Boletín
UNAM-DGCS-100
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Pie de fotos al final del boletín
DETECTAN ALUMNOS DE LA PREPARATORIA 5 DE LA UNAM UNA EXPLOSIÓN EN EL SOL
· Dicha
información fue confirmada por la NASA posteriormente, al cotejar sus registros
· Este
estallido, conocido como eyección de masa coronal, fue descubierto por seis
estudiantes el pasado 23 de enero
· Realizarán
la misma labor pero con Júpiter y su satélite natural Ío, los últimos días de
febrero o los primeros de marzo próximos
Alumnos de sexto año de la
Escuela Nacional Preparatoria (ENP) de la UNAM, plantel 5 José Vasconcelos,
detectaron una explosión en el Sol, información que posteriormente fue
confirmada por especialistas de la NASA, de acuerdo con sus propios registros.
Este estallido, también
conocido como eyección de masa coronal, fue descubierto por seis estudiantes de
esa Escuela el pasado martes 23 de enero a las 12:47 del día, tiempo de México,
cuando monitoreaban dicho astro en el Laboratorio de Radioastronomía de esta
entidad.
De esa forma, Mónica González,
Irvin Dionisio, Paola Trejo, Jacqueline Olea, Sergio Torres y Eric Baños,
apoyados por el ingeniero Alfonso
Castillo Ábrego, coordinador operativo del proyecto y profesor del plantel,
fueron testigos de dicho acontecimiento.
Estos fenómenos emiten miles
de millones de toneladas de energía solar, lanzan gas electrificado al espacio,
expulsan el viejo campo magnético del Sol y permiten que se forme uno nuevo con
orientación inversa y renovada fuerza.
Al respecto, los
preparatorianos comentaron que entre las instituciones de educación superior,
la UNAM es la única que cuenta con este tipo de antenas; además, es difícil que
el gobierno u otra instancia posean información similar.
Estos jóvenes, quienes durante
varios meses se han dedicado a monitorear en sus tiempos libres al astro rey,
se aprestan a realizar la misma labor pero con el planeta Júpiter,
específicamente en su satélite natural Ío, durante los últimos días de febrero
o los primeros de marzo, en colaboración con varios académicos del plantel.
Mónica González Flores señaló
que este equipo se ha abocado al estudio y monitoreo de la actividad solar, en
especial a detectar cuando se presentan eyecciones de masa coronaria.
Para su labor, utilizaron
diversos instrumentos como computadoras, receptores o antenas parabólicas o
especiales, como la Yagi o la Radio Hob. Incluso, se pueden usar aquellas con
las que se reciben señales de televisión de paga o restringida.
Asimismo, emplearon programas
para registrar gráficas de sonido. El dispositivo se conecta directamente al
receptor y de éste a la computadora, con lo cual se puede graficar lo que
capta. Para el audio se emplea un software y masterización. También cuentan con
receptores HF o de alta frecuencia.
González Flores aclaró que
casi siempre las emisiones producidas por las eyecciones solares no son
perceptibles por el oído humano, y se necesitan aparatos especiales que las
hacen audibles.
A su vez, Paola Trejo Flores
detalló que por lo general “se reciben ondas de radio del Sol, y se registra si
hay una posible protuberancia”.
Estos fenómenos, comentó Irvin
Dionisio Calderón, se presentan de manera espontánea. En el Laboratorio se
comienza a monitorear al astro rey desde las 10 de la mañana, y en ocasiones,
cuando es necesario, a las 8, y se concluye a las 2 o 2:30 de la tarde.
No obstante, informó que es
alrededor del medio día cuando presenta mayor actividad, al estar en el centro,
específicamente entre 11:50 y 12:20, cuando se registran un poco más de
protuberancias y eyecciones.
Eric Baños Alaniz afirmó que
se consignan sonidos. “En esta ocasión fue uno diferente; es decir, por lo
general se presentan variaciones, pero con el mismo audio, y el 23 de enero
apareció uno distinto. Eso permitió determinar que había algo anormal en lo que
se había captado, y al ver en la gráfica hallamos que podría ser una
protuberancia”.
Jacqueline Olea subrayó que
este tipo de actividad se origina cuando el Sol muestra manchas. En una página
que la NASA tiene en Internet se puede apreciar lo que realiza el Solar and
Heliospheric Observatory (SOHO), en donde es posible observar dichas figuras, y
cuando ello sucede se notan más las fulguraciones.
Sin embargo, abundó, no son
constantes, no aparece una cada cinco minutos o cada minuto. Ello depende de la
cantidad de dibujos en el Sol, si no tiene serán pocas las que se reciban, de
lo contrario serán abundantes.
