Boletín
UNAM-DGCS-238
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del
boletín
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Indicó Laura Somarriba Rocha, profesora de
la Facultad de Psicología de la UNAM
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En ese sentido, son cruciales el respeto, la
aceptación y buen trato recibidos por cada persona; además, la percepción de
éxito o fracaso obtenidos, dijo
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Dictó
Una sólida autoestima y valoración del otro son necesarios para formar
en la asertividad, por lo que el respeto, la aceptación y el buen trato
recibidos por cada persona, así como la percepción del éxito o fracaso
obtenidos, son factores cruciales para ello, afirmó Laura Somarriba Rocha,
profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Al dictar la conferencia
Autoestima y Asertividad, explicó que el primer concepto es la
valoración que uno tiene de sí mismo, la cual está en función de cómo se ha
vivido a través del tiempo y de si fue aceptado o no en el medio donde se
desenvolvía. Es creer en nosotros, la habilidad de lograr lo que se quiere, e
implica desde la imagen, capacidades y emociones hasta los sentimientos.
Desde otro punto de
vista es la suma de autoconfianza y autorrespeto, agregó. Refleja el juicio
implícito que cada uno hace de su destreza para enfrentar los desafíos de la
existencia, para comprender y superar los problemas, y sobre su derecho a ser
feliz, lo que implica respetar y defender sus intereses y necesidades. Se
genera desde adentro; sin embargo, lo externo influye. No es un don que puede
recibirse de alguien más, pues es íntimo.
Sobre cómo se genera la
autoestima, comentó que “no es estática, en tanto es influida por diferentes
factores a lo largo del desarrollo humano”. Sufre cambios a través del ciclo
vital y es resultado de una autoevaluación sobre la competencia y aceptación
social desde la infancia.
Consiste en que la
persona se conozca; en que tenga una autoimagen corporal, intelectual y
emocional lo más apegada a la realidad posible; en que se evalúe en una forma
positiva, al considerar sus capacidades y limitaciones; que tenga un profundo
respeto por sí misma, por sus limitaciones, sentimientos, por sus propios
valores y necesidades, dijo.
Algunos de sus elementos
son: autoconcepto (como me describo yo), vivir de manera conciente (implica
darme cuenta de quien soy y lo que hago), autoaceptación (es admitir como soy),
responsabilidad de uno mismo (cuerpo, pensamiento, conductas y asumirme como
persona), autoafirmación (me reafirmo en mis capacidades, voy a ser conciente
de lo que soy, de lo que tengo y de lo que hago; como consecuencia me da
seguridad), vivir con propósito y productivamente (teniendo un objetivo
constructivo), e integridad personal (sin dañarme), detalló.
Lo importante, indicó, es que es un concepto sencillo sobre el cual
todos han hablado. Sin embargo, en pocas ocasiones se reflexiona sobre ello, lo
cual limita e impide crecer.
Respecto a la
asertividad, destacó que es hacer valer los derechos propios, al expresar lo
que se necesita, cree, piensa y siente, de manera clara, directa, sin agredir u
ofender, con respeto a las otras personas, al abrir posibilidades de diálogo y
amistad con los demás.
La persona con esta
característica, aseveró, se valora con la misma escala que a los demás, acepta
los riegos que implica cada una de sus decisiones y comprende que no hay una
respuesta exacta, precisa y perfecta para cada situación.
Acerca de cómo saber
cuándo se es asertivo, recalcó que al darse la libertad “de ver y escuchar las
cosas tal como existen aquí y ahora”; de ser libres de sentir, en lugar de
esperar lo que se debe; darse la posibilidad, sin temor alguno, de pedir lo que
se quiere, en vez de buscar el permiso para hacerlo, y arriesgarse a mejorar
personalmente y para su beneficio.
Por otro lado, refirió,
existen los derechos: considerar las propias necesidades; cambiar de opinión;
cometer errores; ser tratado con respeto y responsabilidad; rehusar peticiones
sin sentirse culpable; pedir lo que se quiere; establecer las propias
prioridades y tomar decisiones; calmarse, tomar tiempo y pensar; obtener
calidad; satisfacer las propias necesidades; pedir reciprocidad; privacidad, y
sentirse bien consigo mismo.
También puede hablarse
de las habilidades para ser una persona asertiva: saber decir no, así como
demandar y comunicar emociones; expresar sentimiento negativos, y ser oportuno,
adecuado y directo, concluyó.
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FOTO 01.
Laura Somarriba Rocha, profesora de
la Facultad de Psicología de la UNAM, dijo que una sólida autoestima y
valoración del otro son necesarios para formar en la asertividad.
FOTO 02
La profesora de