Boletín
UNAM-DGCS-252
Ciudad Universitaria
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final del boletín
DESCUBREN FUENTE
DEL MATERIAL INTERGALÁCTICO QUE POSIBILITÓ VIDA EN LA TIERRA
·
El equipo internacional que hizo el hallazgo
fue liderado por Yair Krongold, del Instituto de Astronomía de la UNAM
·
Hoyos negros, responsables de “sembrar
semillas de la vida en el espacio intergaláctico”, al esparcir metales en el
universo
·
El director del IA,
Científicos de diversas universidades del mundo, liderados por la UNAM,
encontraron que el gas caliente que escapa de los linderos de enormes hoyos
negros provoca “contaminación” intergaláctica, elementos a partir de los cuales
se hizo posible
Para ello, utilizaron el satélite espacial XMM-NEWTON de
Un equipo internacional de astrónomos, liderados por Yair Krongold,
investigador del Instituto de Astronomía (IA) de
En conferencia de prensa, el director del IA,
Puntualizó que este hallazgo aporta datos adicionales para entender la historia
del universo. Además, se muestra una vez más que la astrofísica que se
desarrolla en la UNAM es competitiva con el resto del orbe. Los científicos
universitarios son de primer nivel y de talla mundial.
La Universidad demuestra, también, que produce nuevos cuadros,
científicos y tecnólogos que contribuirán a que el país avance.
Los investigadores de esa entidad Yair Krongold y Luc Binette
explicaron que hasta ahora se sabía que las estrellas “son las fábricas” de la
materia que hay en el Universo, los átomos, desde el más simple como el
hidrógeno, hasta el de mayor peso como el uranio.
Esta información apareció en la revista científica de alto impacto
internacional Astrophysical Journal. Los especialistas señalaron que los
hoyos negros no absorben todo lo que se les acerca. Mientras el gas circundante
no cruce la frontera conocida como el “horizonte de eventos”, todavía puede
escapar si se calienta lo suficiente.
Durante décadas, indicaron, observaron gas caliente que logra
dispersarse de los más poderosos hoyos negros a velocidades de entre mil y dos
mil kilómetros por segundo, y se han preguntado en qué cantidad. Ahora, con el
XMM-NEWTON han obtenido medidas precisas de este proceso.
Yair Krongold y su equipo estudió un hoyo negro de dos millones de
masas solares que se encuentra en el centro de la galaxia activa NGC 4051.
Observaciones anteriores sólo habían revelado las propiedades promedio
del gas que logra escapar. Gracias a las capacidades únicas del XMM-NEWTON de
observar, al mismo tiempo, un solo objeto celeste con varios instrumentos, el
equipo acopió información sobre las variaciones en el resplandor del gas y su
estado de ionización.
El mismo calentamiento que permite que el gas evada la poderosa fuerza
de atracción del hoyo negro, dijeron, también ocasiona que los electrones sean
arrancados de sus núcleos atómicos. El grado al cual sucede esto es conocido
como estado de ionización.
Con los datos obtenidos con el XMM-NEWTON, el equipo observó que el gas
logra librarse desde mucho más cerca del hoyo negro de lo que se pensaba.
Los investigadores también pudieron determinar la cantidad que evitaba
ser absorbida. Se calculó “que entre el dos y el cinco por ciento del material
que gira en torno al hoyo negro, o material de acreción, es el que logra
escapar. Esto es menos de lo que algunos astrónomos esperaban”, aseveraron los
investigadores.
El gas caliente contiene
elementos químicos pesados, que los astrónomos llaman metales. Estos, en
realidad, son cualquier componente más pesado que el hidrógeno o el helio, es
decir, se incluye al carbono, el elemento esencial para la vida en
Los especialistas se han preguntado cómo es que estos metales llegan al
espacio intergaláctico. El trabajo realizado por este grupo señala que galaxias
activas más poderosas que la NGC 4051 pueblan el espacio y se les conoce como
cuásares. En sus centros hay un hoyo negro que se alimenta vorazmente del
material que lo circunda, pero también tienen vientos de gas que escapan y de esa manera los metales son acarreados
hasta las zonas intergalácticas.
Si los cuásares son los
responsables de rociar de metales el espacio intergaláctico, la “contaminación”
podría expandirse en burbujas que rodean a cada galaxia de ese tipo. De esta
forma las diversas regiones del Universo serían enriquecidas por metales a
distintas velocidades. Esto puede explicar por qué los astrónomos ven
diferentes cantidades según la dirección hacia la que hacen sus observaciones.
Sin embargo, si la fracción del gas que escapa del hoyo negro es tan
baja como muestra el XMM-NEWTON en la NGC 4051, los astrónomos deberán hallar
otra fuente de metales intergalácticos, que podrían ser las galaxias que con
mayor frecuencia forman estrellas: las llamadas Infra Rojas Ultra Luminosas
(ULIRGs, por sus siglas en inglés).
“Con base en estas mediciones puede decirse que los cuásares están
haciendo su contribución de metales, pero no de todos los que existen en el
medio intergaláctico", concluyó Yair Krongold.
Para continuar su investigación, los astrónomos tendrán que utilizar la
técnica del XMM-NEWTON sobre una galaxia activa más poderosa. Tales
observaciones les permitirán determinar si la cantidad de gas que logra escapar
del hoyo negro cambia o permanece igual. Si se incrementa habrán solucionado el
rompecabezas. Si no cambia, la búsqueda tendrá que seguir.
El equipo de investigadores, encabezado por Yair Krongold, está
conformado por Fabrizio Nicastro, del Harvard–Smithsonian Center for
Astrophysics (HSCA) y el Observatorio Astronómico de Roma; Luc Binette, del IA
de la UNAM; Martin Elvis y Nancy Brickhouse, del HSCA; Smita Mathur, de
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FOTO 01.
Yair Krongold,
FOTO 02
Yair Krongold, investigador del
Instituto de Astronomía de la UNAM, encabezó el equipo internacional de
astrónomos que encontraron la fuente del material intergaláctico que hizo
posible
FOTO 03
Simulación artística de hoyos
negros, de los cuales escapa gas caliente que provoca “contaminación”
intergaláctica, con elementos a partir de los cuales se hizo posible la vida,
según se desprende de análisis de expertos de la UNAM.
FOTO 04
Todas, o la
mayoría de las galaxias tienen un hoyo negro, responsable de “sembrar semillas
de la vida en su espacio intergaláctico”, al esparcir elementos a partir de los
cuales se hizo posible la vida, señalaron científicos de la UNAM.