Boletín
UNAM-DGCS-636
Ciudad Universitaria
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DEBEN DEFENDERSE LAS INSTITUCIONES DE SEGURIDAD SOCIAL EN MÉXICO
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Al ser el pilar de la estabilidad del país, afirmó Carlos Welti Chanes,
del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM
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Verónica Montes de Oca, también del IIS, dijo que la nación tiene en
etapa de la vejez a 7.8 por ciento de su población, es decir, casi nueve
millones de personas
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Ambos intervinieron en el ciclo Temas actuales de la sociedad mexicana
La seguridad social es el pilar de la estabilidad de un país como México, y todo lo que se haga en contra de ella afecta dicho equilibrio. Por ello, se debe defender a las instituciones que la representan, afirmó Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
Al dictar
Otra es realizar una
adecuación paramétrica para hacerla coincidente con el proceso de envejecimiento
de la población, es decir, que se modifique la edad de retiro y aumenten las
aportaciones que cada trabajador hace a los fondos de pensión, "lo cual se
ve difícil porque ya de por sí, en gran proporción, los salarios son de
sobrevivencia", dijo.
La posición
generalizada es privatizar lo que antes era responsabilidad del Estado y que en
otros países ha traído el incremento de la mortalidad en muchos sectores o la
quiebra de las empresas promotoras de salud. En general, ha sido un fracaso,
resaltó.
Welti Chanes expuso
que establecer los compromisos individual y social en relación con la sobrevida
de los ancianos es un asunto central. Aclaró que las necesidades de estos
individuos superan con mucho el ámbito de lo familiar; así, promover la
participación de este núcleo en las actividades involucradas con la atención de
dicho segmento es pretender volver al pasado.
Lo que se vive hoy
refleja los principios del neoliberalismo; "no sólo en términos
económicos, sino morales, pues dicen que la sobrevivencia es un asunto
individual, por lo que no se debe reformar, sino desaparecer el sistema de
seguridad social", expresó.
En el Salón de Usos
Múltiples de la Casa de las Humanidades, el experto señaló que la falta de correspondencia entre instituciones y
transformaciones sociales –como el incremento de la esperanza de vida y el
descenso de la fecundidad– se refleja en esta problemática.
Refirió que aún nacen
más de dos millones de mexicanos cada año, tal y como sucede desde hace
décadas; las tasas disminuyen al constituirse una población mayor. Pero que no
se tenga “la falsa idea de que el crecimiento demográfico está
solucionado", especificó.
Además, se percibe un
incremento en el porcentaje de población de la tercera edad. El incremento de
la esperanza de vida se asocia con transformaciones en el perfil
epidemiológico: las enfermedades de los ancianos no son las de los jóvenes, y
los tratamientos serán cada vez más costosos, agregó, aunque el desarrollo
tecnológico permitirá que en los próximos 20 años el 70 por ciento del
organismo se renueve.
Se ha dicho que el
proceso de envejecimiento ha llevado a la crisis de la seguridad social. Pero
antes también se apuntaba que si era un país subdesarrollado se debía a las
altas tasas de natalidad y fecundidad, pero ya bajó esta última y el asunto no
se resuelve, argumentó.
Si bien un indicador
bajo facilita la atención, de ninguna manera lo soluciona. Decir que el
problema de la seguridad social es demográfico es una falacia, enfatizó.
A su vez, Verónica
Montes de Oca, también del IIS, refirió que en México no existe un sistema de
seguridad social nacional, sino varios. No obstante, un gran porcentaje de la
sociedad no pertenece a ninguno de ellos. "Parece que al final, la familia
se hará cargo del adulto mayor".
En el país el sector
con 60 años y más es de menos del 8 por ciento. "Se tiene 7.8 por ciento
de la población, es decir, casi nueve millones de personas en etapa de
vejez". Ello derivado del descenso de
Otro elemento es la
migración; muchos municipios tienen cerca de 30 por ciento de población adulta
mayor, debido a que los jóvenes dejan sus lugares de origen. De hecho, 27 por
ciento de gente de más de 60 años vive en comunidades rurales y 60 por ciento
en localidades con más de 15 mil habitantes. Su tasa de crecimiento fue, en el
último quinquenio, de 3.5 por ciento, aunque la transición demográfica es
diferenciada en las entidades federativas.
Además, detalló, se
presenta un proceso de feminización del envejecimiento. Hay 87 hombres por cada
100 mujeres, aunque en las zonas rurales las cifras se invierten y hay 100
mujeres por cada 103 hombres. Esto último ocurre en Quintana Roo, Campeche,
Yucatán y Coahuila. En ese sentido, los programas dirigidos a este sector deben
tener también una perspectiva de género.
Otras entidades tienen
un doble reto en materia de política social para ese sector: gente envejecida y
con un alto grado de marginación. Tal es el caso de Chiapas, Guerrero y Oaxaca,
junto con Yucatán, Michoacán, Campeche, Hidalgo y Veracruz, concluyó.
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FOTO 01.
Verónica Montes de Oca y Carlos Welti Chanes, del Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM, participaron en el ciclo Temas actuales de
la sociedad mexicana.