Boletín
UNAM-DGCS-838
Ciudad Universitaria
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MÉXICO ESTÁ LEJOS
DE CONSIDERARSE INSERTADO EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
·
Afirmó Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo
Institucional de la UNAM
·
Para Mari Carmen Serra, coordinadora de Humanidades,
es urgente transformar planes y programas de estudio, y las instituciones
educativas y de investigación del país
·
Participaron en la inauguración del Simposio Sociedad
del Conocimiento y Diversidad Cultural, con la asistencia de Ambrosio Velasco,
León Olivé, Guillermo Hurtado y Javier Echeverría
México está lejos de considerarse insertado en la sociedad del
conocimiento, ya que mientras se tienen avances importantes en las áreas
humanísticas y científicas, “no hay presencia en la transferencia tecnológica”,
aseguró Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM.
Al inaugurar el Simposio Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural,
en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), agregó que no
existe trabajo importante en el país en este sentido; sólo “hay esfuerzos
aislados” para llevar los avances a la colectividad.
Explicó que, en sentido
amplio, se debe entender por sociedad del conocimiento la transmisión del saber
científico y humanístico, para contribuir a entender los problemas
fundamentales de la nación.
Dijo que el proyecto Sociedad del conocimiento y diversidad cultural,
que da sustento al Simposio, es uno de los 16 macroproyectos que la UNAM
estableció con el fin de contribuir, desde la investigación, a la reforma de
todo su sistema educativo.
Éste en particular es importante hacia el interior, ya que uno de los
objetivos es la reestructuración de los tres niveles de enseñanza de la
Universidad; es decir, cómo se piensa que debe ser la educación superior en la
sociedad del conocimiento.
Indicó que la idea de generar estos 16 macroproyectos, siete conducidos
por escuelas y facultades, cinco por institutos de ciencia y cuatro que dirige
la Coordinación de Humanidades, tiene gran significado para modificar la forma
de investigar en la UNAM.
Se deben lograr cada vez más proyectos interdisciplinarios, que la
brecha entre humanidades y ciencias naturales y exactas se modifique, con más
interacción; que muestren la importancia de trabajar de manera conjunta, puntualizó.
Por su parte, Mari Carmen Serra Puche, coordinadora de Humanidades,
consideró urgente que en México se tomen medidas para transformar los planes y
programas de estudio, las instituciones educativas y las de investigación.
Es indispensable, abundó, proponer políticas públicas en materia de
educación, ciencia y tecnología, que le permitan al país encaminarse con paso
firme hacia una sociedad del conocimiento, sin detrimento de su diversidad
cultural, y atentos a la realización de los valores de equidad, justicia social
y sustentabilidad.
Expuso que al poner en marcha el Programa Sociedad y cultura. México
siglo XXI y los cuatro proyectos que la integran, como el de Sociedad del
conocimiento y diversidad cultural, se tomó en cuenta que desentrañara los
dilemas del mundo contemporáneo y ofrecer análisis que permitiesen la toma de
decisiones responsables; y retomar con nuevos propósitos y en un contexto y
condiciones novedosas, la experiencia de grandes líneas de investigación.
Además, detalló, tanto la Universidad como los proyectos asumen las
ventajas que garantiza la evaluación externa como mecanismo de acompañamiento,
con el fin de facilitar su desempeño y garantizar el arribo a buen puerto.
Informó que en junio pasado un comité internacional, conformado por
especialistas de Estados Unidos, España, Francia, Brasil e instituciones
académicas mexicanas externas a la UNAM evaluaron, de manera positiva, los
cuatro proyectos de la Coordinación.
Serra Puche subrayó que la Universidad Nacional se preocupa por hacer
análisis y propuestas a la sociedad mexicana, para encontrar soluciones a sus
grandes problemas.
