06:00  hrs. 20 de Diciembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-914

Ciudad Universitaria

 


Luis Fernando Magaña

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LAS MATEMÁTICAS MAYAS, ALTERNATIVA LÚDICA DE APRENDIZAJE

 

·        Señaló Luis Fernando Magaña, investigador del Instituto de Física de la UNAM

·        Explicó que con ayuda de esta numeración es posible realizar sumas, restas, multiplicaciones, divisiones y raíces cuadradas, sin necesidad de memorizar tablas

·        Este procedimiento es útil desde el nivel preescolar y hasta el bachillerato, dijo

 

Las matemáticas mayas, combinación de aritmética y geometría, de formas y números, representan una propuesta de enseñanza alternativa de esa ciencia que puede ser útil no sólo para  México, sino para todo el mundo, afirmó Luis Fernando Magaña, investigador del Instituto de Física de la UNAM.

 

El especialista explicó que con ayuda de esta numeración es posible realizar las operaciones fundamentales: suma, resta, multiplicación, división y raíz cuadrada, e incluso cúbica, sin necesidad de memorizar tablas de ningún tipo.

 

"Es un poderoso procedimiento intuitivo, dinámico y lúdico de matemáticas concretas, que establece las bases para facilitar la comprensión de los ejercicios, el cual es útil desde el nivel preescolar y hasta el bachillerato", agregó.

 

 

Con sólo tres signos –punto, raya y caracol, éste último símbolo del cero– en esa civilización se representaba cualquier cifra, en un sistema de numeración vigesimal (de base 20) que les permitió desarrollar el cálculo con que concibieron un calendario más preciso del utilizado en la actualidad, recordó, aunque para llevar este método a toda la gente,  el investigador lo trasladó a base 10.

 

El problema de la enseñanza de las matemáticas, consideró, reside "en la manera en que se introduce a los niños en esa disciplina. Se les oye cantando las tablas de multiplicar".

 

Con el método maya, milenario "y mexicano, inteligente, elegante y poderoso", no se requiere de esos procedimientos. Los infantes se enfrentan con operaciones concretas, en las que pueden construir las tablas y hacer sumas y restas múltiples con rapidez, refirió.

 

Recordó que esta cultura fue la primera en descubrir el cero, seis siglos antes que los hindúes. En Europa supieron de él cuando aquí llevaban dos mil usándolo, incluso en el sentido filosófico, pues cada número tenía un significado religioso, especialmente el cero, confluencia del principio y del fin, representado como flor o semilla.

 

Los mayas tenían gran dominio matemático. No se pueden hacer multiplicaciones con números romanos, porque no conocían el cero. “Los griegos, con todo su esplendor cultural y arquitectónico, tampoco supieron de él, según indica la evidencia arqueológica. De tal manera que no es trivial el logro de los antiguos mexicanos", subrayó.

 

En la notación arábiga se usan diez signos, del 0 al 9, para representar cualquier número. El niño aprende a trazar tales figuras, cada una con un significado a memorizar. En contraste, la maya es concreta: el uno es un punto; el dos, dos puntos, y así hasta el cinco que es una raya; el seis es una raya y un punto, expuso.

 

Ambos sistemas son posicionales, esto es, el valor de un dígito depende de su posición en el número; hoy se hace de derecha a izquierda y los mayas de abajo hacia arriba. Cuando se les explica a los pequeños lo entienden, porque conforme una cifra es más alta es más grande, y más baja es más pequeña, abundó.

Gracias a este método, aunque un infante no sepa contar hasta 10 ya puede sumar, por ejemplo. Además, siembra las semillas del álgebra, de las leyes distributiva, conmutativa y asociativa. Lo mismo ocurre con el sistema de ecuaciones lineales, apuntó.

 

No se trata de sustituir la enseñanza tradicional, pero sí ofrecer una alternativa que permita a los estudiantes con problemas salir adelante, y a los que no los tienen, sacar ventaja y aprender más rápido, aclaró el ex director de la Facultad de Ciencias (FC).

 

Este procedimiento, enseñado por Luis Fernando Magaña a profesores y alumnos en múltiples talleres, conferencias y clases, ha probado su efectividad en diferentes circunstancias. Además, un alumno de la carrera de pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras, como parte de su tesis, lo aplica en el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos.

 

La aritmética maya ha trascendido las fronteras. En 2003, el investigador fue invitado a Roma, al Instituto Italo-Latino Americano, a impartir un curso de raíz cuadrada con el método en base 10, dentro del Congreso de Cálculo Matemático Precolombino. “Se dieron cuenta de su poder desde el punto de vista didáctico".

 

Sus implicaciones sociales pueden ser de gran impacto, pues "los niños se enamoran de las matemáticas, las entienden y están dispuestos a hacer cálculos sin miedo”, con lo que se tendría gente practicándolas y podrían surgir genios. “Sin esa ciencia las demás no caminan bien; es necesario tener una buena formación en esa área, porque aunque no todos son científicos, están presentes en todos los ámbitos”, destacó.

 

Además de los cursos gratuitos impartidos, se editó el libro Puntos, rayas y caracoles. Matemáticas rápidas y divertidas con ayuda de los mayas, en coautoría con Emma Lam y Elena de Oteyza, académicas de la FC, dirigido a niños, quienes deben ser acompañados por sus padres o profesores para una mejor comprensión. "Es un trabajo artístico, cuyo objetivo es difundir el sistema, para que las matemáticas y la ciencia sean parte de la cultura nacional", concluyó.

 

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FOTO 1

 

Las matemáticas mayas representan una propuesta de enseñanza alternativa de esa ciencia que puede ser útil para todo el mundo, afirmó Luis Fernando Magaña, del Instituto de Física de la UNAM.

 

 

FOTO 2.

 

Luis Fernando Magaña, del Instituto de Física de la UNAM, expuso que con ayuda de la numeración maya es posible realizar suma, resta, multiplicación, división y raíz cuadrada, e incluso cúbica.