Boletín
UNAM-DGCS-717
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PEQUEÑAS HASTA AHORA, LAS GANANCIAS COMERCIALES PARA LOS INTEGRANTES DEL
TLCAN
A poco más de 13 años de
haberse firmado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), son
pequeñas las ganancias obtenidas por los países que lo integran –México,
Estados Unidos y Canadá–, aseguró Jorge Alfonso Calderón Salazar, académico de
Ello, agregó, a pesar de que
durante varios años los gobiernos mexicano y canadiense han sostenido que este
acuerdo permitió ampliar los intercambios comerciales, modificar la estructura
de las exportaciones y otros elementos.
Al dictar
México ya tenía ventajas
sustanciales gracias a las reducciones arancelarias y bilaterales establecidas
en el sexenio de Miguel de
Agregó que antes del TLCAN el
país registraba un elevado nivel de especialización en su relación con el
vecino del norte, que en la década de los 80 ya se situaba por encima del 75
por ciento de los intercambios globales.
Por ello, Jorge Alfonso
Calderón afirmó que su particularidad productiva no nace con ese Tratado, pues
ya existía desde varias décadas atrás, y se tenía consolidada en los años 70.
Indicó que cuando ingresó al
Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio y Aranceles (GATT, por sus
siglas en inglés), en los protocolos de adición mantenía importantes capacidades
regulatorias y gradualidades en la reducción de aranceles, sobre todo en el
sector agropecuario, en donde hizo una buena negociación, al preservar la
facultad de dar subsidios, mantener derechos en materia de importaciones y
otros elementos.
Explicó que en 1987, bajo el
impulso de la severa crisis, se realizaron una serie de reducciones
unilaterales que tenían ventajas para Estados Unidos. Por ello, “el comercio en
sí mismo parece insuficiente para explicar el TLCAN”.
De esa forma, comentó, tanto
Canadá como México tenían la preocupación de que en ausencia de acuerdos
especiales en materia de acceso a mercado,
Es decir, recalcó, su visión
fue que, conscientes de la política gubernamental norteamericana, violatoria de
compromisos multilaterales, deberían buscar por la vía de un tratado
trilaterlal disuadir a esa nación de aplicar obstáculos operativos.
Así, dijo, la ganancia no
residiría en la ampliación comercial o la modificación de la estructura, sino
en no perder acceso al mercado estadounidense, basado en la presunción de que
un convenio regional tendría mayor credibilidad con sus contrapartes que las
responsabilidades por asumirse en
Calderón Salazar señaló que la
mayor parte de las transacciones internacionales hoy está regulada no por las
reglas multilaterales de
Si bien de manera formal hoy
existe una orientación cada vez más firme a que las normas regulen los flujos
de comercio y de inversión, así como las relativas a protección de propiedad
intelectual, son fundamentales las que están vigentes en los acuerdos
regionales.
El académico concluyó que con
el TLCAN, Estados Unidos buscó tener un seguro contra futuros cambios de
política económica en México. Es decir, una póliza de seguro para enfrentar las
transformaciones, al ganar relaciones especiales.
–o0o–
FOTO 1.
Jorge Alfonso
Calderón Salazar, académico de
FOTO 2
El investigador
de