afectar su salud”.
Por ahora, sostuvo, falta confrontar este modelo con otros ya probados
y ver qué tan bien responde. Hay muchos organismos que se usan como
bioindicadores, como la trucha y algunas algas. De ahí que convenga hacer una
estandarización de todos los métodos y especies empleados.
Por su parte, Francisco Solís Marín, del Instituto de Ciencias del Mar
y Limnología, ofreció la conferencia Estudios de Equinodermos de México. Al
igual que muchos otros grupos marinos, señaló, aquellos han recibido poca
atención por parte de los especialistas y de la sociedad. A este grupo pertenecen
las estrellas, erizos y pepinos de mar.
De dichos organismos invertebrados, explicó, se conocen alrededor de
siete mil especies repartidas en 23 clases y tres mil 107 géneros. Es un viejo
linaje, pues se sabe que existieron en el Precámbrico; se tiene noticia de 16
clases extintas y son excelentes fósiles.
Se encuentran en todos los mares, profundidades y latitudes, agregó.
Pero sobre todo viven en los arrecifes de coral. Son dominantes ecológicos, es
decir, especies que por su simple presencia o ausencia pueden causar
cataclismos en el medio ambiente. Los hay también de diversos tamaños: de dos
milímetros ya adultos hasta varios metros de largo, concluyó.
-oOo-
FOTO
01
Francisco Solís Marín, del ICMyL de
FOTO 02
De los Equinodermos se conocen
alrededor de siete mil especies repartidas en 23 clases y tres mil 107 géneros.
Existieron en el Precámbrico y se tiene noticia de 16 clases extintas.
FOTO 03
Humberto Olvera Quezada, de
FOTO 04.
Especialistas de