Boletín
UNAM-DGCS-877
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final del boletín
RECIBEN CUATRO
INVESTIGADORES DE LA UNAM LOS PREMIOS DR. JORGE ROSENKRANZ 2006
Cuatro académicos
de la UNAM recibieron los Premios de Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz
2006, en las tres distintas categorías que otorga la empresa Roche Syntex.
Merecieron esta
distinción Jaime Mas Oliva, coordinador del Programa Universitario de
Investigación en Salud; los investigadores María del Carmen Clapp
Jiménez-Labora y Luis Fernando Covarrubias Robles, de los institutos de
Neurobiología y de Biotecnología, respectivamente, y Julio Sotelo Morales, de
la Facultad de Medicina.
Mas Oliva, quien
también es investigador del Instituto de Fisiología Celular, recibió el Premio
en la categoría Básica, por el trabajo b-adaptina: molécula clave en la
internalización del péptido b–amiloide en células de microglia, tema central de
la tesis de doctorado de Natala Manzano.
Al trabajar con
células de microglia, “limpiadoras” del tejido cerebral, explicó, se encontró
“que cuando una proteína del citoesqueleto, la b-adaptina, ya no se incorpora a
la célula, el arreglo milimétrico para internalizar la molécula de b-amiloide
–a su vez necesaria en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer– deja de
hacerse, acumulándose en el espacio extracelular causando así lesiones”.
El péptido b-amiloide
constantemente se internaliza; si para de funcionar el sistema enfocado a ello,
se acumula afuera de las células y causa Alzheimer. Lo interesante sería
encontrar cuál es el mecanismo, a nivel proteínico, qué hace que la b-adaptina
falle, añadió.
La perspectiva del
proyecto es estudiar la b-adaptina y, eventualmente, utilizar el conocimiento
para hacer algún tipo de intervención génica; después observar si
restableciéndola la internalización puede llevarse a cabo, independientemente
de que el sistema esté en situación de estrés oxidativo, apuntó.
Dentro de esta
investigación básica se tiene que “ver cómo funciona la b-adaptina. Se conoce
poco cómo colabora para facilitar la internalización de b-amiloide.
Eventualmente alguien podrá utilizar este tipo de hallazgos e ir un paso más
allá y emplearlos para restablecer el proceso”, argumentó.
Covarrubias Robles,
jefe del Laboratorio de Degeneración y Regeneración Tisular, lo obtuvo también
en el área Básica, con Identificación de células troncales neuronales con
elevado potencial neurogénico y capacidad para producir las neuronas
dopaminérgicas afectadas en la enfermedad de Parkinson.
Su objetivo,
precisó, fue determinar la capacidad de diferenciación de las células
troncales, particularmente de las neurales y más específicamente las
dopaminérgicas; éstas, localizadas en la región del cerebro conocida como
sustancia nigra, son necesarias para controlar la actividad motora y el
balance, y son las que degeneran.
Tras analizar
células troncales neurales del embrión, adulto y embriónicas, encontraron que
“una vez que son cultivadas pierden su capacidad de diferenciación”, lo
anterior ocurre con las primeras y segundas, si acaso inician el proceso de
neurogénesis, especificó.
Sin embargo,
refirió, en el caso de las embriónicas “sí diferencian a neural efectivamente,
y en específico a neuronas dopaminérgicas, cuando éstas están colocadas en el
lugar adecuado”, incluso “pueden ser cultivadas y no pierden la capacidad de
diferenciación”.
Una primera
impresión, sostuvo, es que esas últimas células pudieran servir para
implantarse a pacientes para tratar el Parkinson. Si bien aún no es el momento
para pensar en ello, “no obstante, se identificó una población celular que
responde a las señales necesarias para la diferenciación”.
El cerebro adulto,
dijo, tiene células troncales; no igual que el embrión, pero por lo menos hay
dos regiones estudiadas: la subventricular y el hipocampo. La idea, al final,
es que al recuperar las neuronas dopaminérgicas el enfermo recupere sus
funciones.
