Boletín
UNAM-DGCS-564
Ciudad Universitaria
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final del boletín
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Señaló Iván San Martín Córdova, investigador
de la Facultad de Arquitectura de la UNAM
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Aún cuando su presencia es vasta y hay
ejemplos de gran trascendencia, como la nueva Basílica de la Villa de Guadalupe
en la capital del país
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Por lo menos 20 templos pueden aspirar a ser
declarados como patrimonio artístico en el Distrito Federal
La arquitectura religiosa mexicana del siglo XX, y la de
la capital de la república en particular, es un género poco estudiado, aún
cuando su presencia es vasta y hay ejemplos de gran trascendencia, como la
nueva Basílica de la Villa de Guadalupe y la iglesia de las Capuchinas
Sacramentarias, en Tlalpan, afirmó el investigador de la UNAM Iván San Martín
Córdova.
De hecho, consideró el también coordinador general del
Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura
(FA), por lo menos 20 templos del Distrito Federal pueden aspirar a ser
declarados patrimonio artístico; pero
falta fomentar la conciencia en la sociedad de que son bienes no sólo de un
credo, sino de todos los mexicanos.
Esta producción, explicó, puede tener una doble
clasificación: la diseñada específicamente para ese fin, y la adaptada, por
ejemplo el antiguo Teatro Silvia Pinal, el cual ahora es un lugar de culto.
En el caso de la Ciudad de
México, dijo, aproximadamente hay entre 40 y 60 edificaciones religiosas
diseñadas ex profeso por delegación, la mayoría católicas y, evidentemente, con
diferencias cualitativas entre sí: hay buenos ejemplos, intermedios y
mediocres.
La cuestión, añadió, es que es
un patrimonio en riesgo, pues inmuebles de siglos anteriores generalmente están
catalogados y a resguardo de los institutos nacionales de Bellas Artes o de
Antropología e Historia; en el caso del siglo XX legalmente todavía no están
por completo amparados, salvo eventuales casos. En términos generales no son
tan vulnerables como los edificios de oficinas u hoteles, por ejemplo, pues conservan
el uso primigenio por el carácter sagrado que los usuarios le dan.
Alrededor de 85 por ciento son
propiedad federal, pues desde las Leyes de Reforma los bienes del clero pasaron
a manos gubernamentales; con el resto sucede que muchas comunidades los
pusieron a nombre de terceros, organizaciones civiles o figuras de propiedad
privada, con la finalidad de eximirlas de las obligaciones que les impone ser
propiedad del Estado mexicano, reveló.
San Martín Córdova agregó que
como resultado de la investigación sobre arquitectura religiosa mexicana, la
cual se enfoca a la Ciudad de México y a todos los cultos, han encontrado que
las iglesias de la comunidad católica generalmente siguen en uso.
Con las comunidades
protestantes y judías, al ser minoritarias, presentan un fenómeno de migración
dentro de la propia urbe, lo cual es grave, pues dejan los patrimonios
totalmente descontextualizados de su colectivo. Por ejemplo, dijo, hay
sinagogas de buena calidad en el Centro Histórico, a las que prácticamente ya
no acude casi ningún fiel y solo eventualmente llega a celebrarse alguna
ceremonia.
Otro aspecto observado es la relación entre el templo y
la densidad de la población. En zonas con más habitantes y menores niveles
socioeconómicos hay saturación mayor; en zonas económicamente altas hay una
menor concentración.
Una consideración más es que la calidad estructural de
los templos católicos, que constituyen 90 por ciento del registro, es mayor:
por ser lugares sagrados; el protestantismo, en su caso, tiende a un mayor
desinterés hacia el aspecto material, pues sólo en ciertas horas de un día de
la semana tiene condición de sacralidad, argumentó.
Sin embargo, destacó, su edificación no siempre va ligada
a una cuestión profesional, es decir, hay muchas iglesias realizadas por
arquitectos famosos, pero otro tanto ha sido elaborado por maestros de obras o
autoconstrucción de los propios fieles, y resulta que hay algunas bien hechas.
Incluso, podría afirmarse que cuando mucho, 40 por ciento es labor de
especialistas.
Estilísticamente, prosiguió San
Martín Córdova, pueden encontrarse dos grandes familias: la de la gran
corriente ornamental del siglo XX (neocolonial, neobarroco, neorrománico o
neogóticos), en donde cabría al menos 60 por ciento de las obras, y la de la
modernidad, iniciada aproximadamente hacia los años 40 en México y que hasta la
fecha continúa: “Es un solo estilo con diferentes etapas sucesivas en los 50,
60 70, con cambios estructurales, formales, espaciales y materiales”.
Precisó que cada credo tiene tendencias distintas. Por
ejemplo, hay crecimiento de cultos protestantes en zonas económicamente
deprimidas. La judía usa cada vez más la mano profesional y concentra otras
actividades sociales, es decir, “que no nada más acudan a la sinagoga, sino que
tengan escuela al lado, su centro deportivo, recreativo o comercial”. La
Iglesia Católica es proselitista y erige templos en cada delegación o barrio,
para propiciar la asistencia.
Sobre el proyecto que encabeza, San Martín Córdova
informó que abarca de 1901 al año 2000. Su principal objetivo es
epistemológico, es decir, de generación de conocimiento, no de simple
catalogación, si bien ésta es necesaria como herramienta metodológica.
Reconoció que todo este trabajo no podía haber sido
posible sin la colaboración del servicio social de la FA, cuyos prestadores son
los que eventualmente se enfrentan a
diversos obstáculos, como ocurre por ejemplo con la reticencia o desconfianza
de líderes religiosos insensibles a esta preocupación.
Finalmente, comentó que cada demarcación presenta
diferentes condiciones en esta producción. De momento tienen registradas y
analizadas las delegaciones Benito Juárez, Miguel Hidalgo y alrededor de 60 por
ciento de Cuauhtémoc. Por tanto, queda pendiente terminar esta última, Coyoacán
y Gustavo A. Madero, para cubrir la primera etapa, en donde sólo se tienen
contempladas cinco delegaciones centrales, pues hasta una segunda fase se
harían las restantes 11, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
La arquitectura religiosa mexicana
del siglo XX en general, y la de la capital de la República en particular, es
un género poco estudiado, afirmó el investigador de la UNAM Iván San Martín
Córdova.
FOTO 02.
Iván San Martín Córdova, de la
Facultad de Arquitectura de la UNAM, señaló que por lo menos 20 templos del
Distrito Federal realizados el siglo pasado pueden aspirar a ser declarados
patrimonio artístico.