Boletín
UNAM-DGCS-076
Ciudad Universitaria
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NO PROPICIAN LA EQUIDAD DE GÉNERO LAS CORPORACIONES
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Señaló Mayra
Ruiz Castro, quien realiza una estancia de investigación en el Programa
Universitario de Estudios de Género de la UNAM
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Mientras se
articulan o reconfiguran las relaciones entre sexos, la doble carga de trabajo
a la que las mujeres son sujetas genera tensiones en su vida cotidiana,
advirtió
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Dictó la
conferencia Empoderamiento en el trabajo ¿contribuyen las estrategias
corporativas a la equidad de género en el trabajo?
Las actuales estrategias corporativas de empoderamiento
tienen una contribución limitada al impulso para la equidad de género, afirmó
Mayra Ruiz Castro, alumna de doctorado del University College of London, quien
actualmente realiza una estancia de investigación en el Programa Universitario
de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM.
Si bien es cierto que el poder
creciente de las corporaciones y fuerzas financieras han abierto las puertas a
la revalorización de este concepto, también lo es que mientras se articulan o
reconfiguran las relaciones entre sexos, la doble carga de trabajo a la que las
mujeres son sujetas genera tensiones en su vida cotidiana y en el cómo éstas
deben lidiar con las barreras que persisten en las organizaciones, explicó.
Al dictar la conferencia Empoderamiento
en el trabajo ¿contribuyen las estrategias corporativas a la equidad de género
en el trabajo? mencionó: “Por una parte, muchos autores sostienen que la
globalización representa una oportunidad para las mujeres, por la posibilidad
de incursionar en el mercado; sin embargo, también ha derivado en la
intensificación de una doble jornada para ellas, pues continúan siendo
primordialmente las responsables de las tareas domésticas”.
De cualquier manera, su papel
en el campo laboral puede ser considerado como una de las alternativas para su
emancipación, indicó en la sala Leopoldo Zea del PUEG.
No obstante, sentenció, el
grado de independencia que pueda lograr en ese ámbito va a depender de su posición
en la sociedad. No es la misma experiencia la de una profesionista que la de
una mujer no calificada, su grado de participación en el mercado podría
significar para una la liberación económica o la independencia y para otra una
doble opresión tanto en el hogar como en el trabajo.
Aún así, dentro de estas
limitantes existe la posibilidad del empoderamiento, el cual en épocas
recientes ha alimentado muchas de las estrategias corporativas con la finalidad
de enfrentar los cambios originados por el proceso de globalización. Con ello
se busca un incremento en la productividad y en la flexibilidad del empleo,
apuntó.
No es un proceso lineal, no
tiene un inicio ni un camino o ruta trazados, va a ocurrir de manera distinta
para cada individuo o grupo de personas, según su vida, contexto o historia y
también de acuerdo con su posición de subordinación en todos los niveles de la
sociedad, dijo.
Por lo tanto, añadió, se
entiende como una transformación individual y colectiva que ocurre en el ámbito
estructural, cultural e institucional, el cual conlleva a la superación de la
desigualdad de género. Asimismo, incluye aspectos que debieran derivar en la
facultad para desafiar las barreras organizativas y culturales, promoviendo así
una mayor equidad.
De hecho, se pueden
identificar las estrategias principales de empoderamiento: alargamiento y
enriquecimiento del trabajo, la labor en equipo y la calidad de la jornada y de
la vida, refirió.
Sin embargo, expuso que de
acuerdo con sus investigaciones, en el mundo corporativo este fenómeno tiende a
limitarse a lo personal, es decir, los individuos aprenden y se desarrollan de
manera singular, a través de las oportunidades que les brinda la empresa.
Está basado en la adquisición
del conocimiento, en el ganar experiencia, en el valer más como profesionista
en el mercado laboral y en el elevar la autoestima. Lo malo es que no es para
todos, sino para aquellos que son seleccionados y cumplen con el perfil del
candidato ideal, subrayó.
Así, la decisión sobre quién
se empodera se hace con base en los intereses del grupo dominante y los del
negocio; en ese sentido, promueve la competencia entre las personas, porque los
directivos no buscan un sentido de cooperación sino de división de sexo o
clase, concluyó.
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FOTO 01.
La especialista
Mayra Ruiz Castro dictó en la UNAM la conferencia Empoderamiento en el trabajo
¿contribuyen las estrategias corporativas a la equidad de género en el trabajo?
FOTO 02
El grado de
independencia que puede lograr una mujer en el ámbito laboral dependerá de su
posición en la sociedad, afirmó Mayra Ruiz Castro, quien cursa una estancia en
el PUEG de la UNAM.