14:40  hrs. 11 de Octubre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-756

Ciudad Universitaria


René Drucker

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

INDISPENSABLE, INVERTIR EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA PARA HACER COMPETITIVO A MÉXICO

 

·       Afirmó René Drucker, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, quien añadió que la ciencia tiene que ser impulsada porque es un bien público

·       Ricardo Uvalle, académico de la FCPyS, comentó no se puede fincar ningún progreso o bienestar cuando más de la mitad de un país vive en condiciones de pobreza

·       Participaron junto con Francisco Piñón Gaytán y Santiago Hurtado Martín, en el Coloquio Internacional Políticas públicas y bienestar social

 

Para que México sea un país competitivo, con progreso económico y social tiene que invertir y promover la ciencia y la tecnología; no hay ningún otro mecanismo para ello, aseguró el coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, René Drucker Colín.

 

“La ciencia tiene que ser impulsada porque es un bien público, con un enorme impacto en el desarrollo de las naciones”, afirmó, al participar en el Coloquio Internacional Políticas públicas y bienestar social, organizado por la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), así como por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco.

 

Drucker Colín advirtió que si en la nación no hay ciencia ni desarrollo tecnológico seguirá siendo subdesarrollada, dirigiéndose más a las sociedades africanas que a las del primer mundo, porque “no hay ningún país que haya logrado ascender en las escalas de competitividad, mejorar sus condiciones económicas y sociales que no haya invertido en estos rubros”.

 

En la sala Lucio Mendieta y Núñez de la FCPyS, subrayó que si bien la ciencia no va a resolver todos los problemas nacionales, es la única palanca con que cuentan los países para avanzar. Por ello, México tendrá que enfrentar este rezago y su sociedad ayudar a que este campo sea tomado en cuenta.

 

Es necesario entrar al desarrollo tecnológico e impulsar el sector productivo, porque el país sólo ofrece materias primas; esa es la única forma de que se generen fuentes de trabajo, resaltó.

 

Afirmó que se deben encontrar las estrategias para llevar a cabo un esfuerzo en donde estos rubros sean los ejes centrales de las decisiones públicas del país, por lo que es fundamental que haya una política de Estado en la materia.

 

Otra función de la ciencia es que le enseña a la población a entender su entorno. De tal forma, dijo, en la medida en que la sociedad entienda mejor su hábitat podrán tomar mejores decisiones, lo cual la hace más democrática.

 

Lamentó que México no tenga gran tradición en el ámbito científico. Países como Francia e Inglaterra tuvieron sus primeras academias de ciencias hace 400 años, mientras nuestro país tiene 50 con gente dedicada a esta actividad.

 

Por su parte, Ricardo Uvalle Berrones, académico de la FCPyS, consideró que si México es un país con profundas desigualdades y exclusión social, el reto de la gestión es cómo conseguir mejores condiciones de equidad. “No se puede fincar ningún progreso o bienestar cuando más de la mitad de la población es pobre”.

 

 

 

En la mesa Gestión pública, afirmó que la nación tiene un rezago estructural de largo tiempo, que ha provocado un alto costo y que hasta hoy, en una visión de gobierno, políticos, políticas y administradores, se han dado pasos lentos.

 

Subrayó que en el caso de México a pesar de diversos esfuerzos y aportaciones en materia de gestión pública, en el ámbito de las instituciones se sigue con grandes vacíos, faltantes e ineficiencias.

 

Hay un gran atraso en asuntos de bienestar, equidad y en la erradicación de la pobreza, y la palanca estratégica, la ciencia y la tecnología, no se encuentran en su mejor momento.

 

Reconoció que si se quiere evaluar una acción de gobierno en sentido positivo “tenemos que preguntarnos de montos y apoyos a las comunidades científicas, pero también de resultados efectivos, de cómo la ciencia y la tecnología pueden transformar y mejorar cualitativamente las condiciones de vida”.

 

A su vez, Francisco Piñón Gaytán, catedrático de la UAM Iztapalapa y de la FCPyS, coincidió en que los políticos, al igual que los industriales, no comprenden la importancia de la investigación científica ni de las ciencias sociales.

 

En las ciencias sociales tampoco se sabe qué hacer ante la ignorancia y la incapacidad de los hombres públicos que representan al Estado, el que debe promover la investigación científica, el bienestar y formular las políticas públicas, aseveró.

 

Por último, al hablar de corrupción, Santiago Hurtado Martín, catedrático de la ENTS, comentó que este problema es tan antiguo como el hombre mismo, al igual que la prostitución, que parece ser la forma más arcaica de esclavizar a la mujer y a cualquier ser humano, es el oficio más degradante pero también uno de los mejor o más retribuidos.

 

“Un hombre corrompido es la semilla básica que cierne el despotismo, la inmoralidad, el desprecio, el abuso, el terror, la ignorancia, el atraso, el servilismo; en una palabra, el vicio”, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01.

 

El coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, René Drucker, afirmó que se deben encontrar estrategias para que la ciencia y la tecnología sean el eje de las políticas públicas. A su lado, Santiago Hurtado.

 

 

FOTO 02

 

Al participar en el Coloquio Internacional Políticas públicas y bienestar social, organizado por la UNAM y la UAM Xochimilco, Ricardo Uvalle y Francisco Piñón se refirieron a la gestión pública.

 

 

FOTO 03

 

Santiago Hurtado, de la ENTS de la UNAM, comentó que un hombre corrompido es la semilla que cierne despotismo, inmoralidad, desprecio, abuso, ignorancia, atraso y servilismo.