Boletín
UNAM-DGCS-888
Ciudad Universitaria
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LAICISMO, DIVISIÓN Y EQUILIBRIO DE PODERES Y EL RESPETO A LA LEY, EN ENTREDICHO
Es
fundamental recordar a Benito Juárez “en un momento donde los valores de
laicismo, de división y equilibrio de poderes, y de respeto a la ley están en
entredicho o sólo son frases hechas y no llevadas a cabo con convencimiento”,
consideró Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho (FD) de
la UNAM.
El
funcionario universitario participó en el Foro El Legado de Juárez, organizado
por el Consejo Consultivo para el Bicentenario del Presidente Juárez e
inaugurado por el secretario general de la Universidad Nacional, Enrique del
Val.
“Ese
Juárez extraordinario debe ser un ejemplo para todos nosotros y para aquellos
que tienen a la norma jurídica como razón de ser y como finalidad en la
estructura del Estado de derecho”, apuntó Serrano Migallón.
Dijo
que si hoy se ve a grupos conservadores y religiosos intervenir en asuntos
propios del Estado –que deberían estar vedados para cualquier organización
confesional–, se debe pensar en la situación que prevalecía en el México de
1830.
Si
hoy se ve a estos grupos de poder actuar sin ningún tipo de límite, “qué sería
hace 170 años, y qué sería de una persona como Benito Juárez, indígena de
Oaxaca, uno de los estados más marginados, a quien le costó trabajo lograr,
casi de forma autodidacta, su educación personal, y quien se dedicó en cuerpo y
alma a lograr la libertad ideológica, política y social del pueblo mexicano”,
refirió.
El
Foro es coordinado por Héctor Vasconcelos, secretario del Consejo Consultivo
para el Bicentenario del Presidente Juárez de la UNAM, y también estuvo
presente Fernando Pérez Correa, director de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales.
Serrano
Migallón aseveró que el Benemérito de las Américas fue el verdadero hacedor y
artífice de la estructura jurídica y moral de nuestro país; el mejor abogado
que ha tenido México en toda su historia, y quien consiguió la verdadera
Independencia de México con las leyes de Reforma y la Constitución de 1857.
Aseveró
que tuvo tres directrices generales en su actuar y pensar: liberal, republicano
y federal. Fue liberal en el más amplio sentido de la palabra, partidario de la
libertad, de que cada uno siguiera su propia conciencia; un libre pensador, que
cada quien analizara los caminos a seguir, tomara la decisión de cuál tomar y
lo lograra.
También
fue republicano, una estructura en la que, desde la cumbre del poder hasta el
último cargo, estén sometidos a la elección, pero también a la crítica
constante y la opinión de los ciudadanos, lo que da más libertad y equilibrio
en el poder, y federalista, pues sostenía que este régimen hace que los poderes
locales nivelen al central.
Fernando
Serrano comentó que Benito Juárez es un fiel y puntilloso cumplidor de la norma
jurídica y de la ley. Esa batalla la da en dos ámbitos, interno y externo. En
el primero lucha contra los conservadores hasta lograr el triunfo de la
República federal liberal, y en el segundo contra los imperios externos.
A su
vez, Diego Valadés, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, recordó que
entre 1824 y 1857 en México hubo tres constituciones legítimas. En 47 años se
tuvieron ocho constituciones; mientras que de 1857 hasta hoy sólo hemos tenido
dos. Ello se debe a que en la primera fase de la vida institucional mexicana
cada vez que se procuraba un cambio de sistema la Carta Magna era sustituida.
Diego
Valadés subrayó que la Constitución de 1857 se inauguró como una norma
congresual y federalista, y acaba siendo presidencial y unitarista.
Informó
que en 60 años de vigencia (1857-1917) la Constitución fue reformada 25
ocasiones, para darle la configuración más adecuada. De sus 128 preceptos, 48
fueron modificados. Empero, la mayoría de los cambios fueron al artículo 72,
que corresponde al 73 de la actual, que a su vez es el más reformado de la de
1917. “Ese artículo establece las facultades del Congreso de la Unión, por lo
que cada reforma que se le hace es una limitación al federalismo mexicano”.
Por
último, Andrés Lira, de El Colegio de México, habló de la primera Ley de
Reforma, la Ley Juárez, la relativa a la administración de justicia. Luego
vendrán otras de mayor impacto, como la de desamortización, o los decretos y
leyes que disminuyen las atribuciones de la Iglesia Católica y más tarde las de
nacionalización.
Consideró
que dicha ley es de gran importancia porque “si no declara abolidos los fueros
sí los cancela. El artículo tercero transitorio establece que los tribunales
eclesiásticos y militares entregarán a los tribunales civiles los expedientes
de los casos que se llevan a cabo en ese momento para que continúen en el lugar
debido”.
Organiza
las facultades de la Corte, de los tribunales de distrito y de circuito, y
amarra la política de administración de justicia. Ello era, y sigue siendo, un
elemento clave para mantener una posibilidad de ordenar aquella sociedad sacudida
por revoluciones, concluyó.
–o0o–
FOTO 01.
Héctor
Vasconcelos, Enrique del Val y Andrés Lira en la inauguración del Foro El
Legado de Juárez, organizado por el Consejo Consultivo para el Bicentenario del
Presidente Juárez de la UNAM.
FOTO 02
Es fundamental
recordar a Benito Juárez cuando “los valores de laicismo, división y equilibrio
de poderes, y de respeto a la ley están en entredicho”, dijo Fernando Serrano
Migallón, director de la FD de la UNAM.
FOTO 03
Diego Valadés,
del IIJ de la UNAM, afirmó que la Constitución de 1857 fue reformada 25
ocasiones, para darle la configuración más adecuada. De sus 128 preceptos, 48
fueron modificados.
FOTO 04
El Foro El Legado
de Juárez es coordinado por Héctor Vasconcelos, secretario del Consejo
Consultivo para el Bicentenario del Presidente Juárez de la UNAM.