Boletín
UNAM-DGCS-274
Ciudad Universitaria
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INICIA
Detalló
que, de forma inicial, se proporciona terapia contra los temores a verse en
lugares públicos o agorafobia, a volar en avión y a hablar en público –no como
problema de oratoria, sino como alteración psicológica–.
Las fobias, explicó, son trastornos de
ansiedad que se caracterizan porque una persona tiene miedo exagerado e
irracional a un objeto o situación de la cual, considera, le sería difícil
escapar. Por ejemplo, la agorafobia es un temor a sitios abarrotados o
abiertos, llenos de gente, donde "algo" podría pasar sin que nadie
conocido esté cerca para ayudarlos a salir.
Ante
un riesgo o amenaza real, abundó la experta, el organismo se defiende y activa.
No obstante, en este caso, sin que exista tal situación, aparecen síntomas como
sudoración, palpitaciones, taquicardia, falta de aire, entumecimientos, miedo a
perder el control, a volverse loco y, en un momento dado, la sensación de
muerte. En otros casos, se puede registrar un ataque de pánico.
Pueden
ser discapacitantes, señaló Cárdenas López. Alguien con miedo a subirse a un
avión y que requiere viajar debe usar transporte terrestre o negarse a ir; o si
tiene temor a lugares públicos puede dejar de trabajar, de salir a la calle, de
hacer compras, si no hay alguien que la acompañe; se aísla y retrae.
"De
acuerdo con la actividad y el tipo de fobia es el grado de discapacidad que
resulta. Además, hay diferencias individuales; no todas las personas presentan
los mismos síntomas", aclaró.
La
universitaria expuso que existen muchos tipos, pues se mencionan más de 200.
Pero son seis o siete los básicos, entre ellos a animales pequeños, la
acrofobia o miedo a las alturas, agorafobia, claustrofobia o a lugares
pequeños, y un tipo de miedo o estrés postraumático, luego de un asalto o un
accidente, por ejemplo.
En
nuestro país, según datos de
Ellas
tienen trastornos asociados a problemas de ansiedad, en tanto que los hombres
tienen más casos asociados a uso de sustancias, como alcohol y drogas, agregó.
Lo
mejor es exponer al paciente a la situación temida. Antes de la realidad
virtual se hacía "en vivo", se llevaba al paciente al lugar o
situación temidos; después se usó la imaginación donde el paciente lo
visualizaba, siempre en compañía del terapeuta, quien le recuerda emplear las
técnicas aprendidas para reducir ansiedad y modificar pensamientos, precisó.
Sin
embargo, tiene desventajas. Una es el costo; otra, la exposición pública del
sujeto. Además, el responsable debía ser experimentado, porque hay variables
que no se pueden controlar y la situación puede resultar más agresiva de lo
considerado, refirió.
Así fue que se comenzaron a usar las nuevas tecnologías en el procedimiento psicológico y exponer a la persona a las situaciones temidas, pero en realidad virtual. Sólo necesita lentes estereoscópicos en un consultorio, de forma confidencial; y el terapeuta tiene control total de los ambientes que se le presentan.
En este proyecto, realizado por el Laboratorio de Enseñanza
Virtual de
Para esta nueva modalidad, dijo, se han creado escenarios
familiares, donde el afectado puede "caminar" solo, con 10 o 100
personas, de día o de noche, además de activar estímulos interoceptivos o
sonidos de respiración agitada o latidos de corazón acelerado que lo hagan
sentirse inmerso. Puede explorar cada ámbito y supera sus miedos.
En
Concluyó que para ampliar este campo de conocimiento, donde
participan tan sólo 450 científicos en el mundo,
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El
tratamiento de fobias con realidad virtual, que opera en