Boletín
UNAM-DGCS-707
Ciudad
Universitaria
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REQUIEREN
ADICCIONES Y
- Señaló
- Se han constituido en serios problemas de
salud pública, consideró Víctor Manuel Guisa, director General de Centros
de Integración Juvenil
- El fenómeno de la fármacodependencia se
presenta cada vez a edades más tempranas: Mario
Las adicciones y violencia no pueden ser resueltos por una sola disciplina
o de forma independiente, sino a través de una solución interdisciplinaria, de
equipo e interinstitucional, afirmó
Al inaugurar el Diplomado Género, violencia familiar y adicciones
–organizado por esa entidad universitaria en colaboración con los Centros de
Integración Juvenil (CIJ) y
Por ello, subrayó, se requiere la formación de más profesionistas para
enfrentar la drogadicción y la violencia familiar, los cuales están lejos de
resolverse.
Mencionó que los involucrados en el Diplomado son especialistas de
diversas áreas y, en ese sentido, el desarrollo de esta actividad demuestra la
importancia de convivir e intercambiar puntos de vista entre áreas diversas y
personal de distintas instituciones.
Así, se congrega un grupo de expertos de varias disciplinas con una
visión panorámica e interdisciplinaria, para trabajar en equipo en la solución
de estos fenómenos, destacó en el auditorio
En el evento también estuvieron presentes Cuauhtémoc
Al tomar la palabra, el director general de los Centros de Integración
Juvenil, Víctor Manuel Guisa, indicó que género, adicciones y violencia
familiar son temas que se han constituido en serios problemas de salud pública.
De acuerdo con las encuestas, en la mitad de los hogares mexicanos se
suscitan prácticas de brutalidad, principalmente hacia mujeres y niños. Los
estudios que hasta ahora se han realizado muestran su correlación con las
drogas; por ello, en cada profesión se debe estar alertado de esta situación
para brindar un tratamiento adecuado a los pacientes, refirió.
Al mismo tiempo, acotó, se debe entender que no sólo los golpes son una
manifestación violenta, también la hay de tipo psicológico y ésta puede estar
presente en etapas tempranas del desarrollo de las personas, lo cual genera un
vacío emocional, un abandono que en algún momento pudiera justificar la
aparición de una adicción.
Este tipo de cursos ayuda a explicar que este fenómeno no debe ser
socialmente tolerado y, de este modo, se podrían evitar acciones de
dependencia, especificó.
Por su parte, Mario
Hoy, enfatizó, este último flagelo se mantiene, pero se presenta cada
vez a edades más tempranas, sólo que ahora se asocia a otros hechos, como los
accidentes.
En este contexto, se debería considerar si el entramado institucional
heredado del siglo XX tiene la capacidad de enfrentar esta realidad de hechos
cada vez más locales. Por ello, recomendó, se debe aspirar no sólo a la
rehabilitación médica sino a la reintegración social, individuos que tengan la
capacidad para seguir con el desarrollo de su personalidad o construyendo
proyectos de vida.
De hecho, el pensar este Diplomado desde una perspectiva de género se
asocia con la idea de asumir a plenitud que las cargas excesivas de violencia
se ejercen sobre todo contra mujeres jóvenes. Con este curso se busca formar
recursos humanos capaces de incidir, en tiempo y forma, para prevenir, proteger
o reintegrar a la comunidad a todas las víctimas, concluyó.
El Diplomado consta de siete módulos y los temas que se abordan son:
Contexto epidemiológico de los fenómenos: adicciones y violencia familiar;
Perspectiva de Género: masculinidad y feminidad; Marco conceptual de adicciones
y violencia familiar; Problemas asociados con las adicciones y la violencia
familiar; Modalidades de intervención en adicciones y violencia familiar;
Estrategias de prevención en adiciones y violencia familiar, y Legislación en
adicciones y violencia familiar.
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FOTO 01
Asistentes a la inauguración del Diplomado Género,
violencia familiar y adicciones, organizado por
FOTO 02.