Boletín
UNAM-DGCS-033
Ciudad
Universitaria
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final del boletín
NECESARIO, FORTALECER E
INCREMENTAR LOS PRESUPUESTOS DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS DE SALUD
·
Advirtió Enrique del Val Blanco, secretario
general de la UNAM
·
Durante la toma de posesión del Comité Directivo
del Consejo Nacional de Educación Odontológica, encabezado por Javier de la
Fuente, director de la Facultad de Odontología
·
Casi 70 por ciento de la población no tiene
acceso a servicios básicos de salud bucal, dijo el titular de la FO
Es necesario fortalecer e incrementar los presupuestos
asignados a las instituciones públicas de salud, para que continúen prestando
los servicios que otorgan, aseguró Enrique del Val Blanco, secretario general
de la UNAM.
El funcionario agregó que es preciso avanzar en los
nuevos programas, como la cobertura universal, y en particular, dijo, tendrían
que trabajarse los problemas bucales. A fin de lograr salud para todos, es
indispensable robustecer organismos públicos como los institutos Mexicano del
Seguro Social, y el de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado.
Del Val Blanco señaló lo anterior al presidir la
ceremonia de la toma de posesión del nuevo Comité Directivo del Consejo
Nacional de Educación Odontológica (CONAEDO), encabezado por Javier de la
Fuente, titular de la Facultad de Odontología (FO) de la Universidad Nacional.
El secretario general de la UNAM añadió también que en
las instituciones de educación superior se debe trabajar en renovadas formas de
titulación, instrumentación de nuevas carreras, movilidad de estudiantes,
actualización de planes de estudios, acrecentar la investigación y lograr la
equidad de género.
En ese sentido, consideró necesario que las universidades
se ocupen y profundicen en las acciones de acreditación y certificación. “Creo
que es la única manera de salir adelante”, para que dichas entidades sigan
siendo líderes.
A su vez, el presidente entrante de la CONAEDO, Javier de
la Fuente, destacó que en los últimos años los avances en la informática y en
la biotecnología, con su impacto en la farmacodinamia, en los métodos de
diagnóstico y en las formas de tratamiento, han modificado de manera permanente
la práctica odontológica.
Sin embargo, recalcó, se necesitan planes y programas más
flexibles, que generen profesionistas capaces de ser estudiantes autónomos e
independientes a lo largo de su vida profesional.
A la ceremonia asistieron José Ángel Córdova Villalobos,
secretario de Salud; Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional de la
UNAM, y Armando Hernández Ramírez, presidente saliente de la CONAEDO.
En este contexto, Javier de la Fuente explicó que las
tres principales enfermedades bucales en México son las caries, prevalentes en
casi 90 por ciento de la población; las periodontales, que atacan a la mayor
parte de los mexicanos después de los 30-35 años de edad, considerándosele la
principal causa de pérdida de piezas a partir de ella.
Por último, las malas oclusiones o dientes en malas
posiciones, pues más del 50 por ciento de las personas en el país las padecen,
desde leves hasta severas.
En odontología, continuó, prácticamente 95 por ciento de
la atención de la población es de manera privada; no existe una cobertura
significativa por parte del Estado, lo cual representa una dificultad para la
mayor parte de los habitantes: casi 70 por ciento de la población no tiene
acceso a servicios básicos de salud bucal.
De acuerdo con la encuesta de gasto por hogar, los que
mayores ingresos tienen más gastan en salud. Se habla, por ejemplo, de cifras alarmantes:
de entre 150 a 160 pesos mensuales por familia en el quinquenio más bajo de
ingresos. Si se considera sólo a la odontología, refirió Javier de la Fuente,
probablemente no alcance ni los 20 pesos.
Señaló además que los mecanismos de prevención –que se ha
comprobado son el mejor instrumento de equidad en términos de salud– no son
eficientes; no basta con decir a las personas qué hacer, “hay que tener las
condiciones”, es decir, entornos en los que realmente las opciones de atención
estén al alcance de la población.
De ahí, sostuvo, las universidades, aparte de ser
formadoras de recursos humanos, se han constituido en grandes prestadoras de
servicios, en un referente fundamental para el cuidado colectivo.
Por ejemplo, informó que la FO realiza cerca de 900 mil
consultas al año. Se cuenta con alrededor de 800 sillones dentales trabajando
de siete de la mañana a nueve de la noche. Hay alrededor de 450 profesores que
laboran en las áreas clínicas, aseguró el funcionario universitario.
Respecto a los alumnos, dijo que participan en esa labor
de atención bucal unos tres mil de licenciatura y 300 de posgrado. Para ello,
además de las clínicas en Ciudad Universitaria, la FO cuenta con nueve
periféricas, que también tienen las facultades de Estudios Superiores Zaragoza
e Iztacala, donde se imparte la carrera de Odontología.
De la Fuente comentó que en la FO han realizado, además,
actividades de servicio social en alrededor de 20 entidades federativas.
La cuestión, afirmó, es que en
su gran mayoría los bucales no son padecimientos de vida o muerte, “pero el
impacto en la calidad de vida de las personas es inmenso”: se observa, por
ejemplo, que la población mayor de 70 años puede presentar serios problemas de
desnutrición por las condiciones de su calidad dentaria, como dentadura la cual
no ajusta o piezas que no le permiten moler la comida, o hay quien no sonríe, y
esto le causa un golpe psicológico.
Tienen también una importante
repercusión económica. La cantidad de días perdidos a consecuencia de las enfermedades
bucales puede alcanzar cifras mayúsculas, como el caso de los escolares que
faltan a la escuela por este motivo, aseveró.
Algo que no hay en México,
prosiguió, es un censo de salud bucal que permita saber con precisión, por
estado, grupo social, edad, nivel de escolaridad, las condiciones de la
población, cuáles son los servicios a los que tiene acceso, en qué situación y
con qué calidad. Se han hecho esfuerzos, pero han sido insuficientes.
Sobre las aportaciones de la
UNAM a la Odontología, aseguró que en ella se formó la primera escuela de esta
especialidad en el país y no sólo se concreta a la generación de cirujanos
dentistas, sino que tienen un papel fundamental en la investigación, pues
prácticamente 80 por ciento de la que se hace en México se realiza en la FO.
La generación de conocimiento
nuevo, manifestó, busca su repercusión en mejores formas de diagnóstico,
tratamiento y en términos generales, a la salud de la población. Ingeniería de
tejidos, biomateriales, saliva como método de diagnóstico, son algunos de los
temas que se abordan.
Respecto a su trabajo en la
CONAEDO, resaltó que buscará asegurar que el profesionista se actualice
constantemente. También que las escuelas y facultades tengan sus planes y
programas de estudio acreditados, y sean de alto nivel competitivo.
Concluyó que su nombramiento
al frente de la CONAEDO le genera un mayor compromiso, y es un reconocimiento a
la Facultad de Odontología y a la UNAM.
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FOTO 1.
José Ángel Córdova, Enrique del Val,
Rosaura Ruiz y Javier de la Fuente durante la toma de posesión del nuevo Comité Directivo del CONAEDO, encabezado por
el titular de la FO de la UNAM.
FOTO 2
Javier de la Fuente, director de la Facultad de Odontología de la UNAM, afirmó que 95 por ciento de la atención a la población es de manera privada.