Boletín
UNAM-DGCS-926
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DESCUBREN INVESTIGADORES DE LA UNAM NUEVA ESPECIE DE MURCIÉLAGO
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Se llama Sturnira sorianoi y es originaria de
Sudamérica
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Cornelio Sánchez Hernández, del Instituto de Biología,
explicó que el hallazgo fue resultado del trabajo de identificación y reconocimiento de especies mexicanas
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Esta variedad fue dada a conocer en el Journal of
Mammalogy, de la American Society of Mammalogist
Integrantes del Instituto
de Biología de la UNAM descubrieron una nueva especie de murciélago para el
mundo, que fue nombrada Sturnira sorianoi, y es originaria de Sudamérica.
Cornelio
Sánchez Hernández, del Departamento de Zoología, explicó que el hallazgo fue
resultado del trabajo de identificación y
reconocimiento de especies mexicanas, lo cual “nos ha llevado a diversos
museos de diferentes países”.
De ese modo, el descubrimiento ocurrió en
la Universidad de los Andes, en la ciudad de Mérida, Venezuela, donde ese murciélago
permaneció durante años sin ser identificado como nueva especie para la
ciencia.
El
experto mencionó que la dentición proporciona algunas de las características
más consistentes entre los mamíferos; y la presencia o número de cúspides
dentales en los molares y otros dientes ha sido usado como base para la
separación de las especies de los quirópteros.
Esta variedad, dada
a conocer en el Journal of Mammalogy, de la American Society of Mammalogist,
tiene una combinación única de características dentarias, como son los
incisivos superiores bicúspides, los incisivos inferiores trilobados (tres
cúspides) y los molares inferiores planos.
Sturnira sorianoi es de tamaño mediano,
con un peso de alrededor de 20 gramos y de color gris oscuro; habita bosques por
arriba de los dos mil metros sobre el nivel del mar. Se desconocen los aspectos
sobre su historia natural, pero se cree que se alimenta de frutos pequeños,
como las moras o capulines, y no se sabe si es una especie abundante, aunque la
revisión de alrededor de 400 especímenes de murciélagos del género Sturnira de
tierras venezolanas y bolivianas, permitió la identificación de cuatro
ejemplares de este género.
Cornelio Sánchez Hernández explicó que
por su tamaño y color de piel se confunde con facilidad con otras especies; por
ello, se debe revisar con cuidado el cráneo, el perfil y, sobre todo, los
dientes.
Recordó que existen dos grupos similares
en estos murciélagos del género Sturnira: en uno se presentan tres lóbulos en
los incisivos inferiores y cúspides en los molares; y en el otro, dos lóbulos
en los incisivos inferiores y los molares planos.
La diferencia en la nueva especie se
detectó de inmediato: tres cúspides en los incisivos inferiores y molares
planos. Lo mismo que en el tamaño del antebrazo, alrededor de dos centímetros
más pequeño que en la variedad más similar, la Sturnira magna. "Por ello
descubrimos que era nueva", recordó.
Luego del hallazgo se confirmó que en
realidad se trataba de una novedad, para lo cual se revisó la literatura, se
hicieron pruebas estadísticas y comparaciones con otras especies, relató el
científico.
Así quedó comprobado el descubrimiento de
Sturnira sorianoi, llamada así en honor al experto venezolano Pascual Soriano,
quien capturó los especímenes estudiados y dio acceso a los integrantes de la
UNAM a la colección de la Universidad de los Andes, refirió.
Conocer las especies es el primer paso;
el siguiente es saber por qué están ahí, qué comen, cómo viven, hacia dónde se
mueven, en cuánto tiempo maduran sexualmente, cuántas veces se reproducen,
cuántos ejemplares nacen, entre otros datos, aseveró.
Ese conocimiento debe ser obtenido lo más
pronto posible porque eso permitirá determinar el manejo y conservación de éste
y el resto de los recursos naturales, sostuvo. Eso implica mucho trabajo; no
obstante, hacen falta especialistas que investiguen con profundidad a las
variedades que ya se conocen.
Con respecto a la especie que dan a
conocer María de Lourdes Romero, de la Facultad de Ciencias; Gary Schnell, del
Museo de Historia Natural Sam Noble de la Universidad de Oklahoma, y Cornelio
Sánchez Hernández, falta estudiar con detalle acerca de su historia
natural y hábitos en las montañas de
los Andes.
El especialista
detalló que los murciélagos son los únicos mamíferos con un verdadero vuelo,
porque hay otros que sólo planean o saltan, como algunas ardillas y monos.
En el mundo existen
aproximadamente mil 116 especies de esos quirópteros, divididos en dos grandes grupos:
los macroquirópteros, que habitan Europa, Oceanía, Asia y África, cuyo tamaño
en algunas especies puede alcanzar cerca de un metro 30 centímetros de punta a punta de las alas; y los
microquirópteros, que son cosmopolitas y que en América, los más grandes
alcanzan 90 centímetros de envergadura.
En México, los
murciélagos se agrupan en nueve familias, 63 géneros y 137 especies. De ellos,
sólo dos géneros (Musonycteris y Baeodon) y 15 especies son exclusivos o
endémicos del país, como el que habita la cuenca del río Balsas (Rhogeessa
mira).
Sean insectívoros,
frugívoros o polinívoros, contribuyen al control de plagas, a la dispersión de
semillas o a la polinización de las plantas, entre otros beneficios, enfatizó.
De las 137
especies, sólo tres se alimentan de sangre. El vampiro común, Desmodus
rotundus, es el más abundante y consume principalmente sangre de ganado, por
eso es importante distinguirlos y no atacar a los animales benéficos cuando se
hace algún control de las poblaciones de vampiros, así como tomar precauciones
antes de entrar en las cuevas donde los mamíferos voladores habitan, ya que
respirar las esporas del hongo Histoplama capsulatum, que pueden desarrollarse
en su excremento, puede ser causa de contagio de enfermedades como la histoplasmosis,
con síntomas parecidos a los de la tuberculosis, que en ocasiones puede ser
fatal, concluyó.
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FOTO 1
Cornelio Sánchez
Hernández, del Instituto de Biología de la UNAM, informó del descubrimiento de
una nueva especie de murciélago Sturnira sorianoi, originaria de Sudamérica.
FOTO 2.
Una nueva especie de murciélago, con incisivos superiores bicúspides, incisivos inferiores trilobados y molares inferiores planos, fue descubierta por científicos de la UNAM.