Boletín
UNAM-DGCS-460
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al final del boletín
DELINQUEN MAYORÍA
DE MUJERES EN MÉXICO, INDUCIDAS POR SUS PAREJAS O HIJOS
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Afirmó
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Buscan proteger a sus parejas o vástagos
poniendo en riesgo su propia vida y libertad, aun cuando en la mayoría de los
casos éstos terminan abandonándolas, precisó
·
Está psicológicamente comprobado que un
niño que tiene un padre o una madre que haya delinquido, no tiene por qué ser
delincuente, indicó
Más del 60 por ciento de las mujeres que se
encuentran recluidas en México cometieron delitos inducidas por el marido o los
hijos, y en correlación o complicidad con ellos, aseguró
Ello,
mencionó, porque buscan proteger a sus parejas o vástagos poniendo en riesgo su propia vida y libertad,
aún cuando en la mayoría de los casos éstos terminan abandonándolas.
Señaló
que de acuerdo con el reglamento interno de los reclusorios, los hijos de las
internas podrán estar a su lado hasta cumplir los cinco años de edad, incluso
existen guarderías y preescolar para estos niños en Tepepan
y Santa Martha.
En
la actualidad, apuntó, hay mil 600 encarceladas distribuidas en los dos centros
de Readaptación, en donde se encuentran 50 niños aproximadamente, tanto en
etapa maternal hasta preprimaria. Son menores cuyas
madres fueron abandonadas por el marido o que la familia no puede hacerse cargo
de ellos.
“El
problema comienza cuando los infantes salen del penal, porque son
estigmatizados y criticados por la sociedad, que genera un fenómeno de
exclusión social por ser hijo de una delincuente”, cuando está psicológicamente
comprobado que un niño que tiene un padre o una madre que haya delinquido, no
tiene por qué ser delincuente, indicó.
Ahora
bien, si el delito cometido por la mujer supone una pena menor a diez años, en
muchos casos los familiares se encargan de sus pequeños, no obstante, se rompe
el vínculo materno debido a que ya no existe la misma convivencia, refirió.
En el caso de los niños dentro del penal con
su progenitora, en la búsqueda de crearse una realidad diferente, fantasean y a
veces no identifican que están dentro de un reclusorio, pues sus responsables
tratan de no dañarlos. Sin embargo, cuando cumplen cinco años de edad y deben
salir, es cuando comienzan los problemas, añadió.
Una
de las mayores consecuencias, es que les cuesta interactuar con las demás
personas por la condición en la cual han vivido, muchos desde que nacieron y
otros desde que entraron con su mamá cuando tenían apenas unos meses, aclaró.
Además,
socialmente hay una afectación clara, pues es difícil lograr que cambie su
forma de ver y asimilar su entorno fuera de los penales, cuando dentro de éstos
las situaciones que se viven son totalmente diferentes, recalcó.
Así,
la repercusión social es grave, aunque en ocasiones se puede generar un vínculo
cercano con la madre, al asumir la situación de que ella también fue excluida y
rechazada, sostuvo.
Por
otra parte, manifestó que en las condiciones de reclusión siempre va a estar
perturbada social, institucional y familiarmente, al tener que afrontar
diversas situaciones aunadas a la cuestión jurídica; es pues, marginada en
mayor medida que un hombre en las mismas condiciones, concluyó.
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FOTO 02
De acuerdo con el
reglamento interno de los reclusorios, los hijos de las internas podrán estar a
su lado hasta cumplir los cinco años de edad, informó la investigadora de
FOTO 01.
Más del 60 por ciento de las mujeres
que se encuentran recluidas en México cometieron delitos inducidas por el
marido o los hijos, aseguró