Boletín
UNAM-DGCS-360
Ciudad Universitaria
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final del boletín
CRECE DE MANERA
IMPORTANTE EL NÚMERO DE NIÑOS QUE MIGRAN SOLOS A ESTADOS UNIDOS
·
Advirtió Anne Bar-Din Blugeot, del Centro
Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos de
·
Comentó que si para un adulto ser migrante
es difícil, con mayor razón para un pequeño
·
Cada año unos 150 mil menores intentan
cruzar la frontera hacia Estados Unidos, de los cuales 60 mil no lo logran y
son deportados
La migración de niños solos a Estados Unidos ha crecido de manera
alarmante; se estima que cada año alrededor de 150 mil menores intentan pasar
la frontera, de los cuales 60 mil no lo logran y son deportados, afirmó Anne
Bar-Din Blugeot, investigadora del Centro Coordinador y Difusor de Estudios
Latinoamericanos (CCyDEL) de
Estimaciones del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de
Este fenómeno se suma a los más de dos millones de mexicanos que se
trasladaron a esa nación en el pasado sexenio, y constituye un desafío, sobre
todo por la dificultad que representa para ellos dicha travesía. “Si para un
adulto es algo difícil, con mayor razón para un niño”, indicó.
En el marco del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, recalcó que la
principal razón que obliga a los infantes a iniciar su travesía es
En la actualidad residen en EU alrededor de 9.5 millones de personas
nacidas en México, de las cuales entre 3 y 3.5 millones son indocumentadas. De
ese total, 45 por ciento son mujeres, mientras que en cuanto a la edad, 13 por
ciento son menores de 15 años, 70 por ciento se ubica entre los 15 y 45 años, y
el resto tiene más de cuatro décadas y media de vida, según datos del Consejo
Nacional de Población.
Anne Bar-Din comentó que todos esos niños padecen un atraso escolar
importante. Por otro lado, a los que residen en
Detalló que quienes nacen en primera generación son los encargados de
construir un puente entre el nuevo imaginario en donde están insertos y el de
sus progenitores, que continúan con el adquirido en sus poblaciones. “Es
impresionante ver a infantes de cinco o seis años explicar a los padres cómo es
la cultura estadounidense”.
Estos pequeños tienen una labor importante al desempeñar ese papel,
porque los padres migrantes no tienen tiempo de aprender inglés, su carga de
trabajo es agobiante, son explotados y apenas tienen tiempo de estar con sus
vástagos, apuntó.
Mexicana por adopción y con 25 años de vivir en nuestro país, Bar-Din
Blugeot señaló que la tarea de los niños nacidos allá es
Además, destacó la académica universitaria, de una manera u otra la
pobreza les sigue afectando del “otro lado", porque como sus padres no
cuentan con los recursos suficientes no pueden acudir a la escuela y se genera
un círculo económico-formativo nocivo que les impide aprender como debían
hacerlo.
Comentó que la segunda generación también tiene una labor difícil en
las aulas, por lo que muchos de ellos fracasan al no contar con el respaldo de
los padres. La tasa de deserción escolar es elevada.
Además, para mandar a los hijos a la escuela en EU hay que pagar. Para
aprender y ser respetado como alumno, aunque no hable perfectamente bien el
inglés, es necesario ir a un colegio privado, y si los papás no pueden
costearlo, menos podrán hacerlo con la educación superior, que es cara,
recordó.
Hay licenciaturas, maestrías y colegios de comodidad más baratos pero
que no proveen a los estudiantes de los instrumentos necesarios para cursar un
nivel posterior. Es decir, reveló, “hay un bloqueo sistemático contra los
inmigrantes para que no puedan avanzar”.
La investigadora mencionó que otro fenómeno en México es que hay
poblados en manos de madres y abuelos volcados en los hijos, porque todos los
jefes de familia se fueron a EU. Ésta es también una situación de riesgo para
los niños, pero menos fuerte emocionalmente que el irse a otro país, porque ven
el mundo de una manera más hostil. Para los que se quedan su entorno es
acogedor y seguro, y no hay sensación de abandono ni peligro.
La especialista de
Además, el sueño de todos ellos es regresar a su país algún día. Por
eso envían puntualmente sus remesas, para construir sus casas y un día venir a
habitarlas. En Zacatecas y otros estados, por ejemplo, además de casas
particulares hay edificios, hospitales y escuelas edificados con esos recursos,
porque recuerdan que cuando eran niños no había nada de eso en sus pueblos, y
no quieren que eso se vuelva a repetir, concluyó.
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Cada año alrededor
de 150 mil menores intentan pasar la frontera, de los cuales 60 mil no lo
logran y son deportados, afirmó Anne Bar-Din Blugeot, del CCyDEL de
FOTO 2
La especialista
de