Boletín
UNAM-DGCS-792
Ciudad
Universitaria
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OBTIENE PROFESOR
DE LA UNAM PREMIO PENSIONES A LA INVESTIGACIÓN ECONÓMICA Y ACTUARIAL
·
Darío Guadalupe Ibarra Zavala, de la FES
Aragón, obtuvo el segundo lugar en el certamen convocado por la AMAFORE y la
CONSAR
·
Presentó el trabajo Un enfoque de modelación
de datos para evaluar la viabilidad del nuevo sistema de pensiones
· Entre sus propuestas figura aumentar la edad del retiro y diversificar la cartera de inversión de las Afores
Darío Guadalupe Ibarra Zavala, profesor de la Facultad de
Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, obtuvo el segundo lugar del Premio
Pensiones a la Investigación Económica y Actuarial en materia pensionaria, al
cual convocan la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el
Retiro (AMAFORE) y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro
(CONSAR).
Este reconocimiento se otorga a aquellas investigaciones
inéditas que abordan el análisis –desde la perspectiva económica y actuarial–
de temas relevantes en materia pensionaria y que, al mismo tiempo, contribuyen
al desarrollo y avance en esta área.
El docente
presentó el texto Un enfoque de modelación de datos para evaluar la viabilidad
del nuevo sistema de pensiones. “Llevo alrededor de seis años trabajando en
este tema y me pareció una buena oportunidad presentar parte de mi
investigación, la cual constituye una versión preliminar de mi tesis de
doctorado, que realicé en la New School University de Nueva York”, dijo.
Investigaba
sobre ahorro y uno de sus componentes es el de tipo forzoso y ese es el caso de
las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), añadió. En particular,
me interesa la viabilidad del sistema de pensiones, porque se piensa que al
privatizar la mejor opción son estos fondos, y la realidad ha mostrado que no
es así.
De hecho,
aseveró, es riesgoso. Se dice que los recursos de cada trabajador se depositan
en una cuenta individual y es garantía para que, llegado el momento del retiro,
tenga suficiente dinero para pagar su pensión; pero no es así, porque la
densidad de cotización de las personas no siempre es la misma, incluso hay
momentos en donde no aportan.
Si bien
existe una pensión mínima garantizada para quienes cotizan 25 años o más en el
Seguro Social, no creo que el ideal de un derechohabiente sea obtener sólo esta
retribución; además, no le garantiza que con su ahorro pueda alcanzar por lo
menos esa suma. En este contexto se
puede decir que sólo hubo una transferencia de riesgo, porque éste antes lo
tenía el IMSS y ahora lo han asumido los trabajadores, indicó.
Por ello,
puntualizó, el trabajo que presenté sugiere la adopción de medidas necesarias
para la subsistencia y efectividad de este sistema. En primer lugar, es preciso
aumentar la edad del retiro, porque actualmente la esperanza es por lo menos
diez años mayor que hace dos décadas y, por lo tanto, el tiempo de aportación
también debería incrementarse.
Al mismo
tiempo, abundó, las tasas de natalidad han decrecido; entonces, se podría
llegar a un punto donde habrá más viejos que jóvenes, por lo cual cabría
preguntarse quién va a trabajar para pagar las pensiones, si el número de
personas jubiladas es mayor que el de quienes ingresan al mercado laboral.
Así ha
sucedido en algunos países de Europa y Japón; ahí, muchos empleados ya
retirados han tenido que regresar a ocupar una plaza porque no hay quien lo
haga, acotó.
El otro
punto, señaló, es diversificar la cartera de inversión, porque en este momento
la de las Afores se encuentra principalmente en el sector público –CETES, bonos
de desarrollo–, pero los fondos de pensiones están creciendo a tasas tan
inesperadas que en unos años habrá la necesidad de utilizar otros instrumentos.
La propuesta
va encaminada a invertir en la Bolsa de valores, porque la experiencia ha
demostrado que en periodos de más de 10 años es menos riesgoso hacerlo así,
refirió. Para demostrarlo, realicé una simulación de las trayectorias de saldos
en las cuentas de los trabajadores, considerando cambios en aspectos como tasas
de rendimiento y salario.
Utilicé
datos del Banco de México y de la página electrónica Economagic, con el
propósito de simular qué pasaría si una parte de las cuentas de las Afores se
invirtiera en el índice Dow Jones o en los Bonos del Tesoro de Estados Unidos,
mencionó.
El Premio
consistió en un estímulo económico y la publicación electrónica de su trabajo
en la página de la CONSAR. De hecho, destacó, el ideal de todo académico es ver
reflejado su trabajo en alguna política pública.
Por ello, un
primer paso es dar a conocer sus propuestas a los interesados, en este caso al
Banco de México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y las Afores, y
este concurso es un espacio propicio para hacerlo, subrayó.
Pero además,
agregó, escribo sobre este tema en periódicos como El Economista y Excélsior, porque
es preciso hacer entender a la gente que el dinero manejado por las
administradoras de pensiones les pertenece. En la medida en que tomen
conciencia de ello, habrá mayor competencia, lo cual va a repercutir en una
disminución de las tarifas, concluyó.
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Darío
Guadalupe Ibarra Zavala, profesor de la Facultad de Estudios Superiores Aragón
de la UNAM, obtuvo el segundo lugar del Premio Pensiones a la Investigación
Económica y Actuarial.
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Las
Afores deben invertir en la Bolsa de valores, porque se ha demostrado que en
periodos de más de 10 años es menos riesgoso, sugirió Darío Guadalupe Ibarra
Zavala, docente de la UNAM.