Boletín
UNAM-DGCS-176
Ciudad Universitaria
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Pies de foto al final del boletín
Académicos de
La Reserva es una de las áreas naturales mejor conocidas en el mundo,
en cuanto a aspectos biológicos, ecológicos y ecosistémicos, y de los pocos
lugares conservados en América; sin embargo, la autorización de los proyectos
“IEL La Huerta (Marina Careyes)” y “Tambora” por
Durante el Coloquio Reserva de
Afirmaron que el sector académico no está en contra de proyectos que
busquen el desarrollo económico y social, pero se opone a los de corto plazo,
que sólo buscan el beneficio para unos cuantos, no cumplen con los
ordenamientos territoriales y ponen en riesgo a los ecosistemas naturales, que
constituyen la base tanto de las actividades productivas como de los ambientes
naturales que tanto atraen al turismo.
Los expertos destacaron que de construirse ambos desarrollos se
provocarían daños irreversibles en especies de flora y fauna, algunas de las
cuales desaparecerían en el mediano plazo; así como también generarían
problemas de migración, pobreza, contaminación por desechos sólidos y
sobreexplotación de los mantos acuíferos, entre otros.
Señalaron que la Reserva, establecida en 1993, busca garantizar la
conservación de la biodiversidad de especies y comunidades, y de los procesos
ecológicos y evolutivos que ocurren en el Bosque Tropical Caducifolio y sus
ambientes asociados en la región (bosque tropical subcaducifolio, manglares,
manzanilleras, vegetación riparia, pastizal, matorral espinoso, y palmares).
Como parte de la Reserva, la UNAM cuenta desde 1971 con la Estación de
Biología Chamela, en cuyos terrenos e instalaciones se ha generado un
importante acervo de información en relación con los ecosistemas, la biología
de innumerables especies, así como sobre la relación con los grupos humanos en
esas áreas.
Al respecto, Tila
Por su parte,
Este lugar se encuentra enclavado en una región caracterizada por una
elevada riqueza biológica: de las 94 especies de anfibios y reptiles
registradas, 58 son endémicas de México; de 270 de aves 24, y de las 70 de mamíferos, 16.
Esta información ha sido clave para que la reserva sea reconocida
nacional e internacionalmente. Recién fue incluida en
Al hablar sobre los desarrollos, César Domínguez, investigador del IE,
explicó que el proyecto de
Por su parte,
En el Auditorio del Jardín Botánico de la UNAM, señaló que de acuerdo
con las manifestaciones de impacto ambiental (MIA) se argumenta que ambos
complejos están planteados de acuerdo con el Programa de Ordenamiento Ecológico
Territorial del Estado de Jalisco, el cual permite la implementación de
proyectos turísticos de “baja densidad” en la zona de amortiguamiento de la
Reserva.
Sin embargo, éstos se encuentran lejos de ser de baja densidad y sí
afectarán las áreas de amortiguamiento de la Reserva y a ella misma.
Los proyectos establecen que no habrá un impacto negativo directo sobre
la RBCC, porque se encuentran fuera de sus límites. Si bien es cierto, en
términos biológicos su construcción y operación a menos de
César Domínguez sostuvo que los daños a la Reserva serían de tres
tipos: ecológicos, por la deforestación, pérdida de servicios ambientales e
impacto en el funcionamiento y estructura del ecosistema, y especies asociadas,
sobre todo las endémicas y en riesgo; sociales, por el crecimiento poblacional
que provocarán con sus consecuentes presiones colectivas y ambientales y en
especial por la demanda de agua; y de salud, por el incremento de residuos
sólidos al no existir rellenos sanitarios adecuados.
Además, agregó, la autorización de los proyectos es cuestionable, tanto
por las inconsistencias de los procedimientos seguidos, como por las
violaciones a la normatividad ambiental. Un análisis minucioso de las MIA
establece que dichos estudios no contemplan los impactos sobre flora y fauna
por lo que posteriormente fallan en determinar acciones precisas para aminorar
tales daños y las medidas de mitigación necesarias.
También es preocupante el futuro de las 9 especies de mamíferos
terrestres, 28 de aves, 30 de reptiles, 5 de anfibios y dos de peces que se
encuentran en categorías de riesgo.
Sin embargo, aclaró el investigador universitario, uno de los impactos
negativos más graves de los proyectos es la extracción de agua (más de 1.5
millones de m3 por año) de una fuente estacional que actualmente está sujeta a
explotación. No se presentan datos que respalden el uso sustentable de este
enorme volumen de líquido, ni sobre la capacidad de producción de la cuenca del
arroyo Chamela.
Álvaro Miranda, coordinador científico de
Por esa situación ha recibido múltiples reconocimientos a lo largo de
su existencia, que se remonta a 1993, cuando se le denominó Reserva de la
Biosfera, y ha sido denominada como región Hidrológica y Marina Prioritaria por
En el Coloquio estuvieron Héctor Arita Watanabe y Alberto Ken Oyama,
directores del IE y el CIEco, respectivamente; así como
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FOTO 01.
Héctor Arita
Watanabe, Tila
FOTO 02
FOTO 03
Álvaro Miranda,
coordinador de
FOTO 04
César Domínguez,
del IE de la UNAM, informó que el proyecto “La Tambora” planea construir un
hotel de gran turismo con habitaciones, lo que afectaría la Reserva de
FOTO 05