En su oportunidad, Ambrosio Velasco, director de la FFyL, comentó que
este macroproyecto es una proyección creativa de las humanidades al desarrollo
tecnocientífico de punta, preocupado por tener una actitud de comprensión
objetiva y reflexión normativa, para que el avance del conocimiento no amplíe
la brecha de la injusticia, marginación y relaciones de dominación.
Por el contrario, refirió, se busca promover la equidad en la
implantación de los derechos culturales, reconocer la diversidad del saber y
sus prácticas, todas ellas en un diálogo sabio y edificante.
A su vez, León Olivé, coordinador del proyecto y miembro del Instituto
de Investigaciones Filosóficas, resaltó que con proyectos como éste la UNAM
contribuye a dar respuesta a los grandes desafíos de la población mexicana en
el siglo XXI.
Recalcó que no se ha desarrollado ningún modelo de sociedad del
conocimiento adecuado para el país, acorde con sus características. Por ello,
un objetivo central es apoyar que se formule y permita acciones para una
colaboración armoniosa entre los sistemas económicos, políticos, educativos, y
de ciencia y tecnología con los sectores sociales, quienes deben aprovechar el
saber para avanzar y resolver los rezagos.
El proyecto surgió del trabajo conjunto de varios grupos sobre rubros
que el país debe entender y resolver para alcanzar un progreso financiero y
social, con justicia y equidad, y dentro de un ambiente de auténtica
democracia, apuntó.
León Olivé aseveró que la competitividad de un país, en el actual
concierto globalizado, depende, sobre todo, de que sea capaz de realizar los
cambios educativos, económicos, sociales y culturales.
En este sentido, es necesario realizar transformaciones políticas y una
reforma de Estado, que permitan la participación de todos los pueblos y
culturas que conviven en nuestro suelo, para erigir un proyecto nacional, y
dejar de ser, como diría Luis Villoro, monocultural y transformarse en uno
plural, sentenció.
Al dictar la conferencia Democratizar la sociedad del conocimiento,
Javier Echeverría, del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas de España, reconoció que aún no está claro lo que
significa construir una sociedad del conocimiento. Aunque haya tendencias para
generarla, cada país o región lo hará a su modo, teniendo en cuenta el sustrato
cultural.
Cuando se habla del tema no significa que vayan a desaparecer la
agricultura, ganadería, minería, industria y comercio, sino que surge una nueva
modalidad de riqueza: el conocimiento, aclaró.
Recordó que en el siglo XX se dio una revolución tecnocientífica que ha
provocado que el saber científico y tecnológico tenga importancia estratégica
para cualquier sociedad.
Es decir, un país es desarrollado si lo es tecnocientíficamente. “Es
importante el avance agrario e industrial, pero el desafío está en el
desarrollo del conocimiento científico y tecnológico en todas sus modalidades”,
concluyó.
–o0o–
FOTO 1
León Olivé,
Rosaura Ruiz y Mari Carmen Serra previo a la inauguración del Simposio Sociedad
del Conocimiento y Diversidad Cultural, en el Aula Magna de la FFyL de la UNAM.
FOTO 2
Ambrosio Velasco,
director de la FFyL de la UNAM, aseveró que se busca que el avance del
conocimiento no amplíe la brecha de la injusticia, marginación y relaciones de
dominación.
FOTO 3
León Olivé, del
IIF de la UNAM, aseveró que la competitividad de un país en el concierto globalizado,
depende de que sea capaz de realizar cambios educativos, económicos, sociales y
culturales.
FOTO 4.
Rosaura Ruiz y
Mari Carmen Serra hablaron de los macroproyectos de la UNAM: siete conducidos
por escuelas y facultades, cinco por institutos de ciencia, y cuatro que dirige
la Coordinación de Humanidades.
FOTO 5
Rosaura Ruiz,
secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, al inaugurar el Simposio Sociedad
del Conocimiento y Diversidad Cultural, en el Aula Magna de la Facultad de
Filosofía y Letras.