Boletín
UNAM-DGCS-660
Ciudad
Universitaria
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Pies de foto al final boletín
·
Señaló Mercedes Pedrero Nieto, integrante del
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM
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Intervino en el inicio de las actividades con
motivo del Décimo Aniversario del Centro de Estudios de la Mujer de la Escuela
Nacional de Trabajo Social de esta casa de estudios
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La coordinadora del CEM, Julia del Carmen Chávez
Carapia, precisó que el objetivo de dicho Centro es hacer investigación sobre
la condición social y problemática de las mujeres
Si bien es esencial e importante el trabajo doméstico, la
mayoría de las veces es invisible, por lo que existe la necesidad de
reivindicarlo, aseguró Mercedes Pedrero Nieto, del Centro Regional de
Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM.
También hay un subregistro en relación con la situación
de ese tipo de actividades, pues muchas de ellas no se consideran como tales,
como llevar a los niños a la escuela, realizar las compras de alimentos y
efectuar trámites, entre otras, sostuvo.
Al participar en el inicio de
actividades del Décimo Aniversario del Centro de Estudios de la Mujer (CEM) de
la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) –que inauguró Guillermo Campos
Covarrubias, secretario general de esta entidad–, la especialista añadió que,
en promedio “los hombres dedican nueve horas con 26 minutos y las mujeres 37
horas con dos minutos” a las labores del hogar.
Para el trabajo
extradoméstico, la jornada de los varones es de 49 horas y la de las mujeres de
39. Si se suma el tiempo dedicado a ambas, el promedio de horas son: para ellos
de 58 y para ellas de 76, reveló.
Como se observa, al aumentar la participación femenina en
el mercado laboral, su división no se traslada al hogar, quedándoles poco
tiempo para la superación personal, así como para el goce y disfrute. De ahí
que haya que reconocer, valorar y respetar las faenas domésticas, además de
distribuirlas en la familia, argumentó.
Pedrero Nieto hizo también una valoración de trabajo económico:
a ponerle a cada tarea precios del mercado. Ello representa 22 por ciento del
Producto Interno Bruto, es decir, una producción más elevada que todos los
sectores, excepto el de servicios, refirió.
Por su parte, la coordinadora del CEM, Julia del Carmen
Chávez Carapia, precisó que el objetivo de dicho Centro es hacer investigación
sobre la condición social y problemática de las mujeres, la cual es severa,
muchas veces escondida o disfrazada, desde la perspectiva de género, y hacerlo
en los ámbitos local, nacional e internacional.
Recordó que parte de la motivación al crear esa
institución fue el deseo de construir una sociedad democrática, “pues las
mujeres estamos en desventaja en relación con los hombres y teníamos que buscar
mecanismos, formas de intervención para conformar colectividades donde todos
tengamos derechos a opinar y participar”.
La responsable del CEM, en donde se forman especialistas
altamente calificados en los estudios de género desde el ámbito del trabajo
social, resaltó los logros alcanzados, como publicaciones, investigaciones
financiadas o becarios.
A su vez, Carlos Welti Chanes, del Instituto de
Investigaciones Sociales, comentó que si el futuro será complicado para la
mayor parte de la población mexicana, mucho más lo será para las mujeres, pues
durante muchos años ellas, durante su vejez, estuvieron apoyadas por sus
familias, las cuales eran grandes.
En un país sin seguridad social, resaltó, lo anterior era
una decisión totalmente apropiada: que los hijos se hicieran cargo de los
padres, y especialmente de las madres.
Actualmente, dijo, cuando la sobrevivencia femenina es
mayor, y en los próximos años predominarán los ancianos, ante un escenario
donde probablemente la atención hospitalaria se privatice y no se tendrán
muchos hijos, el panorama para ellas es
difícil.
En su oportunidad, Felipe Torres Torres, del Instituto de
Investigaciones Económicas, consideró que uno de sus grandes méritos del CEM es
que nació con la idea de tratar rubros que se conocían pero no se estudiaban,
como el de violencia intrafamiliar. “Es de los pocos que combinan en un sentido
vivo la investigación y la docencia; es un laboratorio-taller que va dando
contenido al planteamiento de los distintos problemas que aborda”.
Hoy en día, señaló, tiene por delante diversos retos
académicos. Todavía hay temas emergentes que seguramente ya se plantean, como
el de las madres solteras, el cual implica un replanteamiento de la estructura
familiar, y la expectativa de la mujer en los mercados laborales, pues se ven
muchas formas de marginación.
Otros de los desafíos, expresó, tienen que ver con su
funcionamiento: incorporar a otras áreas de la ENTS que contribuyan de manera
más consolidada al análisis, y otros centros de la propia Universidad Nacional.
En los próximos años, “se dará la consolidación de este espacio, el cual es
bastante digno, pues hay aportes, propuestas y originalidad”.
Entre las actividades que
habrá en el marco del aniversario del CEM se cuentan: mesas redondas (Género y
jóvenes, Género y familia, y Género y violencia); la presentación de dos
publicaciones (Violencia familiar y Serie de Cuadernos de Investigación del
Centro de Estudios de la Mujer), así como actividades culturales (música de
cámara, trova y al grupo Saule palabra).
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FOTO 1
Carlos Welti y
Mercedes Pedrero durante el Décimo Aniversario del Centro de Estudios de la
Mujer de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.
FOTO 2
El objetivo del Centro de Estudios
de la Mujer de la ENTS de la UNAM, es hacer investigación sobre la condición
social y problemática de las mujeres, precisó su titular, Julia del Carmen
Chávez Carapia.
FOTO 3.
En promedio, los
hombres dedican a las labores del hogar nueve horas con 26 minutos, y las mujeres
37 horas con dos minutos, informaron especialistas de la UNAM.
FOTO 4
Felipe Torres Torres, del IIEc de la UNAM, consideró que uno de los grandes méritos del CEM es que nació con la idea de tratar rubros que se conocían pero no se estudiaban, como el de violencia intrafamiliar.