Boletín
UNAM-DGCS-442
Ciudad Universitaria
![]() |
![]() |
![]() |
Pie de fotos al final del boletín
AÚN EN LAS
PAREJAS MODERNAS EL SÍNDROME DE “NIDO VACÍO” PUEDE GENERAR CRISIS MATRIMONIALES
·
Señaló
·
No es un fenómeno exclusivo de la sociedad
mexicana. En todo el mundo los vástagos se separan del hogar al casarse, para
vivir solos o hacer viajes largos al extranjero, dijo
·
Puede repercutir de manera positiva si los
esposos han sabido comunicarse y llevarse bien afectivamente, porque disponen
de más tiempo para convivir, destacó
Pese
a que en las últimas décadas la edad de los hijos para independizarse o
procrear se ha retrasado, los padres modernos siguen sufriendo el síndrome del
“nido vacío”, afirmó
Esta
etapa es inevitable si se considera que se amalgama con la biología, pues la
reproducción y emancipación son innatas a la naturaleza humana. De hecho,
detalló, no es un fenómeno exclusivo de la sociedad mexicana. En todo el mundo
los vástagos se separan del hogar por diferentes razones, porque se casan,
deciden vivir solos o hacer viajes largos al extranjero.
El
psicoanalista consideró que es importante prestar atención a este fenómeno, porque
si no hay una base sólida detrás, puede generarse una crisis matrimonial.
Mencionó que este síndrome debe ubicarse
dentro de las etapas de evolución de
Después, abundó, viene su consolidación como
cabezas de una nueva familia; a ello viene el nacimiento de los hijos, su
crecimiento y el paso a la adolescencia, entonces repiten los mismos conflictos
que sus padres (escolares, familiares, emocionales, sexuales, vocacionales y
profesionales), los cuales pueden o no quedar resueltos. A continuación sigue
el reencuentro, es decir, la etapa del “nido vacío”, que termina con la vejez.
Cuando
los vástagos se van, ambos experimentan el aislamiento y sentimientos de
depresión ante la ausencia, debido a que sus actividades de crianza han
terminado, refirió.
Si
durante el cuidado de sus descendientes no existió comunicación, se acabó la
pasión y no se conocieron como personas de manera más profunda, puede
complicarse mucho la convivencia y, por lo mismo, su situación matrimonial,
explicó.
En
la mujer esta etapa es vista como algo natural, pero el hombre también se
deprime, aunque no igual porque no viven el embarazo como lo hace su
contraparte, y muchas veces no participan en la educación de los hijos, comentó
el especialista en psicología de lo masculino.
Si
bien en el “nido vacío” existe la necesidad de admitir y buscar lugar a nuevos
miembros, como los nietos, también es importante que la pareja al quedar sola
busque nuevos espacios mentales, convivir y reencontrarse, apuntó.
En
esta etapa a los cónyuges les toca presenciar la muerte de generaciones
anteriores y empiezan a pensar en el propio deceso. Además, por lo regular, a
esa edad muchas personas pasan por la jubilación, hay en ellas una declinación
de la capacidad física y aparecen las enfermedades, puntualizó.
De
hecho, agregó, puede presentarse la viudez y en ese momento sí surge la
necesidad de alejarse de su descendencia para iniciar una nueva relación.
No obstante, el síndrome del “nido vacío”
puede repercutir de manera positiva si los esposos han sabido comunicarse y
llevarse bien afectivamente, porque ahora disponen de más tiempo para convivir,
aseveró. Repercute negativamente si uno de los dos se deprime; generalmente es
la mujer, pero es entonces cuando el hombre debe mostrar más interés y
capacidad para sostenerla y animarla a seguir juntos.
En
realidad, subrayó, hay parejas que en este periodo se separan porque vivían
bien en tanto había hijos; pero cuando éstos dejan el hogar se dan cuenta que
ya no tiene la capacidad de entenderse afectivamente. Así, el divorcio se da
por la incomprensión y fricciones, al no poder relacionarse en la intimidad.
En
esta etapa, aclaró, la sexualidad es otro problema porque el hombre
prácticamente continúa con deseos, y la mujer pasa por la menopausia; por lo
mismo, sufre un fuerte cambio hormonal y en ese momento puede descender su
deseo sexual.
González
Núñez aseveró que en el síndrome del “nido vacío” es difícil encontrar
soluciones, pero se puede prevenir y educar a ambos para que cuando lleguen a
esta etapa sepan qué hacer.
Recomendó
como terapia una metodología donde se formen grupos de personas que están por
entrar en este periodo y discutir sobre qué pasa con la jubilación, la
sexualidad, los valores, los hijos y nietos que les gustaría tener.
Además,
los cónyuges deben prepararse desde el nacimiento de sus vástagos, vivir
plenamente su papel de padres y, al mismo tiempo, alimentar y enriquecer su
relación de pareja, concluyó.
-OoO-
FOTO 01
Es importante
prestar atención al problema del “nido vacío”, porque puede generarse una
crisis matrimonial, advirtió
FOTO 02.
Con el síndrome
de “nido vacío” es importante que la pareja, al quedar sola, busque nuevos
espacios mentales convivir y reencontrarse, afirmó