Sergio Torres Vázquez explicó
que la protuberancia detectada ha sido la única que han recibido desde que
comenzó el actual ciclo escolar. Sin embargo, el 25 de diciembre se descubrió
otra.
Jacqueline Olea dijo que lo
primero que se hizo con la información fue registrarla, apartar la gráfica,
guardarla junto con el sonido y enviarla a la NASA. Posteriormente, mediante un
correo electrónico, la Agencia respondió que habían avistado lo mismo.
Expuso que estos fenómenos
pueden ocasionar interferencias en los celulares, apagones en las ciudades o
daños a los aparatos eléctricos. Desde el punto de vista de la salud, se
observa que en cada ciclo solar, cuando está en su máximo punto, existen más
infartos al miocardio.
Ubicar esta eyección de masa
coronaria ha sido una gran satisfacción. Además, este tipo de actividades
despiertan un gran interés de los estudiantes por la ciencia. Cuando “recibimos
el correo de la NASA fue satisfactorio, porque nos dimos cuenta de que
estábamos captando algo correcto. Somos la única universidad en México que
tiene este tipo de antenas, por lo que es gratificante no sólo para nosotros
sino para la Universidad Nacional”, refirió.
En su oportunidad, Alfonso
Castillo Ábrego reiteró que la labor realizada por los jóvenes ha sido
satisfactoria; sobre todo porque los introduce más en la ciencia, con el fin de
que utilicen la física o matemáticas en general, no sólo la del pizarrón, sino
también en la vida.
El Laboratorio de
Radioastronomía cuenta con varios tipos de antenas, y recién adquirieron dos
nuevas del Tecnológico de Massachussets, que comienzan a armar. Además,
construyen otra de 12 metros de longitud y 17 de ancho, para monitorear a
Júpiter y su satélite Ío.
Esta luna es el cuerpo celeste
más volcánico que hay en el Sistema Solar, por lo que lanza enormes fumarolas
de sulfuros, los rayos ultravioletas llegan, las ionizan y dan vuelta en
espiral en las líneas del campo magnético. “Todo ello provoca ondas de radio
que se pueden detectar”, arguyó.
Según las predicciones anuales
que emite la Universidad de Florida, el 27 de febrero será cuando se registre
mayor actividad en esa región, “por lo que será en esos días cuando se siga a Júpiter.
La información que se obtenga será enviada a la NASA, y a las universidades de
Florida y de Hawai, y ellos, a su vez, mandaran la que recaben”, concluyó el
académico universitario.
–o0o–
FOTO 1
Mónica González,
Irvin Dionisio, Paola Trejo, Jacqueline Olea, Sergio Torres y Eric Baños, son
los alumnos de sexto año de la Prepa 5 de la UNAM, que detectaron una explosión
en el Sol.
FOTO 2
El profesor
Alfonso Castillo Ábrego coordina al grupo de alumnos de la Prepa 5 de la UNAM
que monitorea las eyección de masa coronal del Sol, en el Laboratorio de Radioastronomía de esta
entidad.
FOTO 3
Un alumno de la
ENP de la UNAM, plantel cinco, muestra el lugar del Sol en donde se produjo una
eyección de masa coronal. Sus observaciones fueron corroboradas por la NASA.
FOTO 4
Alumnos de la
Prepa 5 de la UNAM monitorean al Sol con un telescopio óptico. La actividad del
astro es más intensa entre las 11:50 y 12:20 del medio día, cuando hay más
protuberancias y eyecciones.
FOTO 5
Estudiantes de la
ENP de la UNAM, plantel 5, armaron una antena Yagi de 9 metros, dentro de las
labores del Laboratorio de Radioastronomía de esta entidad.
FOTO 6.
Estudiantes de la
Preparatoria 5 de la UNAM dan mantenimiento a una de las antenas del
Laboratorio de Radioastronomía, con la que pudieron identificar una explosión
en el Sol.
FOTO 7
Alumnos de sexto
año de la ENP de la UNAM, plantel 5, detectaron una explosión en el Sol, que
posteriormente fue confirmada por especialistas de la NASA, de acuerdo con sus
propios registros.
FOTO 8
Alumnos de la
Prepa 5 de la UNAM dan mantenimiento a la antena parabólica SRT (Haystack) del Laboratorio
de Radioastronomía, con el que hacen sus monitoreos solares.
FOTO 9
Armado de una de
las antenas con que cuenta el Laboratorio de Radioastronomía del plantel 5 de
la ENP de la UNAM, cuyos alumnos realizaron observaciones confirmadas por la
NASA.