06:00  hrs. 15 de Febrero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-094

Ciudad Universitaria 

 


Mario Bojórquez

Pies de foto al final del boletín

 

GANA ALUMNO DE LA UNAM EL PREMIO DE POESÍA AGUASCALIENTES 2007

                                                          

·        Mario Bojórquez Güereña, estudiante del SUA de la Facultad de Filosofía y Letras, se hizo acreedor a esta distinción

·        La obra ganadora es El deseo postergado y será publicada en la colección Las dos orillas de la editorial Joaquín Mortiz

·        No es un libro alegre, porque habla de la miseria del hombre, de cómo de pronto la vida no te permite completar tu deseo, refirió el universitario

 

Mario Bojórquez Güereña, alumno del Sistema de Universidad Abierta (SUA) de la carrera de Lengua y Literatura Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, obtuvo el Premio de Poesía Aguascalientes 2007, por la originalidad de su obra y el conocimiento y dominio de la tradición del verso.

 

La obra ganadora es el poemario El deseo postergado y la distinción consiste en un estímulo económico y su publicación en la colección Las dos orillas de la editorial Joaquín Mortiz.

 

El Premio Aguascalientes nació en 1930 como juegos florales de la Feria de San Marcos. En 1968 se convirtió en nacional y se otorgó a Juan Bañuelos; en los años siguientes lo recibieron grandes autores mexicanos como José Emilio Pacheco, Eduardo Lizalde, Óscar Oliva, Efraín Bartolomé, Francisco Hernández, Coral Bracho, Eduardo Langarne, Elsa Cross, María Baranda y Jorge Fernández Granados.

 

“Todos ellos son poetas que admiro y que, de algún modo, han sido mis maestros; además, recibir un reconocimiento a mi trabajo es una gran responsabilidad, porque me exige ser cada vez más puntual y efectivo en la realización de mi obra”, aseveró.

 

De hecho, subrayó, con El deseo postergado aspiro a estar cerca de ellos, no a su altura, pero sí tener la posibilidad de entablar un diálogo con estos personajes.

 

Este poemario no es un libro alegre, porque habla de la miseria del hombre. “De cómo de pronto la vida no te permite completar tu deseo, porque a veces estás tan cerca de aquello que quieres y no puedes obtenerlo. Por eso digo que es un libro triste, porque cuántos seres humanos hemos ansiado algo sin conseguirlo”, manifestó.

 

“Hablo de todos los deseos, explicó, desde los más básicos, que están relacionados con el funcionamiento del cuerpo, pero también me refiero a los filosóficos, es decir, a aquellos donde hay una búsqueda del alma y que tampoco se pueden completar, como el hecho de ser más inteligente, fuerte o potente, es decir, todas esas cualidades del hombre que lo hacen un ser virtuoso”.

 

Si bien no es un texto jubiloso no se cierra la posibilidad de la esperanza, de que el hombre –quizá ingenuamente o confiado– piense que en algún momento podrá completar su sueño, acotó.

 

El Premio de Poesía Aguascalientes es auspiciado por el gobierno de esa entidad federativa, a través del Instituto de Cultura de Aguascalientes; el Patronato de la Feria de San Marcos y el Instituto Nacional de Bellas Artes, y se le entregará al poeta universitario en una ceremonia especial que se realizará en el marco de esa Feria el próximo mes de abril.

 

Mario Bojórquez es autor de los libros: Pájaros sueltos, Diván de Mouraria, Contradanza de pie y barro y Pretzels; además, ha colaborado en publicaciones como El Búho, El Cocodrilo Poeta, La Jornada Semanal y Tierra Adentro, entre otras.

 

Sin embargo, señaló, decidí estudiar Lengua y Literatura Hispánicas porque quiero clarificar lo que he aprendido de manera empírica en más de 15 años de trayectoria profesional.

 

Para el poeta, su género busca el esmero técnico: “Se dice que en la novela, después de 10 ó 15 páginas, puedes encontrar un diamante, y en poesía cada verso debe ser un diamante, es decir, cada una de las frases debe aspirar a la perfección”, indicó el editor asociado de la revista Biblioteca de México.

 

Desde luego, refirió, siempre te quedas con que hay algo que no se pudo decir, no se dijo correctamente o bien quedó al margen de las pretensiones. Exige gran habilidad técnica, por una parte y, por otra, el diálogo humano, es decir, que un hombre a través de la poesía hable con sus lectores y juntos compartan una experiencia de vida. “Ese es su fundamento y ando en su búsqueda”.

 

Por ello, afirmó, “ahora quiero tratar con los académicos, porque ellos saben bien qué hacemos los poetas y vengo, con toda la humildad, a aprender sobre eso a la UNAM”.

 

Bojórquez Güereña es originario de Los Mochis, Sinaloa, y ha sido becado por el INBA, FONCA y los Fondos Estatales para la Cultura y las Artes en su estado natal y de Baja California, como escritor con trayectoria.

 

Al hablar de su proceso de creación, el poeta mencionó que es diferente en cada obra, pero con los años se le presenta con mayor claridad cada vez. “Ahora, cuando voy a escribir algo, por lo regular ya lo he pensado bien antes”.

 

Siempre que se escribe un libro, dijo, se desea que la poesía dé la oportunidad de hacer uno más, pero eso no se sabe, porque este trabajo tiene que ver con la pasión, con la verdad, al no poder decir mentiras en ella; para eso está la narrativa. En ese sentido, el poeta está comprometido a no engañar, escribe para dejar memoria de lo vivido, lo cual puede ser algo que le ocurrió o imaginó, pero por el hecho de haberlo interiorizado, ya lo vivió y sufrió, concluyó.

 

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FOTO 01

 

Mario Bojórquez Güereña, alumno de la Facultad de Filosofía y Letras  de la UNAM, obtuvo el Premio de Poesía Aguascalientes 2007, por el poemario El deseo postergado.

 

 

FOTO 02.

 

En poesía cada verso debe ser un diamante, es decir, cada una de las frases debe ser la búsqueda de la perfección, afirmó Mario Bojórquez Güereña, alumno de la Facultad de Filosofía y Letras  de la UNAM.