Boletín
UNAM-DGCS-132
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Universitaria
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SIN PRECEDENTES, LOS DECLIVES Y EXTINCIONES DE ANFIBIOS EN EL MUNDO
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Señaló en la UNAM Joseph R. Mendelson,
investigador del Zoológico de Atlanta, Estados Unidos
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Es un fenómeno similar al ocurrido con los
dinosaurios, cuando una gran cantidad de biodiversidad desapareció en un corto
tiempo, dijo
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Participó en el Seminario La crisis global de los
anfibios y la escala de respuesta, en el auditorio del Jardín Botánico
El mundo actual registra graves declives y extinciones masivas de
anfibios, sin precedente en la historia humana. Es un fenómeno similar al
ocurrido con los dinosaurios, cuando gran cantidad de biodiversidad desapareció
en corto tiempo, afirmó en la UNAM Joseph R. Mendelson, investigador del Zoológico
de Atlanta, Estados Unidos.
El también especialista del grupo de anfibios
de The World Conservation Union (UICN) expuso, durante el Seminario La crisis
global de los anfibios y la escala de respuesta, que respecto a esta situación
hay un consenso académico, a diferencia, por ejemplo, de las opiniones en torno
al cambio climático.
La disminución y desaparición de sapos, ranas,
salamandras y cecílidos, insistió en el auditorio del Jardín Botánico, son el
ejemplo más claro de una clase entera de animales amenazados.
Señaló que en el mundo se conocen poco más de 6
mil especies de esos animales; en México son 375, pero, sin duda, tales números
son bajos. Tan sólo la revista Science publicó una evaluación global en donde
consigna que del gran total, por lo menos 170 linajes están recientemente
extintos, y más de 30 por ciento está en peligro.
Existían alrededor de 120 variedades de ranas
arlequines en Centro y Sudamérica; la publicación marca que de ese número, 30
están perdidas desde 1996 y sólo 10 son “saludables”, por ejemplo, advirtió.
Asimismo, se registran extinciones de
ecosistemas. Así ocurrió en Costa Rica y pasa en Panamá, donde se pierden 90
por ciento de los individuos anfibios y ya han desaparecido 50 por ciento de
los grupos. “Es una escala sin precedentes”, reiteró.
Tales hechos se deben a amenazas
documentadas, como destrucción de hábitat, problema grave y serio en casi todo
el orbe; contaminación ambiental, aunque no se sabe mucho de los efectos para
esa fauna; el consumo y comercio, y el cambio climático, a pesar de la
dificultad para demostrar con exactitud cómo les daña, explicó.
Éste se ubica en la parte superior
de la piel de los animales, en la queratina y, por su tamaño, es difícil de
diagnosticar. Se mueve y dispersa a través del agua, e infecta a otros
individuos. En muchos casos es fatal. En Panamá y Costa Rica ha causado la
extinción de más de 50 por ciento de las especies en algunos de los sitios
afectados, y “aunque en cautiverio es fácil tratarla, en el hábitat natural es
incurable; en el campo no se puede hacer nada”, reconoció.
Joseph R. Mendelson sostuvo que el
hongo puede causar daños de forma directa, sin asociación con ninguna otra
amenaza. Para enfrentarlos hay diversos retos: su escala mundial, ya que cada
continente tiene registros y ejemplos de muertes; la ausencia de datos de
muchas regiones, “no se sabe nada de África y Asia”.
La técnica para diagnosticarlo ha
sido desarrollada recientemente y se implementará en México y otras partes de
América Latina mediante un taller impartido en el Instituto de Biología de la
UNAM por parte del mismo experto.
Otro reto mayúsculo es la ignorancia
casi total de su biología y de la conexión entre éste, el clima y los declives
de anfibios. En México, recordó el experto, en 1986 se hicieron observaciones
de grupos de ranas que murieron en Sonora. No obstante, no se hizo un registro
oficial y los estudios han sido pocos.
Ahora los esfuerzos continúan para
analizar a los anfibios. Sin embargo, existe una larga lista de especies, casi
todas endémicas del territorio mexicano, a las cuales nadie ha visto en
décadas. Esas y muchas otras más ya no existen. “En ésta y en cada nación, las
estimaciones del problema son en realidad subregistros”, apuntó.
El fenómeno es serio y requiere una
respuesta mundial. Por ello, en septiembre de 2005, una delegación de expertos
en anfibios de UICN y de Conservation International, científicos y conservacionistas,
acudieron Washington. El resultado de esa reunión fue el llamado Plan de
Conservación de los Anfibios, y la declaración respectiva será publicada
oficialmente dentro de unos meses.
Hay amenazas familiares (como la
destrucción del hábitat) y nuevas (como la enfermedad), que afectan a lo
anfibios. Las investigaciones científicas convencionales, así como la
conservación tradicional, no serán suficientes para enfrentar la crisis. Se
requiere coordinación y financiamiento a escala global para protegerlos y
prevenir su extinción, finalizó.
—o0o—
FOTO 1
La disminución y desaparición de
sapos, ranas, salamandras y cecílidos son el ejemplo más claro de una clase
entera de animales amenazados, dijo en la UNAM el experto Joseph R. Mendelson.
FOTO 2
Joseph R. Mendelson, investigador del Zoológico de
Atlanta, Estados Unidos, participó en el Seminario La crisis global de los
anfibios y la escala de respuesta, en la UNAM.
FOTO 3.
El especialista Joseph R. Mendelson
dijo en la UNAM que el factor más importante para la merma de anfibios es una
enfermedad contagiosa, la quitridiomicosis, causada por un hongo patógeno.