Boletín
UNAM-DGCS-004
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final del boletín
DESCUBREN EN LA UNAM NUEVO GÉNERO DE LEGUMINOSA, ORIGINARIO DE NUESTRO
PAÍS
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El hallazgo se dio
primero en la cuenca baja del Río Balsas, en Michoacán; luego se encontró en la
costa de Guerrero y, más recientemente, en Oaxaca
Un nuevo género de
leguminosa, endémico de nuestro país, fue descubierto por Mario Sousa,
investigador del Instituto de Biología de la UNAM. Es Heteroflorum, así
denominado porque posee plantas masculinas y femeninas, hecho botánico poco
común.
El científico explicó que el
hallazgo se dio, primero, en la cuenca baja del Río Balsas, en la llamada
Tierra Caliente de Michoacán. Luego se encontró en la costa de Guerrero y, más
recientemente, en las costas de Oaxaca, cerca de Huatulco.
Son árboles que alcanzan hasta 15
metros de altura, cuyo sexo se separa por reducción, pues aunque las flores
poseen todas sus partes, en las femeninas los estambres son estériles, y en las
masculinas, el gineceo, añadió.
No es una hierba que se pisa sin
darse cuenta, sino árboles grandes. “Eso apunta a que en la flora nacional aún
existen muchas especies desconocidas, por lo que se requiere más exploración y
conocimiento de las mismas”, opinó el experto.
Mario Sousa recordó que a escala
mundial existen alrededor de 18 mil especies de leguminosas. México,
considerado un centro secundario de diversificación de esas plantas, posee 139
géneros y mil 850 especies, es decir, alrededor del 10 por ciento del total
mundial. De las que habitan en territorio nacional son endémicas 51.9 por
ciento de sus especies.
En el país, abundó, se concentran
varios grupos, lo cual es importante porque tienen importancia económica. El
ejemplo más destacado es el frijol, pero a él se suman otros, útiles para la
construcción y con uso medicinal.
A pesar de que el nuevo género se
colectó hace años, sólo se hizo en fruto, por lo que se le había ubicado en una
subfamilia equivocada; no obstante, cuando se conocieron las flores, se pudo
colocar en la Caesalpinioideae, que es cercano a otro género, también exclusivo
de México llamado Conzattia, aseveró.
Las cesalpinoideas se desarrollan
en Sudamérica y, sobre todo, en África. En México, y en especial en el estado
de Oaxaca, donde habita la mitad de las leguminosas del país, es excepcional,
ya que el elemento arbóreo de las leguminosas está bien representado, dijo.
Heteroflorum, dado
a conocer en Novon: A Journal for Botanical Nomenclature, es conocido
vulgarmente con los nombres de “ojo de venado”, “frijolillo”, “teyapo”,
“vainilla” y “maravillón del cerro”; tiene un uso forrajero y crece en
altitudes entre los 15 y los 600 metros sobre el nivel del mar sobre suelos
someros con grandes rocas sedimentarias, arenosos, aluviales y tepetatosos,
detalló.
Se desarrolla en zonas secas, con
una estacionalidad marcada, donde el periodo de lluvias es corto (comenzando en
junio) y el de secas de ocho meses. Como otros árboles y arbustos de la selva
baja caducifolia, el nuevo género pierde todas las hojas en la época de secas.
El árbol florece de
finales de abril a finales de junio, y un año después, de septiembre a
diciembre, da frutos maduros. Sus flores, amarillas, son polinizadas por
abejas, y sus frutos son dispersados por corrientes de agua debido a que son
esponjosos. Su tronco tiene proyecciones cónicas características, apuntó.
Aún se desconoce su importancia
comercial, así como su edad o tiempo en que alcanzan su máxima altura, debido a
que estos árboles no producen anillos de crecimiento, aclaró.
Mario Sousa señaló que por el
momento el género no está en riesgo, porque los lugares en donde crece,
semiáridos, no son propicios para la agricultura, “aunque habría que revisar
cada sitio”. Lo que sí podría ocurrir es la disminución de su distribución y,
por lo tanto, su variabilidad.
El universitario resaltó la falta
de especialistas en el área. “Nuestra flora es grande y nosotros pocos. En
Europa central hay alrededor de 2 mil 500 especies de plantas y una cantidad
similar de botánicos; aquí no llegamos a 300 expertos y la flora tiene
alrededor de 21 mil especies”.
Aunque la botánica no se hace sólo
con ayuda de los estudiosos locales, sino que participa la comunidad mundial y
aún así, “somos rebasados por mucho”, reconoció.
En este sentido, el
especialista en leguminosas arbóreas mencionó su participación en un proyecto
conjunto con el Botanical Garden de Missouri, Estados Unidos, y el Museo
Británico de Londres. Se trata de la elaboración de la Flora Mesoamericana,
obra de consulta que contiene las plantas que habitan desde el Istmo de
Tehuantepec hasta Panamá, inclusive.
Las tres instituciones aportan
botánicos y recursos para cumplir con la responsabilidad de recolectar
vegetales en el área de estudio, lo cual han hecho los investigadores del IB en
territorio nacional. Las otras, en lugares como El Salvador, Honduras y
Guatemala, así como Panamá, Nicaragua y Costa Rica.
Como parte de este mismo trabajo de
registro y descripción de especies, el IB tiene la responsabilidad de editar la
obra en castellano, concluyó.
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FOTO 01
En la flora nacional aún existen especies
desconocidas, por lo que se requiere más exploración y conocimiento de las
mismas, afirmó Mario Sousa, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.
FOTO 02
Heteroflorum es un nuevo género de leguminosa, endémico
de nuestro país, fue descubierto por Mario Sousa, del Instituto de Biología de
la UNAM.