Boletín
UNAM-DGCS-698
Ciudad Universitaria
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final del boletín
Bajo las interrogantes
sobre quién debería ser el dueño del saber, si la sociedad del conocimiento
contribuye a lograr una colectividad más justa, y en qué ámbitos es conveniente
el sistema de patentes y en cuáles resulta contraproducente, se puso en marcha
en la UNAM el Simposio Privatización del Conocimiento.
Al inaugurar este encuentro, Mari Carmen
Serra Puche, coordinadora de Humanidades, señaló que otras cuestiones por
esclarecer son si sería conveniente establecer el límite del contenido
privatizable, y con qué reglas, canales y usos, lo generado en instituciones
públicas podría pasar a manos de particulares.
En el Simposio –convocado por el
Proyecto Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural de esta Coordinación–
la funcionaria agregó que sería
fundamental formular los escenarios imaginados e ideales, hasta dónde es
posible pensar de otra manera y plantear modelos viables, deseables, con
impactos positivos, dentro de esquemas sociales y éticos articulados para
socializar el saber.
Serra Puche añadió que
los asistentes de México, España, Argentina y Estados Unidos, se dan a la tarea
de reflexionar sobre aspectos que son clave para entender a las sociedades, y
que a través de sus miradas desde diversas disciplinas y perspectivas,
penetrarán y buscarán aportar nuevos elementos, interrogantes y enfoques.
Asimismo, explicó,
buscan ofrecer respuestas, orientaciones, sugerencias, recomendaciones y
advertencias sobre estos fenómenos, en los diversos ámbitos y espacios: en la
investigación científica, las tareas académicas, en la necesidad de buscar
otros cauces y canales que amplíen los rasgos plurales y democráticos de las
colectividades.
En este marco, Ambrosio
Velasco, director de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), consideró que
este evento es evidencia de que la colaboración de las redes de grupos de
investigación de diversos países se consolida. Con ello se fortalece una
tradición filosófica iberoamericana de punta.
A su vez, León Olivé,
investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIF), recordó que a
lo largo de la historia, tanto el poder político –muchas veces, o casi siempre,
basado en la supremacía militar y en el ejercicio de la violencia–, así como el
económico, han puesto el conocimiento a su servicio.
No obstante, prosiguió el también
coordinador del Proyecto Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultura, la
revolución científica de los siglos XVII y XVIII, que instituyó a la ciencia
moderna tal y como se conoce hoy en día, estableció como uno de sus valores
centrales el carácter público del saber.
Surgieron así las
academias en todo el mundo y las revistas especializadas, como parte del
proceso mismo de gestación y consolidación científica, señaló en el Salón de
Actos de
También en ese siglo, indicó el
especialista universitario, aparecieron otros fenómenos, como nuevas formas de
generación, producción, distribución y, sobre todo, de apropiación de la
cultura.
Se crearon los mercados de conocimiento,
con el necesario reclamo del derecho a su propiedad privada, y a la obtención
de beneficios no sólo reducidos al provecho obtenido de su utilización, sino
que producen enormes ganancias a partir de su comercialización, especificó.
León Olivé sostuvo que
fue así como parece haber surgido la tensión entre su carácter de bien público,
derivado de sus conocidas propiedades de no desgastarse con el uso, y de ser
compartido sin que nadie deba quedar excluido, y el cariz privado de la apropiación
de los usufructos de su explotación.
Hoy, refirió, ante las
arrolladoras tendencias mercantilizadoras que han acompañado el desarrollo de
las sociedades del conocimiento, el problema es particularmente agudo para
Latinoamérica en general y México en particular, donde es ampliamente
reconocido no sólo el amplio déficit de avance científico, tecnológico y
humanístico, sino que muchos de los saberes tradicionales de los pueblos
originarios están siendo apropiados por empresas para beneficios particulares,
concluyó.
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FOTO 01.
Ambrosio Velasco, Mari Carmen Serra
y León Olivé, previo a la inauguración del Simposio Privatización del
Conocimiento, en la FFyL de la UNAM, para esclarecer el límite del contenido
privatizable.
FOTO 02
Mari Carmen
Serra, coordinadora de Humanidades de la UNAM, inauguró el Simposio Privatización
del Conocimiento. A su lado, Ambrosio Velasco, titular de la FFyL, y León
Olivé, del IIF.