Boletín
UNAM-DGCS-427
Ciudad Universitaria
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NECESARIO, ESTABLECER
MEDIDAS LEGALES CONTRA
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Indicó Víctor Inzua Canales, profesor de
·
Aproximadamente unos nueve mil infantes se
desempeñan en las grandes tiendas de autoservicio; dos terceras partes lo hacen
en
·
Llamó a establecer una “norma oficial
efectiva” que garantice las condiciones de trabajo y de seguridad social que
los empleadores deben ofrecer a los llamados “cerillos”
·
Las propinas que se les ofrece, fluctúan
entre 40 y 150 pesos en un lapso de cinco horas. Si llegan a doblar el día,
entonces pueden alcanzar 300 pesos, dijo
A pesar de que la labor de los menores empacadores de las tiendas de
autoservicio está clasificada como actividad de explotación, no se promueven
medidas legales para sancionar con precisión a los actores involucrados en
dichos delitos, señaló Víctor Inzua Canales, profesor de
Los dueños de estas tiendas comerciales violan la protección jurídica y
social de estos niños, de acuerdo con la normatividad de
Sin duda, agregó el también antropólogo social, esto representa una de
las más inmediatas preocupaciones del proceso de modernización que se gesta en
el país. Los dueños de las tiendas deben cumplir con una relación contractual
adecuada que implique las garantías de la ley, incluyendo salario y servicios
médicos.
Aunque se trata de una forma de explotación infantil “menos
deplorable”, es responsabilidad de las autoridades proteger a los menores. Tal
fenómeno se hace presente cuando los supermercados niegan que exista una
relación laboral con estos niños, y con ello eluden dar prestaciones a cambio
de permitirles empacar las mercancías esperando una propina que con frecuencia
no llega, dijo.
Desde hace años el catedrático de
Es una población que no tiene contrato, sueldo base ni derecho alguno;
no obstante, es obligada por la empresa a cumplir requisitos formales como si
fueran empleados: cubrir horarios, responsabilidades y hasta son castigados o
amonestados si infringen las reglas o normas estipuladas, detalló.
Informó que la mayoría proviene de familias pobres que con su actividad
contribuyen al ingreso del hogar. Las propinas o ayuda simbólica que se les
ofrece, fluctúan entre 40 y 150 pesos en un lapso de cinco horas. Si llegan a
doblar el día entonces pueden alcanzar 300 pesos.
La economía informal no es un fenómeno nuevo, ha sido una constante en
la realidad productiva mexicana. De acuerdo con
Tal actividad, concluyó el especialista en culturas populares, ha
ganado relevancia y evidente incremento en los últimos años, como resultado de
un crecimiento escaso y errático, propiciado por las políticas de evidente
corte neoliberal.
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FOTO 01.
El catedrático de
FOTO 02
Víctor Inzua,
profesor de