06:00  hrs. 15 de Noviembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-838

Ciudad Universitaria

 


Rosaura Ruíz

 

Pie de fotos al final del boletín

 

MÉXICO ESTÁ LEJOS DE CONSIDERARSE INSERTADO EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

 

·        Afirmó Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM

·        Para Mari Carmen Serra, coordinadora de Humanidades, es urgente transformar planes y programas de estudio, y las instituciones educativas y de investigación del país

·        Participaron en la inauguración del Simposio Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural, con la asistencia de Ambrosio Velasco, León Olivé, Guillermo Hurtado y Javier Echeverría

 

México está lejos de considerarse insertado en la sociedad del conocimiento, ya que mientras se tienen avances importantes en las áreas humanísticas y científicas, “no hay presencia en la transferencia tecnológica”, aseguró Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM.

 

Al inaugurar el Simposio Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural, en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), agregó que no existe trabajo importante en el país en este sentido; sólo “hay esfuerzos aislados” para llevar los avances a la colectividad.

 

Explicó que, en sentido amplio, se debe entender por sociedad del conocimiento la transmisión del saber científico y humanístico, para contribuir a entender los problemas fundamentales de la nación.

 

Dijo que el proyecto Sociedad del conocimiento y diversidad cultural, que da sustento al Simposio, es uno de los 16 macroproyectos que la UNAM estableció con el fin de contribuir, desde la investigación, a la reforma de todo su sistema educativo.

 

Éste en particular es importante hacia el interior, ya que uno de los objetivos es la reestructuración de los tres niveles de enseñanza de la Universidad; es decir, cómo se piensa que debe ser la educación superior en la sociedad del conocimiento.

 

Indicó que la idea de generar estos 16 macroproyectos, siete conducidos por escuelas y facultades, cinco por institutos de ciencia y cuatro que dirige la Coordinación de Humanidades, tiene gran significado para modificar la forma de investigar en la UNAM.

 

Se deben lograr cada vez más proyectos interdisciplinarios, que la brecha entre humanidades y ciencias naturales y exactas se modifique, con más interacción; que muestren la importancia de trabajar de manera conjunta, puntualizó.

 

Por su parte, Mari Carmen Serra Puche, coordinadora de Humanidades, consideró urgente que en México se tomen medidas para transformar los planes y programas de estudio, las instituciones educativas y las de investigación.

 

Es indispensable, abundó, proponer políticas públicas en materia de educación, ciencia y tecnología, que le permitan al país encaminarse con paso firme hacia una sociedad del conocimiento, sin detrimento de su diversidad cultural, y atentos a la realización de los valores de equidad, justicia social y sustentabilidad.

 

Expuso que al poner en marcha el Programa Sociedad y cultura. México siglo XXI y los cuatro proyectos que la integran, como el de Sociedad del conocimiento y diversidad cultural, se tomó en cuenta que desentrañara los dilemas del mundo contemporáneo y ofrecer análisis que permitiesen la toma de decisiones responsables; y retomar con nuevos propósitos y en un contexto y condiciones novedosas, la experiencia de grandes líneas de investigación.

 

Además, detalló, tanto la Universidad como los proyectos asumen las ventajas que garantiza la evaluación externa como mecanismo de acompañamiento, con el fin de facilitar su desempeño y garantizar el arribo a buen puerto.

 

Informó que en junio pasado un comité internacional, conformado por especialistas de Estados Unidos, España, Francia, Brasil e instituciones académicas mexicanas externas a la UNAM evaluaron, de manera positiva, los cuatro proyectos de la Coordinación.

 

Serra Puche subrayó que la Universidad Nacional se preocupa por hacer análisis y propuestas a la sociedad mexicana, para encontrar soluciones a sus grandes problemas.

 

En su oportunidad, Ambrosio Velasco, director de la FFyL, comentó que este macroproyecto es una proyección creativa de las humanidades al desarrollo tecnocientífico de punta, preocupado por tener una actitud de comprensión objetiva y reflexión normativa, para que el avance del conocimiento no amplíe la brecha de la injusticia, marginación y relaciones de dominación.

 

Por el contrario, refirió, se busca promover la equidad en la implantación de los derechos culturales, reconocer la diversidad del saber y sus prácticas, todas ellas en un diálogo sabio y edificante.

 

A su vez, León Olivé, coordinador del proyecto y miembro del Instituto de Investigaciones Filosóficas, resaltó que con proyectos como éste la UNAM contribuye a dar respuesta a los grandes desafíos de la población mexicana en el siglo XXI.

 

Recalcó que no se ha desarrollado ningún modelo de sociedad del conocimiento adecuado para el país, acorde con sus características. Por ello, un objetivo central es apoyar que se formule y permita acciones para una colaboración armoniosa entre los sistemas económicos, políticos, educativos, y de ciencia y tecnología con los sectores sociales, quienes deben aprovechar el saber para avanzar y resolver los rezagos.

 

 

El proyecto surgió del trabajo conjunto de varios grupos sobre rubros que el país debe entender y resolver para alcanzar un progreso financiero y social, con justicia y equidad, y dentro de un ambiente de auténtica democracia, apuntó.

 

León Olivé aseveró que la competitividad de un país, en el actual concierto globalizado, depende, sobre todo, de que sea capaz de realizar los cambios educativos, económicos, sociales y culturales.

 

En este sentido, es necesario realizar transformaciones políticas y una reforma de Estado, que permitan la participación de todos los pueblos y culturas que conviven en nuestro suelo, para erigir un proyecto nacional, y dejar de ser, como diría Luis Villoro, monocultural y transformarse en uno plural, sentenció.

 

Al dictar la conferencia Democratizar la sociedad del conocimiento, Javier Echeverría, del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, reconoció que aún no está claro lo que significa construir una sociedad del conocimiento. Aunque haya tendencias para generarla, cada país o región lo hará a su modo, teniendo en cuenta el sustrato cultural.

 

Cuando se habla del tema no significa que vayan a desaparecer la agricultura, ganadería, minería, industria y comercio, sino que surge una nueva modalidad de riqueza: el conocimiento, aclaró.

 

Recordó que en el siglo XX se dio una revolución tecnocientífica que ha provocado que el saber científico y tecnológico tenga importancia estratégica para cualquier sociedad.

 

Es decir, un país es desarrollado si lo es tecnocientíficamente. “Es importante el avance agrario e industrial, pero el desafío está en el desarrollo del conocimiento científico y tecnológico en todas sus modalidades”, concluyó.

 

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FOTO 1

León Olivé, Rosaura Ruiz y Mari Carmen Serra previo a la inauguración del Simposio Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural, en el Aula Magna de la FFyL de la UNAM.

 

FOTO 2

Ambrosio Velasco, director de la FFyL de la UNAM, aseveró que se busca que el avance del conocimiento no amplíe la brecha de la injusticia, marginación y relaciones de dominación.

 

FOTO 3

León Olivé, del IIF de la UNAM, aseveró que la competitividad de un país en el concierto globalizado, depende de que sea capaz de realizar cambios educativos, económicos, sociales y culturales.

 

FOTO 4.

Rosaura Ruiz y Mari Carmen Serra hablaron de los macroproyectos de la UNAM: siete conducidos por escuelas y facultades, cinco por institutos de ciencia, y cuatro que dirige la Coordinación de Humanidades.

 

FOTO 5

Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, al inaugurar el Simposio Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural, en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras.