Boletín
UNAM-DGCS-914
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Universitaria
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LAS MATEMÁTICAS
MAYAS, ALTERNATIVA LÚDICA DE APRENDIZAJE
·
Señaló
Luis Fernando Magaña, investigador del Instituto de Física de la UNAM
·
Explicó
que con ayuda de esta numeración es posible realizar sumas, restas,
multiplicaciones, divisiones y raíces cuadradas, sin necesidad de memorizar
tablas
·
Este
procedimiento es útil desde el nivel preescolar y hasta el bachillerato, dijo
Las matemáticas
mayas, combinación de aritmética y geometría, de formas y números, representan
una propuesta de enseñanza alternativa de esa ciencia que puede ser útil no
sólo para México, sino para todo el
mundo, afirmó Luis Fernando Magaña, investigador del Instituto de Física de la
UNAM.
El especialista
explicó que con ayuda de esta numeración es posible realizar las operaciones
fundamentales: suma, resta, multiplicación, división y raíz cuadrada, e incluso
cúbica, sin necesidad de memorizar tablas de ningún tipo.
"Es un
poderoso procedimiento intuitivo, dinámico y lúdico de matemáticas concretas,
que establece las bases para facilitar la comprensión de los ejercicios, el
cual es útil desde el nivel preescolar y hasta el bachillerato", agregó.
Con sólo tres
signos –punto, raya y caracol, éste último símbolo del cero– en esa
civilización se representaba cualquier cifra, en un sistema de numeración
vigesimal (de base 20) que les permitió desarrollar el cálculo con que
concibieron un calendario más preciso del utilizado en la actualidad, recordó,
aunque para llevar este método a toda la gente, el investigador lo trasladó a base 10.
El problema de la
enseñanza de las matemáticas, consideró, reside "en la manera en que se
introduce a los niños en esa disciplina. Se les oye cantando las tablas de
multiplicar".
Con el método maya,
milenario "y mexicano, inteligente, elegante y poderoso", no se requiere
de esos procedimientos. Los infantes se enfrentan con operaciones concretas, en
las que pueden construir las tablas y hacer sumas y restas múltiples con
rapidez, refirió.
Recordó que esta
cultura fue la primera en descubrir el cero, seis siglos antes que los hindúes.
En Europa supieron de él cuando aquí llevaban dos mil usándolo, incluso en el
sentido filosófico, pues cada número tenía un significado religioso,
especialmente el cero, confluencia del principio y del fin, representado como
flor o semilla.
Los mayas tenían
gran dominio matemático. No se pueden hacer multiplicaciones con números
romanos, porque no conocían el cero. “Los griegos, con todo su esplendor
cultural y arquitectónico, tampoco supieron de él, según indica la evidencia
arqueológica. De tal manera que no es trivial el logro de los antiguos
mexicanos", subrayó.
En la notación
arábiga se usan diez signos, del 0 al 9, para representar cualquier número. El
niño aprende a trazar tales figuras, cada una con un significado a memorizar.
En contraste, la maya es concreta: el uno es un punto; el dos, dos puntos, y
así hasta el cinco que es una raya; el seis es una raya y un punto, expuso.
Ambos sistemas son
posicionales, esto es, el valor de un dígito depende de su posición en el
número; hoy se hace de derecha a izquierda y los mayas de abajo hacia arriba.
Cuando se les explica a los pequeños lo entienden, porque conforme una cifra es
más alta es más grande, y más baja es más pequeña, abundó.
Gracias a este
método, aunque un infante no sepa contar hasta 10 ya puede sumar, por ejemplo.
Además, siembra las semillas del álgebra, de las leyes distributiva,
conmutativa y asociativa. Lo mismo ocurre con el sistema de ecuaciones
lineales, apuntó.
No se trata de
sustituir la enseñanza tradicional, pero sí ofrecer una alternativa que permita
a los estudiantes con problemas salir adelante, y a los que no los tienen,
sacar ventaja y aprender más rápido, aclaró el ex director de la Facultad de
Ciencias (FC).
Este procedimiento,
enseñado por Luis Fernando Magaña a profesores y alumnos en múltiples talleres,
conferencias y clases, ha probado su efectividad en diferentes circunstancias.
Además, un alumno de la carrera de pedagogía de la Facultad de Filosofía y
Letras, como parte de su tesis, lo aplica en el Instituto Nacional para la
Educación de los Adultos.
La aritmética maya
ha trascendido las fronteras. En 2003, el investigador fue invitado a Roma, al
Instituto Italo-Latino Americano, a impartir un curso de raíz cuadrada con el
método en base 10, dentro del Congreso de Cálculo Matemático Precolombino. “Se
dieron cuenta de su poder desde el punto de vista didáctico".
Sus implicaciones
sociales pueden ser de gran impacto, pues "los niños se enamoran de las
matemáticas, las entienden y están dispuestos a hacer cálculos sin miedo”, con
lo que se tendría gente practicándolas y podrían surgir genios. “Sin esa
ciencia las demás no caminan bien; es necesario tener una buena formación en
esa área, porque aunque no todos son científicos, están presentes en todos los
ámbitos”, destacó.
Además de los
cursos gratuitos impartidos, se editó el libro Puntos, rayas y caracoles.
Matemáticas rápidas y divertidas con ayuda de los mayas, en coautoría con Emma
Lam y Elena de Oteyza, académicas de la FC, dirigido a niños, quienes deben ser
acompañados por sus padres o profesores para una mejor comprensión. "Es un
trabajo artístico, cuyo objetivo es difundir el sistema, para que las
matemáticas y la ciencia sean parte de la cultura nacional", concluyó.
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FOTO 1
Las matemáticas
mayas representan una propuesta de enseñanza alternativa de esa ciencia que
puede ser útil para todo el mundo, afirmó Luis Fernando Magaña, del Instituto
de Física de la UNAM.
FOTO 2.
Luis Fernando Magaña,
del Instituto de Física de la UNAM, expuso que con ayuda de la numeración maya
es posible realizar suma, resta, multiplicación, división y raíz cuadrada, e
incluso cúbica.