Boletín
UNAM-DGCS-827
Ciudad Universitaria
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AVANZA EN MÉXICO LA DESTRUCCIÓN DE FLORA Y LA EXTINCIÓN DE ESPECIES
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Debido a la sobrepoblación, subdesarrollo, deterioro
ambiental y políticas inadecuadas, afirmó Gerardo Ceballos González,
investigador del Instituto de Ecología de la UNAM
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En México, 12 mil variedades de plantas y
mil 200 de vertebrados están en peligro de perderse, advirtió
·
En mamíferos se han extinto variedades como el lobo mexicano, oso gris,
nutria marina, foca monje y rata
canguro de San Quintín, entre otras, apuntó
El crecimiento desmedido de la población, las políticas inadecuadas de
desarrollo y el deterioro ambiental son factores que han agravado la extinción
de especies de flora y fauna en nuestro país, alertó Gerardo Ceballos González,
investigador del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.
Añadió que en México existen cerca de 25 mil
variedades de plantas, de las que unas 12 mil están en riesgo, mientras que hay
unas 3 mil 500 familias de animales vertebrados (mamíferos, aves, reptiles,
anfibios y peces), de las cuales mil 200 pueden perderse.
Por otro lado, advirtió el experto
–quien ha dedicado sus investigaciones a abordar temas de frontera relacionados
con la conservación de la diversidad biológica de México y el mundo–, se
calcula que en el país existen unos 100 mil tipos de invertebrados, respecto de
los que no existen datos concretos sobre su estado de conservación.
Explicó que en el último siglo se
extinguieron en la República Mexicana el pescado blanco de Cuitzeo, sardinita
de Durango, cachorrito del Potosí, sardina de parras, charalito y charalote. De
aves, 11 linajes desaparecieron, como el carpintero imperial, paloma pasajera,
cisne trompetero, caracará de Guadalupe y la grulla gritona.
En mamíferos están extintas especies como el
lobo mexicano (aunque algunos ejemplares se conservan en cautiverio), oso gris,
nutria marina, foca monje y rata
canguro de San Quintín, entre otras, dijo el ecólogo y conservacionista con
mayor número de libros de este tema publicados en México.
De este modo, reveló que 40 por ciento del total de especies de plantas y
animales en México está en peligro de desaparecer, por lo que padece una grave
crisis de extinción de variedades y poblaciones.
Subrayó que el tema ambiental debe ser uno de
los ejes rectores de la política del país, a fin de detener y revertir los
daños ecológicos, pues en el último siglo se han perdido 22 familias de peces, once
de aves e igual número de mamíferos, así como por lo menos 50 de plantas.
Durante los últimos 20 años, detalló, se
incrementó en casi el doble el número de especies consideradas amenazadas, al
pasar de 25 a 40 por ciento, lo que significa que cuatro de cada diez se
encuentran hoy en peligro.
Respecto al tráfico ilegal de variedades,
apuntó que es un problema grave en el país, similar en su importancia al
narcotráfico, ya que sus jugosas ganancias corrompen a sectores importantes de
la sociedad. Se ha convertido, dijo, en el principal factor de amenaza de
grupos de reptiles de la Península de Baja California o de algunos cactus.
Gerardo Ceballos dio a conocer ejemplos de
algunos de los mamíferos en peligro de extinción, tales como bisonte, berrendo,
jaguar, manatí, teporingo, tapir, pecarí de labios blancos, perrito de las
praderas y la ardilla voladora, entre otros. En aves, guacamayas verde, roja
y enana, urraca de Sinaloa, codorniz
moctezuma y flamenco.
Entre los reptiles más amenazados se encuentra
el cocodrilo de río, tortugas marinas, terrestres y lagartijas, al tiempo que
más de 100 especies de peces de agua dulce están en riesgo. Respecto a las
plantas, especificó, entre los grupos más vulnerables están las cactáceas,
orquídeas, cícadas, pinos y árboles de maderas preciosas como la caoba.
El experto sostuvo que los dos grandes ejes
de la destrucción son la desigualdad social y el crecimiento poblacional, ya
que la pobreza tiene un gran impacto en el uso de recursos naturales, al tiempo
que los grandes intereses depredan bosques y selvas.
Aseveró que las especies de flora y fauna
desaparecen por la pérdida y destrucción del hábitat y la sobreexplotación
legítima o ilegítima, como la cacería furtiva. Además, el cambio climático
global las daña también, así como las enfermedades reemergentes, como
paludismo, dengue o rabia, que afectan a animales, plantas y a los seres
humanos, indirectamente.
Gerardo Ceballos señaló que la extinción de
comunidades es el preámbulo de la destrucción de especies, “y en México hemos
perdido cientos de miles de poblaciones de plantas y animales”, lo que ha
tenido consecuencias importantes.
