Boletín
UNAM-DGCS-343
Ciudad
Universitaria
CREAN EN
Con este proyecto innovador y único en Latinoamérica, el Centro de
Investigación en Energía (CIE) de la UNAM, ubicado en Temixco,
Morelos–encargado de su elaboración-, asume el liderazgo en México en el tema
de Energía Solar Fotovoltaica-hidrógeno como sistema de generación limpia de energía
eléctrica.
Fue elaborado por científicos del CIE quienes presentaron diversos
desarrollos que para su funcionamiento utilizan la luz solar.
Los investigadores también crearon, mediante un proceso químico, los
semiconductores controladores de radiación solar, que se pueden depositar sobre
cualquier superficie, como acetatos, vidrio, plástico y policarbonato, entre
otros.
Al dar a conocer los nuevos desarrollos, que se enmarcan en el
macroproyecto Ciudad Universitaria y la Energía, el director del CIE, Claudio
Estrada Gasca, subrayó que una vez más esta casa de estudios muestra que se
encuentra en la frontera del conocimiento y de las nuevas tecnologías.
El uso de fuentes renovables como alternativa viable para la producción
de electricidad, destacó, es uno de los temas más importantes en la agenda
mundial, porque la fuente principal de combustible utilizada en las plantas
generadoras de energía son los hidrocarburos.
Estrada Gasca señaló que, de acuerdo con predicciones oficiales, el
horizonte de vida de los combustibles fósiles es cada vez menor. Las reservas
probadas de los hidrocarburos se terminará en 40 años en el mundo, mientras que
México sólo 10; en tanto, el gas está previsto que se acabe en 65 ó 70 años, y
el carbón en 165.
Ante este panorama, resaltó, resulta fundamental obtener sustitutos y
el más importante hasta ahora es la energía renovable, por lo que consideró
necesario que el gobierno federal realice grandes inversiones en investigación
y desarrollo para no tener que importar tecnología.
Debido a que México forma parte del grupo de naciones que se encuentra
dentro de la franja solar, puntualizó, es rico en recursos energéticos
provenientes del Sol, por lo que tiene la capacidad suficiente para generar
energía renovable.
El sistema para generar electricidad, cuyos responsables son el
director del CIE, Claudio A. Estrada Gasca, y los investigadores Sebastián
Pathiyamattomm y Sergio Gamboa, tiene
como propósito principal la factibilidad técnica de acoplar los sistemas
fotovoltaicos en combinación con el de celdas de combustible de hidrógeno, para
producir una carga de hasta 10 kilowatts de potencial eléctrica instalada.
Este dispositivo, indicaron los especialistas, es en donde se le
inyecta hidrógeno a un sistema fotovoltaico para que sea completamente
autónomo.
Su impacto más importante sería sobre la polución, al apoyar todas las acciones que se
llevan a cabo a nivel mundial para la reducción de las emisiones del bióxido de
carbono atmosférico.
La planta piloto ya está en funcionamiento y actualmente provee de
energía eléctrica a uno de los edificios del CIE, que consta de 15 cubículos y
dos laboratorios, los cuales no han tenido restricción alguna en el consumo
energético. Con ello se quiere conocer las variaciones en las demandas de
cargas que podría tener una comunidad.
La instalación que se utiliza en este momento es viable incluso a
niveles de comunidades con un importante número de habitantes. Se cuenta con
una planta generadora de energía eléctrica de nueve kilowatts, equivalente al
suministro para nueve departamentos.
Posteriormente, este modelo se va a implementar en las instalaciones de
Ciudad Universitaria, para proveer de electricidad a diversas áreas.
En tanto, el investigador del CIE, Karunakaran Nair Padmanabhan explicó
que mediante un proceso químico semiconductores controladores de radiación
solar, se pueden depositar sobre cualquier superficie, como acetatos, vidrio,
plástico, policarbonato, entre otros.
Sus principales características, dijo,
son la transparencia en el
visible y el rechazo del infrarrojo. Tiene aplicaciones en la industria
de la construcción, a través de vidrios laminados y policarbonato celular.
Con los vidrios laminados se reduce la carga térmica en los interiores
de las edificaciones; se provee de buena visibilidad hacia el exterior, sin
distorsionar los colores; se mantiene unido el vidrio en caso de rotura, y
presentan características elásticas en colisiones.
Entre sus ventajas sobresale la seguridad en zonas propensas a
huracanes y tormentas; la protección a
los objetos contenidos en el interior de las construcciones, como las
obras de arte, textiles, libros y muebles, del deterioro debido a su exposición
a la luz, y el ahorro al reducir el
tiempo de uso de aire acondicionado y de iluminación artificial.
El policarbonato celular es un laminado traslúcido con buena claridad
óptica, aislante, con notable resistencia, no inflamable y de larga
durabilidad.
Tiene gran resistencia al impacto (golpes o granizo) 200 veces mayor
que el vidrio; es ligero y se puede curvar en frío; sus características son
inalterables por muchos años; transmite bien la luz, y permite una temperatura
agradable al evitar el paso del calor.
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