Boletín
UNAM-DGCS-277
Ciudad Universitaria
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final del boletín
PROPONEN MODELO
PARA
México
propuso recientemente un modelo único de estudio para fomentar las capacidades
de adaptación al cambio climático, que fue llevado a cabo en el estado de Tlaxcala por un grupo de investigadores del Centro de
Ciencias de
Abarca
tres sectores: agricultura, bosques y agua, con el propósito de mostrar la
vulnerabilidad tanto actual como futura del medio ambiente, y ofrecer propuesta
de adaptación al calentamiento global.
Ello,
como parte de la segunda etapa del proyecto Generación de Capacidades para
Se
formuló debido a que el aumento progresivo de la temperatura media de
En Tlaxcala, la agricultura de temporal ocupa 98 por ciento de
la superficie dedicada a esta actividad. El maíz es el cultivo más importante
–cubre 71 por ciento del total de la superficie sembrada–,
con una cosecha por año. Uno de los factores medioambientales que aumentan el
riesgo de pérdidas en las cosechas de maíz, es la erosión que presenta el
estado (una de las más severas de México). Aún cuando los campesinos saben
algunas técnicas de conservación de suelos, éstas dependen de la mano de obra
familiar o del trabajo colectivo. Pero, hoy en día, las familias y los grupos
sociales están seriamente afectados por el fenómeno de la migración hacia
Estados Unidos.
La
mayor amenaza será la disminución de la humedad de los suelos–apuntó
Magaña Rueda–, la cual podría convertirse en sequía
agrícola, así como la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos que podrían
manifestarse como fuertes tormentas o granizadas. Por ello, si no se actúa
desde ahora, esta actividad podría tender a desaparecer en ese estado.
Durante
los estudios previos de vulnerabilidad y adaptación, y en el marco del cambio
climático, los especialistas determinaron fomentar la capacidad de ajuste,
mediante la constitución de un equipo interdisciplinario integrado por físicos,
biólogos, agrobiólogos, arquitectos, químicos,
productores y tomadores de decisiones.
También
se propuso organizar reuniones periódicas con grupos focales de productores,
con técnicas participativas que permitan elaborar mapas de recursos naturales;
clasificar local y regionalmente los suelos; ubicar zonas con disponibilidad de
agua, de bosques y de fauna, e identificar los peligros climáticos que más
afectan a la agricultura.
Las
medidas para la agricultura serían la recuperación del suelo, aprovechar la
donación de composta por parte de
La
principal causa del deterioro de los bosques de la región está representada por
los incendios. Estos siniestros son provocados por los habitantes de las
comunidades cercanas para estimular el rebrote de pastos y renuevos, y así
obtener forraje para el ganado, o bien, para limpiar los terrenos y poder
cultivarlos.
La
segunda causa es la tala inmoderada; la tercera es el pastoreo, que inhibe el
desarrollo de los árboles que nacen por regeneración natural o de los plantados
en programas de reforestación. Los escenarios de cambio climático para esa entidad
proyectan una condición más seca, de menor humedad del suelo, frecuente en los
meses de primavera, por lo que el riesgo de incendios forestales aumentará y,
con ello, la tasa de pérdida de cubierta forestal, dijo.
Ahora
bien, puntualizó el investigador, si se toman acciones pertinentes en la
próxima década, las tendencias a la baja del capital natural del país pueden
ser menos drásticas, lo cual permitiría mantener un nivel de conservación de
cerca del 60 por ciento hasta por 100 años más.
En
materia de reforestación, se propone implementar un programa de plantación de
árboles de baja talla que presente mayor resistencia a sequías o requieran poco
riego en los primeros meses; hacer cambios en el calendario de siembras de
árboles para asegurar una mayor probabilidad de sobrevivencia;
establecer zonas o bosques semilleros, y un calendario de colecta; usar
especies nativas de cada estado, por estar más adaptadas al clima local;
mejorar genéticamente las especies; incursionar en sistemas productivos agro-silvo-pastoriles; implementar programas de saneamiento
vegetal; crear viveros municipales, e identificar áreas para esta actividad.
Sobre
conservación, se sugiere realizar programas de pago por servicios ambientales;
en producción, verificar las áreas con potencial para el aprovechamiento
forestal, impulsar el cultivo del cedro blanco para usarlo en la delimitación
de predios agrícolas, y supervisar programas de manejo holístico
que contemplen aspectos económicos, sociales y culturales de los dueños de los ejidos
donde se localiza un determinado bosque.
Magaña
Rueda advirtió que en Tlaxcala la situación actual
del recurso hídrico es crítica. Las proyecciones a futuro, bajo consideraciones
socioeconómicas, son poco alentadoras y preocupantes cuando se considera el
cambio climático. Las variables para construir los escenarios futuros incluyen
la oferta, que disminuye, y la demanda, que aumenta.
Las
estrategias a largo plazo para el manejo de la oferta y la demanda, expuso,
podrían incluir la conservación de las zonas de recarga –bosques y humedales–, regulaciones y tecnologías para controlar de
manera directa el uso del agua y la tierra, así como la protección de la
vegetación de las orillas, la restauración de los canales del río a sus formas
naturales y la reducción de la contaminación del agua.
La adaptación deberá considerar una mejor
planeación y preparación para sequías y avenidas, cuidados de la calidad del
agua, medición y cobro por uso del agua, una asignación equitativa del recurso,
decisiones que consideren el clima y sus variaciones, reglas de operación de
vasos y acuíferos ante el cambio climático, además de mejoras en la
infraestructura hidráulica.
El
diagnóstico del estudio realizado por los investigadores universitarios subraya
que las zonas productivas de riego se verán amenazadas con el abatimiento de
los acuíferos, debido a su sobreexplotación y al crecimiento de la zona urbana,
que demandará más agua. También, el incremento de algunos eventos extremos como
lluvias torrenciales y granizadas se volverá un peligro para la agricultura de
temporal.
El
sector hídrico, recalcó Magaña Rueda, tendría un futuro similar al de algunas
regiones semiáridas del país, donde la disponibilidad de agua está por debajo
de los mínimos sugeridos por organismos internacionales. Aunque en tres de los
cuatro acuíferos tlaxcaltecas no se habla aún de sobreexplotación, la situación
se acerca con rapidez a esa condición.
Ante
este panorama, se sugiere: incrementar la capacidad de almacenamiento de agua
ante lluvias extremas y extraordinarias (proyectadas bajo cambio climático);
favorecer la recarga hídrica; garantizar la existencia de reservorios y fuentes
secundarias para consumo humano, así como fortalecer las capacidades regionales
y locales por medio del rescate de estrategias desarrolladas en zonas rurales
frente a la escasez.
Cabe
destacar que se eligió Tlaxcala porque es
representativo de la forma de apropiación y uso de los recursos naturales de la
mayor parte del país. La agricultura, el aprovechamiento forestal y el uso del
agua del estado son ejemplo de la problemática de sobreexplotación,
contaminación y deterioro del medio ambiente, porque está ubicado en una zona
semiárida, que puede servir de modelo a otras regiones de México, y porque su
tamaño facilita el inventario de información.
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FOTO 1.
La principal causa del deterioro de los bosques de Tlaxcala está representada por los incendios, la tala
inmoderada y el pastoreo, señala una investigación realizada en
FOTO 2
El investigador Víctor Orlando Magaña Rueda habló del
modelo de adaptación al cambio climático propuesto por México, y que se llevó a
cabo en Tlaxcala por dos entidades de
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Investigadores de