Insistió en que el país debe tener una
política de Estado de gran espectro, para considerar el tema ambiental como uno
de los cuatro ejes rectores, al nivel de lo social, político y económico, para
detener y revertir los impactos ambientales en fauna y flora, así como
conservar los servicios que, de manera gratuita, brinda la naturaleza.
Sugirió que se definan directrices claras y
se refuerce la norma mexicana de las especies en peligro de extinción, así como
la restitución de la relativa a los manglares.
Al hablar de las zonas de gran concentración
de variedades de peces amenazadas, señaló Cuatro Ciénegas, Coahuila; la Cuenca
de Lerma-Chapala, y los ríos Pánuco, Bravo y Conchos.
Otros grupos de vertebrados terrestres en
esta condición están ubicados en selvas tropicales como la Selva Lacandona en
Chiapas y la región de Calakmul en Campeche, las selvas bajas del occidente de
México como las de la Reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala, así como en los
Bosques de Pino y Encino del Eje Neovolcánico, cerca de la Ciudad de México.
Estos bosques, aledaños a una de las urbes
más pobladas del planeta, poseen ejemplares exclusivos del país, como
teporingo, ardilla voladora y gallina de monte, los cuales están en riesgo por
la pérdida arbórea, resaltó.
Respecto de las selvas tropicales húmedas, el
investigador precisó que había 22 millones de hectáreas continuas desde Veracruz
hasta Chiapas, de las cuales queda menos de un millón, concentradas en Los
Chimalapas en Oaxaca y la Selva Lacandona en Chiapas. Están severamente
amenazadas por presiones humanas, al igual que los manglares y litorales, por
la sobrepesca.
México, resaltó, es una de las tres naciones
más ricas en diversidad biológica, precedida por Indonesia y Brasil. Entre 30 y
40 por ciento de todas las plantas y animales son endémicos o exclusivos.
Gerardo Ceballos abundó que en el territorio mexicano habita una de cada diez
especies de flora y fauna conocidas, por lo que se considera un país
megadiverso. Ocupa el primer lugar en reptiles y anfibios con más de mil 100
variedades, el tercero en mamíferos (529), el cuarto en plantas vasculares (22
mil) y el onceavo en aves (mil 50).
Destacó que el país es uno de los pocos que
cuenta con un vasto conocimiento de su diversidad biológica, gracias a
instituciones como la UNAM, pero es necesario instrumentar políticas públicas
eficientes para aprovechar esas aportaciones.
Otra característica sobresaliente de esa
riqueza es el elevado porcentaje de variedades endémicas, es decir, que son
exclusivas de la nación, las cuales incluyen 9 por ciento de las aves, 30 de
mamíferos, 50 de reptiles y 64 de los anfibios. Estos porcentajes son menores
de los de Filipinas, Madagascar y Australia, pero mayores que cualquier otro
Estado continental, con excepción de Brasil, aclaró.
En general, refirió, las selvas húmedas tienen
un mayor número de familias; en contraste, la mayor concentración de linajes
endémicos se localiza en los bosques templados del Eje Neovolcánico y las
selvas secas del oeste de México.
México, sentenció, requiere que se destinen
mayores recursos a la investigación básica y aplicada en materia ambiental, así
como un reconocimiento a la importancia de la diversidad biológica por parte de
los gobiernos federal y estatal, de la sociedad civil y de la iniciativa
privada.
A su vez, Rurik List, investigador asociado
al Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre, explicó que
cuando hay un ejemplar en riesgo, se deben investigar las causas que la han
llevado a estar en esa condición.
Se debe averiguar “dónde vive, qué come, sus
requerimientos de hábitat y la pérdida del mismo, para estructurar medidas de
recuperación, porque de otra manera, las acciones no estarán sustentadas en
información real, ni habrá garantía de buenos resultados”, observó.
Asimismo, recalcó que se realizan técnicas nuevas
que permiten mantener material genético en un banco, lo que posibilitará en el
futuro, nuevos métodos de preservación.
Por último, Jesús Pacheco Rodríguez, técnico
académico del IE, indicó que uno de los elementos para preservar variedades a
largo plazo es la reintroducción de las mismas, previa reproducción en
cautiverio.
Tocó la problemática que ha generado la
entrada de especies exóticas que han desplazado a las naturales, así como el
avance de enfermedades que han minado su salud.
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FOTO 01
Gerardo Ceballos
González, del IE de la UNAM, refirió que el crecimiento desmedido de la
población, las políticas inadecuadas de desarrollo y el deterioro ambiental
agravan la extinción de especies.
FOTO 02.
El tráfico ilegal
de especies corrompe a sectores importantes de la sociedad y se convierte en el
principal factor de amenaza de las variedades mexicanas, como este cóndor de
California.
FOTO 03
Este cocodrilo de
pantano forma parte de las mil 200 variedades de vertebrados que están
amenazados en México, por la destrucción del hábitat y el crecimiento
poblacional, revelan en la UNAM.