Boletín
UNAM-DGCS-438
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al final del boletín
ESTUDIAN EN
·
Académicos de
·
Han encontrado que en pequeñas cantidades
tiene resultados positivos, con buen porcentaje de recuperación
·
Las dosis y el tiempo de tratamiento son
factores decisivos para el efecto que pueda tener
Académicos
de
Se trata de una planta de amplia distribución en
Así
lo explicaron Lidia Rangel Trujano
y Guadalupe Koizumi Castro, integrantes del
Laboratorio de Farmacología de
Las científicas recordaron que esta investigación se inició desde lo
más básico, tés e infusiones, y están por comenzar la
fase de extractos. Posteriormente se trabajará con principios puros, con el fin
de identificarlos mediante técnicas como la cromatografía y espectroscoscopia.
Una infusión, aclaró Koizumi Castro, se
prepara con los sobres que venden en las tiendas: se pone a hervir el agua, se
echa la planta, se apaga el fuego y se deja reposar por cierto tiempo; de esa
forma se extraen algunos principios.
En tanto, el té de cocción se obtiene cuando se hierve agua, se coloca
la planta en el recipiente y se deja que siga hirviendo. En este último caso se
corre el riesgo de perder compuestos fotolábiles, que
se destruyen con calor y con luz, expuso.
Por
supuesto, también hay diferencias entre hervir una vez y por determinado tiempo
una cierta cantidad de hierba, y repetir el proceso varias veces. Los compuestos
obtenidos y su cantidad serán distintos, aclaró.
“Es lo que se evaluó este semestre y sí se encontraron muchas
diferencias luego de hervir cuatro veces. Se esperaba que hubiera más efecto
curativo; no obstante, se produjo un rebote, o sea, en vez de curar la úlcera,
Koizumi Castro recordó que en
En
una siguiente etapa, reiteró, se evaluó en ratas una curva dosis-respuesta, al
comenzar desde 10 y hasta 80 miligramos. Para ese caso se encontró que en el té
sí hay un efecto antiulceroso, pero con una dosis de
60 miligramos por kilogramo.
Asimismo, haciendo la separación de los principios dentro del extracto
de la planta, hasta el momento se han encontrado tres tipos de compuestos: flavonoides,
terpenos y alcaloides, explicó.
En
dosis altas, 100 y 200 mg, los alcaloides podrían ser
los causantes de
Mario
El estudio avanza; ya se caracterizan los compuestos, abundó. También
se realizan los espectros de infrarrojo y resonancias. “Se quiere obtener la
mayor información posible y reportar algunos componentes”.
La meta, abundó el especialista universitario, es tener seguridad en el
uso de la planta, como con cualquier fármaco alópata. Se quiere saber cuál es
la mejor manera de prepararlo.
Si se adquiere el extracto y se sabe qué principio activo es el que
causa el efecto terapéutico, eso permitirá un producto bien caracterizado y se dará a la población
mexicana una amplia gama de usos, adelantó.
En ese sentido los universitarios llamaron la atención respecto a la
importancia de que en México se establezca una legislación para fitofármacos, donde se incluyan conceptos básicos como qué
significan, cuáles deben ser sus características, entre otros aspectos.
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FOTO Z 04 PORTAL
Mario
FOTO Z 08
Lidia Rangel Trujano y Guadalupe Koizumi Castro, de