Boletín
UNAM-DGCS-085
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al
final del boletín
REALIZAN EN LA UNAM LA PRIMERA TECNOLOGÍA PARA RECICLAR PLÁSTICO PET EN
EL PAÍS
·
Informaron Octavio Manero Brito
y Antonio Sánchez Solís, del Instituto de Investigaciones en Materiales
·
Podría tener gran impacto en
sectores industriales como el agroindustrial, farmacéutico, cosmetológico y de
la construcción, afirmaron
·
México genera un millón de
toneladas de ese material al año, de ellas 700 mil son para envasar bebidas
carbonatadas, pero sólo 14 por ciento de éstas últimas son recolectadas
Científicos del Instituto de Investigaciones en
Materiales (IIM) de la UNAM desarrollaron la primera tecnología en nuestro país
para procesar plástico PET y fabricar nuevos productos, informaron Octavio
Manero Brito y Antonio Sánchez Solís, adscritos a esta entidad universitaria.
Cada año México produce un millón de toneladas de PET, de
las cuales 700 mil se utilizan para envasar bebidas carbonatadas; sin embargo,
sólo 14 por ciento de éstas últimas son recolectadas. Hasta el momento, sólo en
Brasil elaboran artículos de reciclado con este polímero y tecnología propia,
siendo nuestra nación la segunda que pretende hacerlo.
Con el nanocompuesto de PET
obtenido en la Universidad Nacional se pueden confeccionar varas para siembra
de frijol y fresa, palos de escoba, láminas translúcidas –parecidas a las de
poliéster–, canales para irrigación, tuberías para drenaje y muchos otros.
Antonio Sánchez señaló que este material podría tener
gran impacto en una amplia gama de sectores industriales en nuestro territorio,
desde el agroindustrial y farmacéutico, hasta el cosmetológico y de
construcción. Se espera que este año salga al mercado algún producto bajo este
procedimiento y, además, se tienen requerimientos de España y Venezuela.
A su vez, Octavio Manero
aseveró que en la actualidad colaboran con el Instituto Nacional de Cardiología
en la manufactura de válvulas cardiacas, en especial en sus componentes
plásticos que deben ser radiopacos, es decir, bajo los rayos X tener opacidad
pero ser transparentes a la vista o por lo menos translúcidos.
Explicó que este desarrollo busca atacar dos problemas
básicos; por un lado, sustituir materiales convencionales, como la madera, para
contrarrestar la deforestación de los bosques y su uso indiscriminado.
Por el otro, se le da cauce a
la basura plástica. El procesamiento de estos desechos es complicado, ya que el
PET requiere de la adición de nanoarcillas para que sea manejable; es decir, no
se puede tomar una botella, hacer gránulos y después fabricar otra de material
reciclado; se requiere añadirle nanopartículas mediante la tecnología
implementada en este Instituto, añadió Sánchez Solís.
Manero Brito dijo que mediante
un proceso de incorporación química, al PET se le suman partículas, que son de
dimensiones nanoscópicas (más pequeñas que las microscópicas), que le confieren
propiedades excepcionales.
Utilizan las nanopartículas y
un cabezal mezclador para exfoliar las arcillas, que se patentó en el
Instituto. Estas últimas vienen en gránulos, que cuando se rompen y separan en
sus capas más finas se obtiene un nanocompuesto y se logran las propiedades
extraordinarias del polímero. “Esa tecnología la tenemos registrada”, refirió.
Sánchez Solís comentó que este proyecto nace por la
necesidad de crear mejores materiales. El PET es un polímero de ingeniería, con
buenas propiedades mecánicas, de barrera y de impacto –el envase para las
bebidas carbonatadas, por ejemplo, es resistente, pero si se busca hacerlo un
poco más grueso se rompe como el vidrio– sin embargo no son excelentes. Es
decir, todas esas propiedades se pueden mejorar haciendo un nanocompuesto.
En general, algunas propiedades de los polímeros con
estos componentes son superiores, ya sean mecánicas, de resistencia al impacto
o de transferencia de gases, o su capacidad de ser reciclados y de sustituir
materiales más caros o que repercuten en un daño al medio ambiente, como el uso
excesivo de la madera, aclaró.
Por ejemplo, afirmó Octavio Manero, las botellas de PET se
pueden reciclar, lo cual involucra una tecnología nueva, la adición de
nanocompuestos; así como una modificación del equipo utilizado. Se le añaden
ciertos accesorios a un equipo convencional y de ahí es posible obtener nuevos
materiales a partir de otros elementos.
Estos materiales
no sólo son de PET, sino de cualquier polímero termoplástico o termofijo. En el
IIM también se trabaja con polietileno de alta y de baja densidad, resinas
poliéster y polipropileno; todos se pueden reciclar haciendo nanocompuestos
reutilizables.
Con el polietileno se pueden fabricar láminas para la
agroindustria; con el polipropileno recubrimiento para cables; de PET es
factible hacer varas para siembra y el polietileno de alta densidad es apto
para realizar durmientes para ferrocarril.
Indicó que se han establecido
pláticas con gobiernos de algunas entidades del país interesadas en el
reciclado de los plásticos, porque es una tecnología no sólo barata sino que
también aporta soluciones a muchos de los problemas que ellos tienen.
Antonio Sánchez mencionó que
tienen pláticas con productores de plátano, fresas, frijoles, jitomates y
chayotes, que, al ser plantas trepadoras, utilizan varas de madera y para
obtenerlas se deben cortar árboles. No obstante, en el norte del país se han
acabado los bosques con ese fin y ahora se importan a altos costos. Con este
producto nanocompuesto se pueden hacer sin dañar los ecosistemas.
Consideró importante que las empresas que cuentan con una
línea de extrusión o inyección, que son los procesos más comunes en la
industria del plástico, pueden producir estos materiales asegurándose de que
las partículas estén bien dispersas y distribuidas en el polímero para que
tengan excelentes propiedades.
La gran bondad de esta
tecnología es que no se necesita una gran inversión. Por eso los industriales
están interesados en ella, pues no deben erogar demasiado en procesos y
maquinaria; su infraestructura es suficiente para hacer el material, aclaró.
Recordó que México es uno de
los principales productores de PET en el mundo, con utensilios que la mayoría
de las veces sólo se usan una vez y se tiran, y no hay sucedáneos con
reciclado. Lo que se hace es recolectarlo y mandarlo a China, cuyo mercado
demanda 900 mil toneladas, por lo que le compra a Europa, Sudamérica y a
nuestra nación, que no tiene tecnología para reutilizarlo. Esa podría ser la
solución, concluyó Manero Brito.
–o0o–
FOTO 01
Antonio Sánchez
Solís y Octavio Manero Brito, adscritos al IIM de la UNAM, explicaron la
tecnología desarrollada en esa entidad –única en el país– para procesar
plástico PET y fabricar nuevos productos.
FOTO 02.
Los investigadores de la UNAM Octavio Manero Brito y Antonio Sánchez Solís muestran el nanocompuesto de PET obtenido, con el que se pueden elaborar distintos productos de reciclaje.