El reconocimiento
en el área Clínica fue para Sotelo Morales, también director del Instituto
Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, por el trabajo
Presencia frecuente del virus de la varicela-zóster durante exacerbaciones de
esclerosis múltiple.
La esclerosis
múltiple, expuso, es una enfermedad crónica degenerativa del sistema nervioso
cada vez más frecuente, conforme la expectativa de vida se incrementa; en los
países endémicos (los europeos, y Estados Unidos y Canadá) es el padecimiento
neurológico más prevalente en jóvenes.
En él, aclaró, se
ha “encontrado la presencia persistente del virus de la varicela zóster, o una
posible variante, lo que hace suponer que tiene que ver en el inicio de ese
mal”; en otras palabras, el punto central de la investigación es su hallazgo,
ya confirmado, asociado a los brotes de este trastorno.
Hacen falta
estudios corroborativos en otros países y por otros grupos de especialistas, y
ver si éste es el que causa la enfermedad, cómo lo hace o si se trata de una
activación que va simultánea con alguna otra o el brote de la enfermedad”.
Finalmente, Clapp
Jiménez-Labora obtuvo dicho galardón en el área de Diabetes por su
investigación Análisis de la prolactina circulante en pacientes diabéticos y de
sus posibles implicaciones en el pronóstico y control de la retinopatía
diabética.
Desde hace tiempo,
indicó, junto con sus colaboradores trabaja en el análisis de las
vasoinhibinas, proteínas que inhiben la formación de vasos sanguíneos. Su
producción, explicó, es importante para que los tejidos crezcan,
fundamentalmente durante el desarrollo embrionario y fetal; en el adulto
prácticamente se detiene este proceso. Hay padecimientos que dependen de una
sobreproducción de ellas, como el cáncer, artritis reumatoide y retinopatía
diabética.
Este último se
ocasiona porque hay un aumento en su generación en la retina, los cuales
invaden el humor vítreo; pueden llegar a formar una membrana fibrosa que en
ocasiones provoca su desprendimiento ocasionando ceguera. Si los diabéticos
–que son 10 por ciento de la población del mundo– no se cuidan, después de 20
años pueden padecerla, sobre todo entre los 20 y 65 años de edad.
La investigación
premiada, resaltó, consistió en que como las vasoinhibinas son fragmentos de
prolactina, se miden los niveles circulantes de esta hormona en paciente con
diabetes, con distintos grados de retinopatía. Se encontró que disminuyen en la
retinopatía diabética proliferativa, el grado más avanzado de la enfermedad.
Todavía, sostuvo, falta investigar para afirmar que a mayor nivel de prolactina
menor agravamiento.
También en un
modelo experimental con animales, a los que les produjeron cambios similares a
los de este tipo de mal, observaron que al inyectarles inhibidores los vasos
sanguíneos se redujeron considerablemente.
La idea, añadió,
“es investigar si los niveles circulantes de prolactina pueden tener un valor
pronóstico en la progresión de la retinopatía diabética”. También, concluyó,
buscan estudiar el posible uso de estas proteínas en el tratamiento del
padecimiento, a posteriori.
-oOo-
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1
María
del Carmen Clapp, del Instituto de Neurobiología de la UNAM, trabaja en el
análisis de las vasoinhibinas, proteínas que inhiben la formación de vasos
sanguíneos, en pacientes diabéticos.
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2
Julio
Sotelo, de la Facultad de Medicina de la UNAM, ganó el Premio Rosenkranz por el
trabajo Presencia frecuente del virus de la varicela-zóster durante
exacerbaciones de esclerosis múltiple.
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3
Luis
Fernando Covarrubias Robles, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, busca
determinar la capacidad de diferenciación de las células troncales,
particularmente las dopaminérgicas.
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4
Jaime
Mas Oliva, coordinador del PUIS de la UNAM, mereció uno de los Premios de
Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz 2006, en el área Básica.
FOTO
5.
Julio
Sotelo, Jorge Rosenkranz, Jaime Mas, María del Carmen Clapp y Luis Fernando
Covarrubias durante la recepción de los Premios de Investigación Médica Dr.
Jorge Rosenkranz 2006.